Desde la burbuja, en este año que comienza

Nos hablan desde adentro, nos sienten, nos conocen, no estamos solas nunca.

Por Clara F. Zapata Tarrés / La Liga de la Leche

 

Burbujas… oigo tu voz y descanso tranquila. Nadando, viajo por este lago en el que escucho tu risa y tu llanto de melancolía ocasional. Muevo mis manos jugando hasta encontrar algún puñado de emociones. Chupo mis dedos y tus manos se hunden para acariciar mi sonrisa. Susurras mi nombre. Arrullo. Y de pronto atravieso el túnel que me guía hacia tus pechos desnudos. Me encuentro contigo y sé que me abrazarás con tu mirada.

Es enero, hace frío y comienza un nuevo año. Pasaremos días, meses y años juntas. Tú eres mi mamá en la que casi no encontraré defectos y te querré siempre, pase lo que pase. Y es cierto, lo que dicen de los niños: que son los únicos que queremos con la sinceridad absoluta, sin pedir nada a cambio. Podré llorar, llegar tarde, trabajar los fines de semana y ni el perdón será necesario. Yo te amaré sin condiciones ni obstáculos…

Y bueno, quizás a cambio pediré… bastante amor… Algo sencillo… Y sé que tienes defectos y cosas que no me gustarán… Pero te voy a amar para siempre porque llevo tu esencia conmigo, tus raíces de fuego, tu valentía descarada y conozco tus miedos… Y así… te amo.

Hace frío, sé que quieres volar, que tienes ganas de comerte la vida. Y también tienes ganas de dormir y estás cansada. Y es que aún no soy nada… solo me transformo poco a poco en tu hija y en una mujer con cosas tuyas y cosas de otros y claro, cosas mías, solamente mías… Y no estoy sola, porque sé que me amas y con eso me basta para tenerte en mi corazón… Porque también es cierto eso que dicen… que viviendo en mi corazón estás presente, me acompañas…

Todo eso es porque desde que estaba junto a esas burbujas, me platicabas con apertura y franqueza tus preocupaciones, sabiéndote imperfecta… y poco a poco, en tus pechos, redondos, calientitos me ayudaste a verte y a conocerte transparente… Porque sabes que los niños también tenemos la habilidad de reconocer con todos nuestros sentidos, bastantes emociones… Mientras te dejas, con suavidad y ternura, que yo te reconozca, a veces frágil y a veces fuerte, sin juzgarte ni criticarte… solo reconociendo y amando cada tetada con intensidad y valor, absorbiendo tus colores y sabores.

Y así, no estaremos solas. Sabremos que nos tenemos, con paciencia, impaciencia, perseverancia, calma y a veces voraces… Solas, nunca.

 

 

Bibliografía   

https://laligadelaleche.org.mx/

 

Las experiencias de la tribu en los grupos de apoyo de La Liga de la Leche, te ayudan a llevar estos procesos de manera más relajada y tranquila. No dudes en asistir a alguno y pedir apoyo cuando lo necesites.

 

Mural: Angel González de El NODO

Foto: Clara F. Zapata Tarrés

Clara Zapata

Soy Clara, etnóloga chilena-mexicana. Tengo dos hermosas hijas, Rebeca y María José, con Joel, mi regiomontano amado. La libertad y la justicia son mi motor. Creo plenamente en que la maternidad a través de la lactancia puede crear un mundo más pacífico y equitativo y por eso acompaño a familias que han decidido amamantar. Amo la escritura, la cultura y la educación.

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