Quiero que sepas…

Por Clara F. Zapata Tarrés

Hoy puedo morir. Morir no de una enfermedad crónica. Hoy puedo morir, repentinamente.

Hoy quiero decirte que si muero, quisiera que permanezcas fuerte, que siempre vamos a tener unidos nuestros corazones. Que los momentos que pasamos pegadas por mis pechos y tu boca siempre permanecerán. Estamos para siempre juntas por ese cordón umbilical hoy invisible.

Quiero que sepas que cada día intento acompañarte en tu adolescencia, con las fuerzas que nos llevan a cultivar la paciencia, a ti y a mi.

Quiero que sepas que cada día te miro admirada por tu espontaneidad y por tu palabra de lucha, de conquista y de diversión.

Quiero que sepas y ya lo sabes, que lucho día a día con mis males, mi sueño profundo y que sé que sabes que soy yo, una mamá, una persona como cualquiera. Sé que sabes que no soy una heroína. Me abrazas para confirmarme que puedo tener sentimientos de desencuentro conmigo y que tus palabras sabias me reconfortan siempre.

Quiero que te quede bien claro. Bien claro. Que siempre vas a seguir luchando como lo hiciste en esos días de debate. En esos días que preparando una simple tarea, te comprometiste contigo misma y aprendiste a moderar tus palabras y a escuchar a los demás.

Quiero que recuerdes esa tarde que pasamos imaginando frases para nunca olvidar los ochos de marzo, que fuimos ya avanzada la noche a colgar letreros por las calles, a vestirnos para hacer un tiktok que tuviera significado. Quiero que recuerdes siempre que puedes pedir ayuda a otras mujeres.

Hoy puedo morir. Hoy puedo estar atada a una cama, quizás boca abajo, quizás en terapia intensiva, quizás no podrán verme durante largos días. Quizás ya no me verán. Y tendrán que despedirse.

Quiero que sepas que tu mirada seria es auténtica y que es algo que no necesitas perder te digan lo que te digan. Porque hasta que conozcan tu profundidad de sensaciones y sentimientos podrán hablar.

Quiero que sepas que tu libertad y tu empatía son maravillosas. Que recuerdes y cultives tu habilidad para no juzgar a las personas, tu pausa en la mirada y tu cautela.

Quiero que sepas que como desde que estabas en mi panza, continúes gozando de cada momento, con tu carcajada tan espontánea y juguetona.

Quiero que sepas que eres adorable y que sabes disfrutar como ninguna otra.

Quiero que sepan, las dos, que sus cuerpos son bellos, sin importar lo que esté alrededor. Flaca, gorda, alta, chaparra, no importa.

Quiero que sepan que cada día reflexiono sobre mi maternidad, sobre mi cuerpo, sobre mi aspiración a ser un poco mejor. Que sepan que sí, que me cuesta mucho trabajo y me ha costado mucho trabajo ser distinta al pasado. Quiero que sepan que me he sentido juzgada y que a pesar de ello, he permanecido en mi congruencia.

Quiero que sepan que casi no tengo secretos y que siempre procuro decir la verdad y que me es difícil mentir porque tengo la mirada demasiado transparente y clara, como mi nombre.

Quiero que sepan que mi amor por ustedes es infinito y que siempre las voy a admirar.

Quiero que sepan que tengo miedo. Quiero que sepan que puedo morir mañana. Quiero que sepan que si reencarno lo haré de gata. Y ahí estaré, junto a ustedes, ronroneando y durmiendo a su lado.

Clara Zapata

Soy Clara, etnóloga chilena-mexicana. Tengo dos hermosas hijas, Rebeca y María José, con Joel, mi regiomontano amado. La libertad y la justicia son mi motor. Creo plenamente en que la maternidad a través de la lactancia puede crear un mundo más pacífico y equitativo y por eso acompaño a familias que han decidido amamantar. Amo la escritura, la cultura y la educación.

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