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Hay oportunidades para todos – María Rivero

Por Alejandra Peart

María Rivero, es una joven empresaria regiomontana, que actualmente dirige uno de los negocios de su familia, la Bodega Rivero Gonzalez, una empresa afianzada en Parras de la Fuente, Coahuila; productora de vino en porciones chicas de tierra desde los 90’s cuando plantaron su primera vid. Con el paso del tiempo, el negocio maduró hasta convertirse en lo que es hoy, una etiqueta de fuerte peso en la industria vinícola de nuestro país.

Fue el papá de María, quien fundó la empresa, explotó y desarrolló las bondades de estas tierras en productos de alta calidad, que hoy llevan a las mesas mexicanas. En su oferta productora ofrecen una amplia variedad de Merlot, Cabernet, Cabernet Franc y Shiraz.

 

¿Cuándo despertó tu interés por el mundo del vino?

Creo que mi interés principal se despertó más bien por el campo mexicano, nosotros vacacionábamos mucho en Parras. Mi amor empieza por el pueblo, y luego por el campo mexicano, es lo que primero me atrae. En 1998 mi papá plantó una hectárea y media de viñedo y dijo quiero mi vino para mi y mis amigos, así fue como me di cuenta que todo el proceso desde que siembras hasta que te da uva. El proceso que lleva es tan complejo que me gustó muchísimo.

 

¿Recuerdas tu primera cata oficial con profesionales?

Sí, me acuerdo mucho, en el Club Industriales de Monterrey, me invitaron de Vinoteca con Vino Club, me dijeron que iban a ser como 20 y llegaron como 50, puros señores y yo tenía 23 años, me acuerdo que dije: esto va a estar interesante.

 

¿Cómo te integraste a la pasión de tu papá?

Fue algo que no tuve la realización, me sucedieron las cosas un poco sin darme cuenta, mi papá planta en el 98 y la primera añada que produce es en 2003, para su propio consumo. En 2007 yo me gradúo y empiezo a trabajar en otra empresa familiar que no me motiva en lo absoluto. Y le digo a mi papá, oye a mí me gusta mucho Parras, el vino está muy bueno y no te lo acabas ¿por qué no lo vendemos? Y entre que sí y no, mi papá accedió. Me fui con Vinoteca, hice un pacto con ellos, les gustó el vino y empezamos a vender. Todo sucedió demasiado rápido, para cuando me di cuenta ya teníamos bodega de vinos construida, estábamos produciendo nosotros, porque antes era la pura uva y nos lo maquilaba alguien más, mi hermano ya estaba conmigo también, el diseñó la bodega, encontró toda la maquinaria, mi mamá ya estaba limpiando los tanques por adentro, ya estábamos todos metidos hasta la camisa y Vinoteca ya me estaba pidiendo más vino y más vino. Yo tenía 23 años y no tuve demasiada conciencia de lo que estaba haciendo. Todo el mundo me pregunta cómo le hice yo que soy mujer. Pero, al principio, tampoco me di cuenta, nada influyó para mí.

 

Dentro de la industria del vino ¿hay oportunidad para las mujeres?

Yo nunca he visto el ser mujer como una discapacidad. Yo crecí con tres hermanos mayores que yo, en mi casa se habla de negocios desde que tengo uso de razón y a mí nunca me hablaron diferente que a mis hermanos, nunca me dijeron que no tenía que pagar cuentas, nosotros, desde que nos graduamos, pagamos absolutamente todo, nos daban vivienda pero fuera de eso, todo. Y nunca fue diferente para mí.

Creo que hay espacio para todo el mundo. Para mi hay espacio, para todo el mundo, en todos lados que quieran estar, sólo hay que atreverse. Me topo con infinidad de mujeres que quieren hacer algo y no se atreven. Y precisamente es por la incapacidad que nos pone la sociedad o los demás.

Mi consejo siempre es: empieza. Piensa que nada te puede salir mal, antes de meterle dinero, haz el plan de negocios, busca gente que te ayude, pregunta, investiga de la industria, si quieres vender botellas de vino, cómo las venderías, cómo te gustaría el diseño, dónde las venderías, a qué precio Empieza a planearlo. Y cuando ya hayas hecho todo esto te vas a dar cuenta si puedes o no puedes, se te va a hacer mucho más fácil porque ya vas a tener todo en las manos.

Alejandra Peart: Arquitecta y Licenciada en Letras Españolas con Maestría en Creación Literaria. Fundadora y Directora Editorial de Editorial Atemporia. Escribí el poemario En estas horas (Ed. Minimalia, 2004). Actualmente soy Directora de Contenido de la revista NES No Estás Sola, promotora cultural, editora, poeta, diseñadora editorial, feliz mamá de Rodri y esposa de Jorge. This is me.
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