El Amor después del Amor.

Por : Mabel Morales

Dicen los que saben y según la numerología 2025 (9) es un año de cierres. No solo en este año si no a lo largo de los años todos hemos experimentado algún tipo de fin. Vivir un duelo no es solo cuando alguien fallece, también cuando pierdes un trabajo, terminas una relación, se pierde una mascota o no encuentras algún objeto que tiene un significado especial. Ahí también se vive el duelo.

Cuando concluyó el 2024 fui a un taller liderado por uno de mis grandes maestros. La intención de la dinámica era agradecer por lo vivido, hacer un recuento de los aprendizajes y visualizar con consciencia el principio de una nueva aventura. Sin embargo, tengo muy presente que nos hizo ver que a lo largo de este año sería como arar la tierra, quitar la “hierba mala”, lo que se traduce en cerrar ciclos, terminar relaciones, concluir con situaciones y acabar con todo eso que ya no nos contribuye. Mencionó era importante observar desde diferentes perspectivas. Cerrar sin dramas, en gracia y facilidad.

Y sí, los finales y cierres también me alcanzaron a mi. Dejé de ser empleada y me convertí en una emprendedora de tiempo completo. Acabé con la vida acelerada que tenía y empecé a vivir a mi propio ritmo. Dejé de comer a deshoras y empecé a nutrirme mejor. Pasé de hacer cero ejercicio a por lo menos ir a caminar a la Alameda. Decidí que ya no quería cumplir las expectativas de otros y elegí cumplir mis sueños.

Desde esa perspectiva, mis cierres fueron positivos pero, no todo ha sido miel sobre hojuelas. Los emprendedores entenderán que es diferente vivir con una entrada fija a una entrada fluctuante. Que hay días muy buenos y muchos otros no tanto.

Lo que más me ha costado sobrellevar han sido mis relaciones personales. Pfff la neta no estaba lista! De verdad, no estaba lista para que personas también partieran. Y no me refiero a que hayan muerto, si no que simplemente empezamos a dejar de estar en sintonía.

Si me preguntan, de todo lo que se ha tenido que cerrar, esto es lo que más trabajo me ha costado. Duele y mucho! Tanto que en momentos me remonto al dolor que sentí cuando me divorcié. Aparecen en mi cabeza esos pensamientos de: “estoy soñando esto no me está pasando a mí”! Experimento esas manifestaciones físicas de la ansiedad a través de la taquicardia inexplicable y los ahogamientos nocturnos. Pero respiro y me repito. ¡Esto también pasará!

En mi camino por el despertar he conocido a personas maravillosas que me han acompañado y dejado grandes enseñanzas. He podido comprender que cada persona que forma parte de nuestra vida es un “maestro” que viene y va, pues siempre estamos en constante movimiento, cambiando, evolucionando.

Todo tiene un ciclo, y cada persona tiene una misión para con nosotros, cuando la misión se cumple es momento de decir adiós, a veces no necesariamente se van, otras veces la distancia es necesaria, entendiendo que dar espacio no significa abandonar.

El amor también es soltar. Alejarse también es un acto de amor, dejar ser al otro en completa libertad, deseando su felicidad aunque no esté contigo es amor. Comprender que la misión está cumplida a veces duele, pero aferrarse y querer controlar lastima. El amor fluye como el agua de un río, y por ese mismo grande amor hay que dejarlo ser.

A veces las personas no están listas, o ya dieron lo que pudieron dar, retirarse es lo más sano, aunque suene incomprensible. El amor no implica esfuerzo, no es una lucha, tampoco es una necesidad, el amor simplemente es.

Segura estoy que aprenderé a vivir con esas ausencias, que tendré momentos de nostalgia en los que recordaré con amor. Me quedo con esos momentos compartidos y con un enorme aprendizaje. Y por qué no, con la esperanza de un reencuentro de caminos, honrando lo que fue.

Hoy la invitación es, aunque no lo entiendas agradece. Agradece por haber podido experimentar amor en tu vida y sigue tu camino. Sigue alimentándolo pero primero para ti y por ti. El amor y la felicidad no están afuera, ni en otras personas, ni en las cosas. Viven en tu corazón. Busca dentro de ti, cuando te encuentres cara a cara contigo mismo, comprenderás.

Recuerda que el amor después del amor es posible. Como dice la canción de Fito Páez con este titulo, se parece a un rayo de sol. Está en todas partes, viene en diferentes envases. Considero que es el único cierre que no deberíamos hacer. Cerrarnos a recibirlo. Ábrete al amor.

¡Nos leemos Pronto!

MM