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LUNA LLENA EN ESCORPIO

reflection on the sea of RED moon with the highly visible craters in the night

Por Dona Wiseman

Dibujé un intento de espiral, o una especie de círculo que no cierra.  Luego coloreé algo que parecen aspas desde el contorno de otro círculo más grande hacia adentro, hacia el centro, más ancho en la parte de afuera, angosto en la parte de adentro.  Mis colores en estos días son el amarillo, los cafés y el rojo.  No logré un rojo tan fuerte como hubiera querido.  Se quedó en rojo vinoso, algo apagado, tal vez más profundo.  En el centro puse arena, arena con unas cuantas semillas.  Un par de horas después estaba en el hospital recibiendo tres puntadas en la parte de atrás de la cabeza. 

La luna llena, luna rosa, está en escorpio.  No termino de procesar qué podría significar eso, pero sé que hoy vi la luna casi llena y saqué fotos.  Pero no me detuve.  Algo me faltó.  Seguí de frente en sensaciones y temas que venía contemplando.  Contemplando.  Observando sin llegar a más.  Y un par de horas después estaba ante una de mis fantasías catastróficas.  ¿Cómo será el momento en que sucede algo y no está nadie allí? 

La luna llena, luna rosa en escorpio y me entretuve.  Así como me entretengo habitualmente.  Mientras me esperas, mientras me esperan la luna y las flores.  Me entretengo.  Y todo se transforma.  No creo que sea para bien o mal necesariamente, solo cambia.  Los seres humanos somos resilientes y capaces de ajustarnos a cuanto “disturbio en la fuerza” que el Universo nos deja caer.  Me gustaría poder decir que “todo va a estar bien”, pero no lo creo.  A la vez siempre he confiado que sí, que todo va a estar bien.  El flujo de la vida es así y siempre sale a favor de la vida misma. 

No importa en qué dirección volteo la mirada, veo la vida en todas sus manifestaciones, incluyendo la muerte.  Veo procesos, crecimiento, decisiones, emociones, dolor, satisfacción, deseos, necesidades.  Veo el pasado, presente y futuro empujar confines permeables y derramarse en el aquí y ahora.  Ayer una persona me preguntó si soy feliz.  Creo que a veces parezco más fría de lo que realmente soy.  Y no creo haber contestado lo que esa persona hubiera querido escuchar.  Respondí lo que sé.  Estoy satisfecha y agradecida con lo que hay en mi vida, y consciente de que hay necesidades no resueltas.  Desde mi definición, soy feliz.  Aunque mi estilo no incluye lo que a muchas otras personas le parece que debería.  Por la manera en que me cuestionan los deduzco.  No incluye preocuparme por vivir sola.  No incluye creer que cualquier cosa que pienso lo puedo hacer.  No incluye lamentar el paso de años ni mi edad. 

No lamento mucho en realidad, pero sí hay cosas que quiero hacer de otra manera.  Estoy esperando percibir el siguiente “disturbio en la fuerza” para agarrar la ola y ver qué sigue.  Ya hay algunas pistas, como líneas, colores, formas, y lunas. 

Dona Wiseman: Psicoterapeuta, poeta, traductora y actriz. Maestra de inglés por casualidad del destino. Poeta como resultado del proceso personal que libera al ser. Madre de 4, abuela de 5. La vida sigue.
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