VENCIENDO A LOS DÍAS TRISTES

Por Brisa Alcazar

Los meses de enero parecen fríos y grises, lo que puede parecer estresante y triste para algunas personas. Incluso como médico legista puedo constatar que se incrementan los casos de depresión, intentos de autolisis e incluso los casos de suicidio. Aún puedo recordar el enero del año anterior en el que para el día 12 ya sobrepasábamos los doce suicidios. Esto, estadísticamente, representaba más de uno diario, en esta pequeña ciudad que ya parece muy industrial, en la que, a pesar de las grandes oportunidades de trabajo, de la cercanía entre punto y punto de la ciudad, ya se empieza a notar el incremento también del tráfico, del estrés y todo esto conlleva a la depresión y adicciones.

Enero puede ser el peor mes del año para sobrellevar el tema económico o para socializar y más aún si el frío es intenso. Pensando en todo esto y estudiando sobre el tema, aunque se escucha muy trillado, enero también es un buen momento para renacer y florecer, pues las plagas se queman con una buena helada, los mosquitos se van, los árboles se quedan sin una sola hoja. Siempre después de la tormenta, después de los días grises y justo a mitad de febrero al árbol de chabacanos de mi casa, le empiezan a brotar esas hermosas flores blancas, a las higueras les comienzan a salir sus hojitas verdes y casi a mediados de marzo el árbol de las higueras se vuelve tan frondosos que da una impresionante sombra que a veces se requiere podar ya que quitan la visibilidad etcétera. Así que volvemos al ciclo, llega la primavera y se pinta nuevamente todo de hermosos colores.

Vamos a recapitular, no cabe duda que la depresión es una enfermedad y es poco entendible por las personas que no la padecen. Sin embargo, como servidora de la salud con experiencia sobre los temas del suicidio que aparecen a la orden del día, he notado que en enero son más comunes y por lo tanto tenemos que asumir nuevos papeles como sociedad para detectar esos focos alarmantes en alguien con depresión. Desde síntomas tan diversos como sensación de cansancio constante, falta de energía, alteraciones del sueño (dormir la mayor parte del día o insomnio por las noche), cambios en el apetito o el peso, pensamientos de muerte o suicidio, autolesionarse. Por otro lado, encontramos la depresión silenciosa o enmascarada en la que los pacientes se quejan de síntomas físicos y no de alteraciones en el estado de ánimo.

Estadísticamente, según la Organización Mundial de la Salud, 5% de toda la población adulta padece de depresión y es más común en mujeres. El suicidio se presenta en más de 720,000 personas en el mundo cada año, siendo la tercera causa de muerte incluyendo factores sociales, culturales, biológicos, psicológicos y ambientales. También es sabido que la depresión se encuentra estrechamente relacionada con la salud física en la cual ésta representa un factor importante. Estos mismos síntomas (falta de actividad física o consumo de alcohol) también desempeñan riesgos conocidos para enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y las enfermedades respiratorias. Al mismo tiempo personas con estas enfermedades o de cualquier otro tipo pueden estar presentando depresión a causa de las dificultades asociadas con el manejo de su afección.

El primer tratamiento para la depresión es la ciencia de la psicología la cual puede enseñar a los pacientes a encontrar nuevas formas de pensamiento, así como los antidepresivos, los cuales se utilizan en depresión moderada y grave y deben ser prescritos solo por médicos con especialidad en psiquiatría. Siendo la psiquiatría y la psicología temas que debemos eliminar como tabú, pues si bien todos hemos sido expuestos a complejos, traumas o entornos que pudieron en algún momento de nuestra vida no ser favorecedores, no es una falta de respeto a nosotros mismos entender que podemos requerir ayuda psicológica en algunas circunstancias, incluyendo la depresión u otras enfermedades que requieran de este apoyo o tratamiento. Por el contrario aceptar dicha ayuda, apoyo o tratamiento, habla del amor a la vida, de nuestro instinto de supervivencia, de nuestra fortaleza y fuerza de voluntad a aceptar que la vida en si misma conlleva ser estresante por lapsos y que problemas o sentimientos encontrados siempre van a existir. Además de esto existen, en la mayoría de las organizaciones, gobiernos y escuelas, grupos de apoyo contra la depresión y el suicido de los cuales se ha comprobado una mejoría en los síntomas y un gran coadyuvante a la disminución de los casos de suicidio.

Con esta columna busco abrazar el corazón de las personas que sufren de este padecimiento, recomendándoles un cambio de hábitos en su alimentación, regular los periodos del sueño en la medida de lo posible, actividad física, aunque sea solo dar un paseo, ya que al caminar y respirar el aire fresco, nuestro cerebro se encuentra recibiendo una mejor oxigenación, y realizar esta actividad tan sencilla puede mejorar nuestro estado de ánimo en cuestión de minutos. Recordar que después de los días grises tienen que venir los días de colores, siempre van a existir los momentos de tristezas o dificultades pero la vida también está hecha para experimentar esos momentos de felicidad y agradecimiento, de los cuales simplemente podemos agarrarnos para seguir luchando y si sabemos de alguien con estas enfermedades podemos ser empáticos entendiendo que su sentimiento lo podemos acompañar, mas no sabemos por todo el proceso que puedan estar pasando, y recordarles que la vida sube y baja todo el tiempo.

Así que si hoy te sientes triste como en un día de enero gris y frío, recuerda que ya llegará febrero y marzo, ya habrá otro momento que te saque una sonrisa suficiente para agarrarte de la vida que Dios nos ha regalado y que aquella obra que vino a hacer transformándose en hombre para sufrir y pasar por dificultades como las que nosotros también pasamos, para sentir el dolor físico y el dolor del alma como nosotros, Jesús ya lo venció, demostrándonos que nosotros también lo podemos vencer y cuanto más creyendo en Él y aferrándote a lo que más amas, a tus hijos, mascotas, familia y aún sin tener nada el Espíritu sin darte cuenta te consuela recibiendo así el abrazo que necesitas, fijando tu mirada en la esperanza y la bondad. 

POR MENOS SUICIDIOS, POR MÁS AMOR EN EL MUNDO, POR MÁS VIDAS FELICES DE NIÑOS Y ADULTOS, POR MÁS SALUD MENTAL, NO TE RINDAS Y SIGUE QUE YA DE POR SI LA VIDA ES CORDA, INTENTALO HASTA QUE LO CONSIGAS ¡VIVE AL MÁXIMO!

CON AMOR BRISA ALCAZAR.

Brisa Alcazar

Soy médico general y médico legal, tengo una maestría en gestión directiva y administración de hospitales. Fui médico de atención clínica durante toda la pandemia COVID 19. Uno de mis mayores intereses es abrir una brecha hacia la educación en salud, desde las edades de preescolar hasta los adultos mayores; esto podrá prevenir enfermedades a futuro que puedan conllevar a complicaciones letales y/o a una inestabilidad económica, así como a una sociedad donde los servicios de salud no fueran saturados. Desempeñarme en el ámbito médico legal, me ha mostrado un panorama más realista de la vida. Como experiencias y situaciones difíciles de enfrentar, que pueden ocurrir en cualquier momento, mayormente para prevenir accidentes o consecuencias de enfermedades mentales como el suicidio.

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