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Un embarazo ecológico

Por María Fernanda Zetina

Desde que me salí de casa de mis padres he comenzado a hacerme de hábitos que cuiden el medioambiente y sean saludables para mi mente, mi cuerpo y mi espíritu.

Ahora, en mi primer embarazo creo que es el momento propicio para aprender y fomentar esos valores ecológicos. Esto me ha ayudado a ser más consciente con los procesos naturales, a admirar la sabiduría del cuerpo humano y transmitirlo a mi bebé, a la familia y a las demás mujeres que quieran o sean madres.

Nutrir al cuerpo

Lo mejor es lo natural, es decir, si vas a humectar tu piel lo único que necesitas es aceite de coco orgánico. Este es excelente para hidratar, también lo puedes usar como tratamiento para el cabello dejándolo unos 30 min y luego lo lavas de forma normal.

Para protegernos de los mosquitos y el tan temido Zika, yo le agrego a mi aceite de coco corporal, gotas de lavanda y aceite de árbol de té. También venden un repelente líquido muy bueno, ya preparado de la marca AHAL que además de aislar los insectos, contiene ingredientes naturales y vitaminas que nutren la piel.

Para el aseo personal recomiendo usar shampoos y jabones de productores locales que contienen ingredientes naturales. ¡Vaya que si notarás la diferencia! Yo después de usarlos tengo más cabello, se detuvo la salida de canas y brilla más.

Los cosméticos que recomiendo por ser una marca mexicana que usa ingredientes naturales, y también consciente con la naturaleza son los de Ere Perez. Te dejan bonita y nutren la piel, además que cuando nazca tu bebé podrás besarlo sin dejarle químicos dañinos en su piel.

Te recomiendo que trates de acostumbrarte a tu aroma natural sin perfumes ya que cuando nace el bebé, el pecho de la madre despide un aroma similar al del interior del útero, ellos lo reconocen y se sienten estimulados por los distintos aromas que perciben, así que para no sobre estimularlo y confundirlo hay que evitar las lociones y perfumes.

Para aromatizar el ambiente evita los aromatizantes comerciales, es mejor usar algún difusor con aceites esenciales que no contamine el medio ambiente y no olvides consultar todo con su médico correspondiente.

Para la alimentación lo ideal es consultar a un nutriólogo/a certificado y evitar comer alimentos procesados, comprar productos locales, si se puede que sean orgánicos mejor. A mí me ha funcionado llevarme snacks al trabajo, frutas, almendras, nueces. Evitar consumir comida chatarra que solo nos hace daño a nosotros y al planeta.

Tener plantas en nuestro hogar también ayuda a respirar un aire más limpio, aprovecha los tiempos libres para hacer tus macetas y seleccionar lo que vas a plantar.

Es importante considerar que tus productos para el cuerpo sean con el mínimo impacto ambiental, saludables y eco-conscientes. Para esto hay que leer las etiquetas, saber que lo que contiene no sea un cóctel de químicos, colorantes y aromas artificiales que ni podemos pronunciar.

Nutrir el alma

Escuchar música, meditar, escribir, dibujar, salir al parque escuchar los sonidos de las aves, el crujir de las hojas, todo esto estimula a nivel sensorial a ti y a tu bebé. Yo practico yoga y además de ejercitar mi cuerpo también mi mente y espíritu están conectados y no sé por qué pero siento también esa conexión con mi bebé que en este momento es parte de mi cuerpo y de mis funciones.

Nutrir la mente

Aprende algo nuevo, siempre. Y así como todos los días tiramos la basura en su lugar, así hay que aprender a desechar los pensamientos que contaminan nuestra mente y espíritu, como tarea diaria aprender a soltar y a sonreír a cada instante.

María Fernanda Zetina: Arquitecta paisajista con experiencia en jardinería vertical y azoteas verdes. Actualmente trabajo diseñando espacios y mobiliario de madera. Soy amante de la naturaleza y de vivir en armonía. En mis tiempos libres imparto talleres de huertos urbanos, bioconstrucción y participo en eventos de reforestación urbana.
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