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NO SALGAS DE CASA CUANDO TE CASES

Por Angélica Rodríguez

Si sales de tu casa vestida de blanco no importa la edad que tengas, te vas con la bendición de tus padres. Dejas ese hogar para formar tu propia familia. Irte porque te casas es algo que no se cuestiona. Paradójicamente, cuando elegimos compartir nuestra vida con alguien, es cuando nuestros papás nos permiten ser “libres”. Tus padres tienen la tranquilidad de que no vas a estar sola, ya no tienen que cuidarte o estar pendientes de tus acciones, eres una mujer casada e ¿independiente?

El matrimonio ha sido por décadas la razón principal por la que se deja el nido, incluso en generaciones pasadas se ponía una edad determinada: preferentemente antes de los treinta, porque si llegabas a esa edad y aún no te habías comprometido ya era algo preocupante. Actualmente, aún funciona más o menos así y aplica para ambos géneros. En México existen miles de hombres y mujeres adultos viviendo en casa de sus papás hasta que se van a formar una familia.  

A los hombres no se les cuestiona el cuándo o por qué deciden salir de casa, las razones para abandonar el hogar realmente no importan. En cambio, las mujeres pareciera que la tenemos más difícil. No está bien visto que salgas de tu casa, si no es para casarte. O bien siempre tiene que haber una buena razón, en el mejor de los casos (aquellas con ciertos privilegios) se puede justificar que se vayan antes del matrimonio porque van a continuar sus estudios en un mejor lugar o consiguieron un buen trabajo fuera de la ciudad.

Toda mujer debería aspirar a la independencia. Salir de tu casa solamente porque quieres, sin importar si deseas casarte, sin un justificante, simplemente porque llegó tu momento de vivir sola. ¿Por qué hace ruido?, ¿por qué en nuestro país aún es un tabú que una mujer salga sola de casa de sus padres?, ¿por qué le preocupa o incluso interesa esto a la sociedad?  Por ejemplo, cuando decidí independizarme (no casarme, solo irme) la pregunta más frecuente era: ¿cómo lo tomaron tus papás? Y no culpo a todos aquellos que se lo cuestionaban, incluso yo sufrí semanas pensando en cómo podría decirles para que; no se sintieran mal, no se enojaran, no pensaran cosas malas de mí, para que estuvieran contentos y de acuerdo con mi decisión.

Puede dar miedo al principio, el tomar por completo las riendas de tu vida. Tal vez nunca lo pensaste y siempre soñaste con el cuento ideal de la boda, el esposo y la familia, pero piénsalo… primero tu papá, después tu marido, ellos son los que se hacen cargo de cuidar, proteger y proveer, ¿no seremos capaces nostras también de hacerlo? Mi mejor consejo es independízate por una sola razón: porque puedes. No esperes la oportunidad laboral en otro país, ni la beca académica para estudiar en otra ciudad, no esperes a que alguien te lo pida. No necesitas nada ni a nadie para tomar esa decisión, hazlo por ti. Lo único que requieres es tener la seguridad y confianza de que tú puedes sola.

Y si en tus planes de vida está casarte, con mayor razón hazlo. No es necesario tener a un hombre que nos cuide y nos mantenga, si nos casamos lo hacemos porque queremos. Ser independiente antes de decidir compartir con alguien más debería de ser un paso obligado. Entrarás a un compromiso de vida sin miedo a perder, sin el temor de que no funcionen las cosas, porque sabes que de ser así no tienes que quedarte solamente porque crees que no vas a sobrevivir sin tu pareja.

Independencia es no depender. Si queremos vivir en un mundo de igualdad, debemos de terminar con este tipo de pensamientos en el que las mujeres somos débiles o necesitamos protección. Tanto hombres como mujeres, somos seres humanos libres y tenemos la capacidad de elegir, sea lo que sea que queramos para nuestra vida.

Pagar una renta, mantener una casa con todo lo que implica como tener gastos fijos y pagar recibos, puede no escucharse como una oferta atractiva. Claramente es algo que incomoda, es un cambio que implica esfuerzo y muchas veces sacrificios, pero te lo digo: ¡lo vale! El regalo más grande que obtendrás es el sentimiento de satisfacción de ser dueña de tus decisiones. Ciertamente es un privilegio, pero no es algo imposible. Busca la forma de hacerlo, regálate la oportunidad de probar lo que se siente ser realmente independiente, jefa de tus decisiones y libre de hacer lo que quieras.

Para muchas mujeres independizarse no está en sus planes, no es una prioridad, por eso la invitación a hacer ese cambio y dar el gran paso. Encuentra tu momento, no importa la edad, ni en donde vivas. No es necesario que te vayas lejos, ni que cortes relación con tus padres. No tiene por qué ser algo malo, velo como lo que es: un logro en tu vida. Y si nadie te apoya: sigue adelante; si nadie en tu familia lo ha hecho anteriormente: sé la primera.  Hazlo antes de que algo o alguien se interponga en los planes, solo tienes una oportunidad de irte de tu casa por primera vez. Te puedo asegurar que no te vas a arrepentir.

Angelica Rodriguez: Licenciada en Mercadotecnia, emprendedora, soñadora y creativa. Feminista en progreso. Creadora de la marca y libro planeador de bodas To be Bride. Veintinueve años de experiencia en la vida y sumando. Escribo con el objetivo de inspirar, ayudar y documentar.
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