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LA MAMÁ DE JOSÉ JOSÉ

Por Dona Wiseman

Debo declarar que jamás conocí a José José ni a su madre, quq Dios los tenga en su santa gloria, sino que estoy viendo la serie en Netflix y desde allí estoy reaccionando a dos personajes (más bien a todos los personajes) tal y como están representados en esa serie.  Entonces confieso que el juicio que estoy a punto de vomitar no tiene bases en ninguna realidad (pero sí), o sea, decir que la mamá de José José es la peor mamá de la historia del mundo es muy exagerado (admitidamente).  En la serie esta figura es una madre sobreprotectora y metiche.  Sí, me doy plena cuenta que me estoy mordiendo la lengua solita.  Es una mujer que pasa la vida manipulando la verdad e influyendo para que sus hijos y nueras y nietos y demás personas cercanas hagan lo que ella considera lo correcto para sus vidas.  Y eso que ella tuvo un marido abusivo que trató mal incluso a los hijos.  En los episodios ella dice varias veces, “…a menos de que pienses ser como tu papá…” 

Hay varias escenas en donde uno de sus dos hijos llega con ella a platicar sobre sus problemas.  La señora le dice al hijo en turno, “Hijo, es que tú debes entender que…”, a lo cual el hijo responde, “¡Mamá! Vine a que me escucharas, no a que opinaras, menos a que me digas qué tengo que hacer. ¡Caray, no se puede hablar contigo ya!”  Y al final de la mal habida plática, ese mismo hijo le pide dinero a la mamá y le pide que le tape su desmadre con una mentira.  Y la mamá lo hace.  ¡Declaro!  Hijo mío, tienes de dos sopas, o me dices lo que puedo decir y de lo que te puedo hablar, o me pides lana y favores.  Ah, pero eso depende de mí.  Esta mamá ha decidido el estilo de relación que tiene con sus hijos (dos alcohólicos con relaciones muy problemáticos).  No, no es “culpa” de la mamá.  No de esa manera.  Pero sí. 

Las madres sobreprotectoras hacen hijos inútiles.  Siempre.  Entonces mamás…  Si eres de las que van a defender a sus hijos ante los “maltratos” de los maestros que les ponen cero cuando no llevaron la tarea… Si excusas a tu hijo cuando golpea a su esposa “porque tiene buen corazón…” Si cada vez que tu hijo se pelea con un amiguito te peleas tú con la mamá del otro niño… Si doblas las reglas para satisfacer las necesidades de tus hijos…  Si aseguras que tus hijos sean primeros en las filas… Si les das “todo lo que puedes y todo lo que tú no tuviste…” Si te metes en chinga a evitar que tus hijos paguen cualquier sanción por castigos por algo que sí hicieron…  Si hablas con tu amigo el juez para que no detengan a tu hijo que iba manejando borracho…  Si proteges a tu hijo de un papá iracundo, en vez de poner un remedio más real…  Si le dices a tu hijo que jamás vaya a ser como su papá…

Si no pones límites y no te respetas tú lo suficiente para que los demás te respeten…  Tendrás hijos inútiles.  Suena drástico.  Algunas mamás, como la de José José, y muchas de nosotras, cargan culpas porque no fuimos madres “buenas”, entonces sobre-compensamos.  Y ¡ojo!  Esa sobrecompensación no es para el bien del hijo, sino para quitarnos alguna culpa, para que nos vean buenas o buena onda, para que no nos critiquen, para ser bien vistas.  Es el propio ego que necesita la sobreprotección y la sobrecompensación.  Mi ego frágil busca la falsa admiración y no quiere hacer el trabajo de sostener límites y ser confrontada por no hacer lo que el hijo quiere, o lo que creo erróneamente que sería ser buena mamá.  Es parecido a cuando tenemos que escoger ante decir nuestra verdad o caer bien y no hacer olas.

Dona Wiseman: Psicoterapeuta, poeta, traductora y actriz. Maestra de inglés por casualidad del destino. Poeta como resultado del proceso personal que libera al ser. Madre de 4, abuela de 5. La vida sigue.
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