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DON´T LOOK BACK

Por Liliana Mendoza

Hace poco me recomendaron un libro, “Atrévete a no gustar”, este libro explica de forma sencilla y práctica la filosofía de Adler, psicólogo discípulo de Freud que se separó de él precisamente porque pensaba que no tenemos que quedarnos anclados en los traumas del pasado y que el inconsciente no es todopoderoso.

Adler afirma que infancia no es destino y desarrolla una postura de mayor libertad en la que el peso más grande lo tienen las decisiones que se toman para elegir un estilo de vida u otro.

Este texto parte de una idea: la felicidad solo es posible si dejamos de tener miedo del rechazo. Si aceptamos que no podemos darles gusto a todas las personas y que es imposible no ser lastimado en nuestras relaciones.

Algunas de las ideas planteadas en este diálogo me recuerdan mucho algunas ideas budistas, que hablan de que lo que nos define como persona es nuestra actitud ante la adversidad, es decir, que acciones hacemos o tomos frente a las situaciones en nuestras vidas.

Adler dice que el cambio solo es para los valientes y que con frecuencia buscamos culpables de lo que no hemos logrado: culpamos al pasado o al contexto que nos rodea. Hay quien encuentra defectos en todas las personas para evadir las tareas de la vida solo para no verse a sí mismo. Cabe subrayar que hay decenas de razones por las que una persona no tiene la vida que sueña y no solo por falta de valentía, aunque sea emocionante pensar que solo con valor se puede conseguir cualquier cosa.

Desde mi perspectiva el libro nos invita a reflexionar y a hacernos responsables de nuestras decisiones, esto podría implicar no agradarle a los demás, sin embargo, quienes viviremos las consecuencias buenas o malas de nuestras decisiones seremos nosotros. Aquí es donde va la responsabilidad.

Nuestro objetivo debería ser mejorar un poco cada día comparado con como éramos antes, en vez de simplemente dedicarnos a competir con otras personas y desilusionarnos cada vez que fallemos.

Para ello solo tenemos que aceptar que el pasado no nos marca, y que el presente es lo único que importa.

Liliana Mendoza: Mamá de Diego, Maestría en Administración de Instituciones Educativas, trabajo en el sector público, me apasiona leer y aprender sobre mujeres. Ahora aprendo a ser mamá.
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