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LA ENFERMEDAD DEL TIEMPO

Por Champaca Treviño

 

Como lo dice una frase de una canción muy conocida, viviendo tan deprisa la vida no se aprecia; nuestra cultura, la sociedad, el medio en el que vivimos, trabajamos y nos desenvolvemos nos ha inculcado el miedo a perder el tiempo, cada día buscamos más actividades por realizar, no sabemos decir un NO oportuno, generamos un listado de compromisos y responsabilidades y no nos damos cuenta que esa aceleración nos hace desperdiciar la vida.

Cuántas veces hemos tomado rápido un café sin saborearlo, visto una película sin disfrutarla, ver un partido de alguno de nuestros seres queridos sin observarlo, ya que al mismo tiempo estamos contestando llamadas o mensajes, manejar sin el cuidado absoluto a nosotros mismos y los que nos rodean porque queremos aprovechar cada segundo y estar presentes en un chat.

Cada día es más frecuente escuchar frases como “ya me voy porque tengo otra piñata”, otra cena, otra reunión, nos dividimos hasta para los festejos teniendo tantos compromisos que ni siquiera los disfrutamos y tenemos paz solo cuando todo se termina y ya estamos en casa descansando.

Personas que me han comentado, Champaca te tardas mucho tiempo para comer, ¡come más rápido! Hemos dejado poco a poco de lado la tranquilidad, la serenidad, lo tenemos como un punto sin prioridad.

Disfruto horas cocinando un platillo soy una persona que considera que viajar, disfrutar con los amigos, cocinar y saborear un buen platillo son grandes placeres que generan calidad  de vida.

Sin embargo, también me he observado y veo cómo fácilmente caigo en el correr diario, el ir y venir a lugares, generar compromisos.

Es una línea muy delgada que existe entre el disfrutar una salida y abrumarte con una agenda llena de compromisos. Ha pasado el tiempo y he aprendido que también es posible disfrutar una película en casa en familia sin salir, y no pasa nada, aprender a priorizar en actividades para los niños, nunca voy a olvidar el día que vi a mi hijo sonámbulo y le hable a su pediatra, lo revisó y me dijo, tranquila, lo que el niño necesita es DESCANSAR, está lleno de actividades, que en lugar de servirle le están generando sobre excitación que no lo dejan descansar, en ese momento entendí que no necesitamos tener a los hijos repletos de actividades y que un día en casa viendo televisión no daña, no afecta, no pasa nada si decidimos PERDER EL TIEMPO, porque NO  lo estamos perdiendo sino todo lo contrario, estamos encontrando paz y disfrutando de un momento de silencio, de soledad, de juegos, de tranquilidad o de NO HACER NADA y no pasa nada.

Dejemos a un lado ese temor a descansar, busquemos dar un respiro y encontrar paz y disfrutar el placer de ver correr el tiempo pero no a nosotros mismos.

 

Champaca Treviño: Esposa, madre y empresaria, busco equilibrar mi vida en diversos roles personales y empresariales. He apoyado en el desarrollo humano de líderes y emprendedores para mejorar su calidad de vida enfocándome en las actitudes y valores para equilibrar la productividad personal y empresarial. Conferencista y tallerista de directivos, gerentes, operativos, mujeres líderes y jóvenes emprendedores. Algunos de mis artículos han sido publicados en otros medios.
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