Cambios…

Por Clara F. Zapata Tarrés

No puedo evitar pensar en mi experiencia al mirar a mi hija que va creciendo. Es mi vida, mi amor, como cualquier hija supongo. El viernes en la noche se acostó a las ocho de la noche y durmió como 14 horas. Llegó a mi lado, a la mañana siguiente, con su pantalón en la mano. Sangre. Comienza esta etapa confundida un poco porque me parece algo acelerado. Pero cada quien somos diferentes. Creo que cada quien vive de manera muy particular e íntima este día en que la vida sexual de una mujer cambia. Unas plantan la sangre, otras honran a la luna, otras hacen toda una celebración o un ritual, otras hasta les dicen “señoritas” (que al final parece que de nuevo nos etiquetaron los patriarcas), otras no lo viven tan alegremente por las sensaciones extrañas, incómodas y a veces insoportables que llevan casi al desmayo… Hay tantas maneras de interpretar La Menstruación.

Hoy acompaño este camino, con abrazos y equilibrio, con olores a lavanda, compartiendo dibujos y hablando un poco. Muchos abrazos. Hoy no pensé que pasaría, esperaba como en dos años más… Pero así nos sorprende a veces la vida. Hoy revivo el momento en que la tomé en mis brazos por primera vez, mi cachorra, mi ternura, mi vida misma. La tomo y valoro enormemente la confianza que me tiene y que me deje abrazarla en un momento que dura la eternidad. Hoy recuerdo perfectamente su mirada cuando tomaba leche de mis pechos, perfectamente. Y me reafirmo que cada madre construye su propia historia con su hija, que no hay una receta a seguir, que es un aprendizaje cotidiano que viene con algunas pizcas de incertidumbre y otras cucharadas de preguntas. Hoy olvido lo que leí y me gusta eso. Hoy recuerdo también a mi propia madre, que me mostró los caminos sin nunca intervenir y dejándome decidir con todo y las consecuencias de mis actos y de mis vivencias, en libertad.

Y tú, ¿cómo has vivido esta etapa con tus hijas? Cuéntame…


*”Las opiniones expresadas en este texto son solo mías y no necesariamente reflejan las opiniones de la Liga de La Leche”.

Clara Zapata

Soy Clara, etnóloga chilena-mexicana. Tengo dos hermosas hijas, Rebeca y María José, con Joel, mi regiomontano amado. La libertad y la justicia son mi motor. Creo plenamente en que la maternidad a través de la lactancia puede crear un mundo más pacífico y equitativo y por eso acompaño a familias que han decidido amamantar. Amo la escritura, la cultura y la educación.

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