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SIN MIEDO A SER LLAMADA FEMINISTA

Por Angelica Rodríguez

¿Por qué no podemos decir abiertamente que somos feministas? Por miedo de ser rechazadas por los hombres o inclusive por otras mujeres, por no querer ser juzgadas, porque manifestarte y rebelarte no está bien visto, por pena a que te asocien con aquellas que maltratan un monumento, por no hacerte acreedora de la etiqueta de radical o “feminazi”. Porque van a pensar que a mí me han violado o violentado, porque van a asumir que quiero abortar, porque yo si me quiero casar y ser madre de familia que se dedica al hogar y ese movimiento es lo opuesto.

Si da miedo, da miedo enfrentarte a la realidad. Ser feminista es renunciar al mundo color de rosa y abrir los ojos a un mundo que existe. Ser feminista es dejar de ser indiferente. Es fácil hacer como que las cosas no pasan, no decirlo, ni protestar. Es de valientes manifestarse en contra de la violencia, exigir igualdad y luchar por nuestros derechos.

El mismo coraje que han tenido las mujeres que han rayado algún monumento, lo tengo yo dentro de mí. Coraje, impotencia, miedo, repudio, tristeza al conocer todas las historias ahora contadas por millones de mujeres violentadas que durante muchos años no lo contaron y hoy pueden alzar su voz.

Un colectivo que tiene miles de variantes y subgrupos, de matices y formas de protestar. Pero todas unidas por una misma causa. Me llena de orgullo saber que cuento con una tribu de mujeres valientes y capaces de hacer todo por todas. Mujeres que salen a las calles a defender no solamente sus derechos sino también los míos, los de todas. Estas mujeres me representan. Y todas queremos lo mismo.

Una lucha que no empezamos nosotras, que no inicia ni siquiera en esta década, pero de la que ya somos parte. Somos el presente, lo hacemos por un mejor futuro y seremos historia. Yo también creía que no eran las formas. Y efectivamente no son las formas de tratar a una mujer.

No debería ser un tema a debatir la forma en la que pedimos respeto para vivir nuestra vida y disfrutar de la libertad ¡ni siquiera deberíamos de tener que pedirlo!. No tenemos por qué ganarnos el respeto de los hombres, ni “darnos nuestro lugar” como a muchas nos enseñaron. Estamos exigiendo lo que merecemos por el simple hecho de haber nacido, porque somos seres humanos.

Esta lucha no solo es de las rebeldes, es de todas. Puedes no estar de acuerdo con acciones específicas, pero si te representan. Porque cualquiera podría ser la víctima y no queremos que sea ninguna. La lucha es para todas, te manifiestes o no. Estamos alzando la voz por las que ya no están, por las que estamos, por las que no han sufrido, por las que sufren y por las que lleguen a este mundo para que no tengan que padecerlo.

Los logros de esta rebelión son efectivos para todas las mujeres, hayas sido parte del movimiento o no. Estas nuevas leyes también son para ti, la protección, el respeto y la deconstrucción de ideas y educación basadas en el machismo con el fin de vivir en un mundo con igualdad de género nos benefician a todas.

Una vez que inicias ya no hay marcha atrás, nos falta un largo camino por recorrer, pero juntas lo lograremos. A nosotras nos toca desaprender para enseñar. El hartazgo del pasado nos hace cambiar el futuro, porque ya no permitiremos, ni alentaremos ningún tipo de violencia en nuestra contra. El día de hoy somos más fuertes, tenemos voz y además gritamos. Sí, no me da pena, claro que soy feminista y como no serlo si yo también temo por mi vida y de todas las mujeres que amo, nos quiero vivas y libres.

Que el privilegio no nuble tu empatía.

Angelica Rodriguez: Licenciada en Mercadotecnia, emprendedora, soñadora y creativa. Feminista en progreso. Creadora de la marca y libro planeador de bodas To be Bride. Veintinueve años de experiencia en la vida y sumando. Escribo con el objetivo de inspirar, ayudar y documentar.
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