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A veces la vida me vive

Dona Wiseman

Atribuyen esta cita a John Lennon. Parece lógico que alguien que escribiera una canción como Imagine tendría mucha filosofía de vida que vale la pena comentar.

Mi vida se puede definir por mis necesidades. Esta declaración no es de John Lennon y podría parecer que tiene poco que ver con la cita anterior. Pero no lo creo. Me parece evidente que la vida tiene como eje principal la satisfacción de necesidades. Hablo de las necesidades tanto básicas como de niveles más altos. Lo que me intriga en este momento es observar cómo pasa la vida, el tiempo de vida, sin que reconozca siquiera mis necesidades y por ende uso mi tiempo y mi vida persiguiendo cosas que realmente no me darán satisfacción.

Tengo que comenzar con cuestionarme acerca de qué necesito. En respuesta a eso algunas personas tienen respuestas maratónicas y otras no encuentran respuesta. Algunos tenemos el hábito de “necesitar” mucho y de ser demandantes y exigentes con los demás y con la vida, y otros creemos que no necesitamos mucho y que podemos solos satisfacer lo que sí necesitamos. Ninguno de estos dos planteamientos es sano.

Si la vida es mis necesidades, sería importante tomar un tiempo para mirar mi motivación ante la vida y ante lo que espero, lo que deseo, lo que pido, lo que no pido. ¿En dónde invierto mi esfuerzo? Allí está mi motivación, y seguramente allí están mis necesidades evidentes o escondidas.

Si no sé cuáles son mis necesidades, una manera de encontrarlas es observar qué hago con mi tiempo. ¿A qué le dedico mi tiempo? Y no solo hablo de acciones sino también de mis pensamientos, en lo que me distraigo, en lo que sueño.

Es posible que me dé cuenta que no estoy aplicando esfuerzos conscientes a satisfacer mis necesidades reales. Es muy posible. Sino que encuentre que lo que digo necesitar y querer no es lo que realmente estoy atendiendo. Para poder hacer un cambio, voy a requerir un acto de voluntad. ¿Qué significa? Que por más que yo me diga que quiero, por ejemplo, una buena relación con mi pareja, bajar de peso, u organizar mi clóset, si descubro que mis acciones no están orientadas a satisfacer esas necesidades, tendré que usar mi fuerza de voluntad para accionarme hacia estas necesidades y no seguir sosteniendo necesidades escondidas y quizá no sanas. No puedo esperar que “me nazca” porque no sucederá. Al hacer algo distinto, poco a poco formaré un hábito distinto y mi manera de moverme en la vida cambiará para estar más de acuerdo a lo que realmente necesito. Estaré viendo las conductas y tendencias de comportamiento que no me sirven y podré decidir conscientemente no seguir en ellas.

Entonces, propongo que cada una de nosotras busque una necesidad no satisfecha, observe qué hace para alejarse de esa necesidad, y haga un acto de voluntad para acercarse. Si necesitas ayuda… estoy a tus órdenes.

Dona Wiseman: Psicoterapeuta, poeta, traductora y actriz. Maestra de inglés por casualidad del destino. Poeta como resultado del proceso personal que libera al ser. Madre de 4, abuela de 5. La vida sigue.
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