LACTANCIA PARA MAMÁS VIAJERAS (SEGUNDA PARTE)

Por Clara Zapata Tarrés / La Liga de la Leche A. C.

Lo que sabemos y lo que podemos hace
Continuamos reflexionando sobre el tema de la lactancia y los viajes que tenemos que hacer las madres trabajadoras. Cada vez más empleos requieren nuestro desplazamiento y es preciso ir construyendo realidades sociales y prácticas que protejan nuestras lactancias. No basta con solo tener el deseo de amamantar. Si no tenemos normas de aeronáutica y de seguridad aeroportuaria es muy complicado mantener este deseo, que solamente se quedará como esto. Si de por sí, es difícil amamantar cuando trabajamos por todo el esfuerzo que implica en nuestro corazón y además en nuestro entorno laboral, se complica aún más, si necesitamos viajar. 

Es importante recordar pues, que no solamente las personas que amamantamos, trabajamos y viajamos somos responsables de ello. Todos en la sociedad tendríamos que serlo. Hay mucho por hacer: sensibilizar a nuestro empleador para que esos viajes se puedan postergar y que mientras nuestro bebé crece, otro compañero o compañera de trabajo nos pueda remplazar; considerar que en nuestros gastos, habrá que contemplar a alguien que cuide a nuestro bebé en nuestra ausencia; ser conscientes que en diversas ocasiones existe la posibilidad de viajar con nuestro bebé y que hasta podemos trabajar un tiempo desde casa, con nuestros ritmos y hacer nuestra tarea en horas que nosotras decidamos (homeoffice); sensibilizar a todo el que está a nuestro alrededor que la lactancia es una inversión porque tendremos madres más contentas de ir a trabajar, bebés más sanos y por lo tanto menos ausencias laborales por enfermedades, eficiencia de la tarea por el deseo de la madre de regresar a ver a su bebé y muchos otros beneficios que hasta ahora permanecen bastante difusos e invisibles.

En nuestro texto anterior observamos algunos detalles que en ocasiones son imperceptibles y que solamente comienzan a desmenuzarse cuando tenemos que tomar un avión. Poco a poco nos damos cuenta que existe una cantidad cada vez más grande de pequeñas cosas que incluso, ni nos habíamos imaginado: desde qué hielera se puede usar, pasando por la cantidad de mililitros que puedo transportar, hasta la manera en que tengo que actuar frente a un oficial de seguridad que probablemente, dependiendo de su acercamiento con el tema o hasta el humor que tiene ese día en especial, me dejará o no pasar mi extractor, mi leche y mi emoción de haber logrado toda la travesía.

 Aquí algunas respuestas y temas que poner en nuestra agenda para resolver ahora o más tarde… Podemos dividirlo en algunas preguntas o temas. ¿Qué pasa con mi bebé antes de viajar?; ¿Cómo organizarme antes y durante el viaje?; ¿qué debo de tomar en cuenta prácticamente?; ¿qué puedo controlar y qué no?; cómo ser creativa?; y muy importante, ¿cómo regresar a los brazos de mi bebé?

Antes de viajar…
En muchas ocasiones pensamos primero en que será fácil hasta que comienzan a invadir las preguntas sobre los detalles prácticos: qué extractor, cada cuántas horas me tendré que extraer, habrá refrigerador, me prestarán un lactario, qué bolsas, qué hieleras, qué temperatura, etc. Y en el primerísimo lugar habrá, antes que todo esto, que pensar en el vínculo con nuestro bebé. Aunque esté muy pequeño, puedo hablarle de cuanto lo quiero y que estaré a mi regreso dispuesta a abrazarlo y quererlo y que las personas con las que se quede tendrán que mimarlo al doble, cargarlo y amarlo. Tal vez podremos dejarle una blusa “sucia” con nuestro olor, grabarle un video o audio para que estemos presentes y recordar que sí nos va a extrañar pero que puede confiar en nosotros porque regresaremos. Esta autoconfianza y vínculo ayudará mucho en el proceso. En la maleta puedes llevar su foto, su ropa, su olor y la confianza en el cuidador quien le dará tu leche en biberón (o vasito, jeringa, cucharita) con el método Kassingpara evitar sobrealimentación, respetar su autonomía y seguridad y cargarlo mucho mucho para que sienta la cercanía y el apego https://www.youtube.com/watch?v=1NQSiXi91Qw

El viaje tendrá que ser planeado para que puedas crear un banco de leche y saber aproximadamente cuánta leche dejar. Cada gota será maravillosa y será importante evaluar la práctica de extracción para generar equilibrio y evitar posteriormente congestiones. Recordar que mientras más pequeño es nuestro bebé puede que necesite más leche, será importante en la decisión de viajar… Un paso a la vez…

En la maleta: extractor y adaptador de corriente o si dominas la extracción manual ¡qué mejor!; bolsas de almacenamiento y etiquetas o plumón para marcar horas, nombre y fecha de extracción, hielera que no sea de unicel, packs de hielo azules.

Durante el viaje
Lo ideal para extraerse es seguir el patrón de alimentación de tu bebé, es decir, extraerte como si estuvieras con él, por lo menos cada 3 horas para no disminuir mucho tu producción. Por las madrugadas no dejar pasar más de 4 o 5 horas sin extraerte para evitar congestiones. Buscar hoteles que de preferencia tengan refrigerador en la habitación. Pero si no hay, en muchos hoteles te prestan el refrigerador o congelador. No olvides marcar todo con tus datos. En el lugar de trabajo, ubica un lactario para poder extraerte y planéalo para evitar desilusiones o imprevistos.

Las políticas aeroportuarias
La verdad es que en vuelos internacionales las políticas son mejores para nosotras que en vuelos nacionales. En los nacionales son bastante confusas. Una estrategia que funcionaría si es que haces conexiones en México es pedir una carta de tu pediatra diciendo que es necesario que traigas tu leche de regreso. Y al hablar con autoridades, habrá que actuar un poco, sin tomarlo personal. 

Las políticas en México y Estados Unidos. Habrá que buscar si vas a otro lado cómo son. Normalmente, contigo puedes llevar líquidos de 100ml. Y lo demás documentado. Los detalles están en los links que te pongo al final de este texto. Las reglas de seguridad indican que son 100ml por envase en una bolsa de plástico. Depende mucho si se trata de un viaje nacional o internacional y depende también de la aerolínea y si tu bebé viaja contigo o no. Si tu bebé viaja contigo es más fácil llevarse la leche en el equipaje de mano, de lo contrario, la mayoría de las aerolíneas piden que documentes la leche. Otra opción en mandarla por paquetería exprés, tipo DHL o FedEx. En Estados Unidos, si se viaja sin bebé, máximo se pueden llevar 8 bolsas de 6oz en una hielerita como equipaje de mano y de preferencia hay que llevar el boleto de ida para comprobar la razón por la que se llevan “tantas” bolsas, lo normal son 4 bolsas. Si la aerolínea deja documentarlas, hazlo, solo asegúrate de que todo vaya bien empacado en recipientes adecuados y hielera, con bloques de plástico congelados. Si la aerolínea no te deja documentarla, hay que hacer el envío por paquetería.

Si tu leche llega con hielitos aunque esté un poco descongelada puedes aun así meterla de nuevo al congelador. Si está bien empacada y documentada, no habrá problema. En general donde guardan las maletas está muy frío.


De regreso a casa
Imagina que todo saldrá bien y que habrá un reencuentro amoroso aunque no pongas todas tus expectativas en ello pues puede ser un encuentro sorpresivo. Sé empática y comprensiva así como muy paciente con tu bebé y amamántalo y cárgalo todo el tiempo necesario.

Tips

  • Carga contigo los protocolos de almacenamiento y conservación para recordarlos y no llevarte sorpresas (la leche a temperatura ambiente puede durar de 6 a ocho hora; 24 horas en una hielera bien cerrada con packsde hielo; 5 días en un refrigerador y más en un congelador). Si tu vuelo es largo, considera en pedirle a la aeromoza hielo o pregunta en los restaurantes del aeropuerto que te regalen un poco.
  • Infórmate antes de viajar sobre políticas de cada aerolínea así como de los lugares en los que podrías extraerte, dónde hay corriente si es que llevas tu extractor y lleva pilas recargables si tienes la posibilidad.
  • Llegar temprano a tu vuelo para cualquier contratiempo, trámite o revisión extraordinaria.
  • Llevar carta del pediatra que dice que la madre tiene que llevar su leche de regreso.
  • Imprimir las normas porque no todo el personal del aeropuerto las conoce. Afirmar que has documentado leche materna en vuelos internacionales con anterioridad, te dará seguridad.
  • Si no te lo permiten, poner una queja formal y pedir hablar con una autoridad superior.
  • Avisar a la Liga de La Leche. Podemos ayudar a poner la queja y como institución podríamos poner una para que cambien su política.

Esto no se acaba… Estamos en construcción de una nueva realidad. Por todas estas razones, es esencial que hagamos experiencia, que describamos con precisión los desafíos que implica este camino. Si tienes algo que contar, te pido que por favor me la hagas llegar, para que juntas podamos construir, realidades más aterrizadas en este impreciso viaje en avión. No estás sola…

Clara Zapata Tarrés: [email protected]

¿Quieres estar bien informada? Aquí más referencias

Normas de seguridad Estados Unidos: 
https://www.tsa.gov/travel/special-procedures/traveling-children
https://www.tsa.gov/travel/security-screening/whatcanibring/items/breast-milk
https://www.tsa.gov/travel/frequently-asked-questions/breast-milk-formula-and-juice-exempt-3-1-1-liquids-rule

Vuelos a Estados Unidos: 
https://world.aeromexico.com/es/viaja-con-aeromexico/equipaje/que-llevar/vuelos-a-y-dentro-de-eua/?site=mx

Protocolo de almacenamiento: https://abm.memberclicks.net/assets/DOCUMENTS/PROTOCOLS/8-human-milk-storage-protocol-spanish.pdf

Normas de equipaje Aeroméxico: 
https://aeromexico.com/es-mx/informacion-de-vuelos/equipaje

Experiencias de madres trabajadoras viajeras:

abril 30, 2019

Clara Zapata

Soy Clara, etnóloga chilena-mexicana. Tengo dos hermosas hijas, Rebeca y María José, con Joel, mi regiomontano amado. La libertad y la justicia son mi motor. Creo plenamente en que la maternidad a través de la lactancia puede crear un mundo más pacífico y equitativo y por eso acompaño a familias que han decidido amamantar. Amo la escritura, la cultura y la educación.

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