Cambio de Frecuencia

Por: Mabel Morales

Las personas con las que decidimos relacionarnos y no solo de una forma romántica, por lo general no tienen nada que ver con cómo se ven, si no como vibran.

Hay personas muy lejos de mi, algunas que ni siquiera conozco en persona pero con las que conecto sin explicación. Algunas otras las tengo cerca, pero cada vez que hablan es como un taladro en la cabeza o un repelente para mosquitos.

Toda relación nos deja un aprendizaje, eso ya se ha comentado antes. Pues ya lo dice la frase, “lo que te choca, te checa” y no necesariamente se refiere a que lo que te incomoda de esa persona lo tengas tú, sino para reflexionar para qué sientes esa incomodidad.

A veces estamos en relaciones solo porque forman parte de la familia, o son años de amistad, por querer encajar, para adaptarse y por el deber ser o para no estar solos. Pero resulta que esto puede cambiar. Uno elige y decide si se queda a pesar de que la frecuencia ya no es la misma.

Con el paso del tiempo y en los últimos años he tenido que tomar decisiones, alejarme de lugares, personas y cosas que ya no quiero para mi vida. Me costó mucho trabajo, me daba miedo lastimar o salir lastimada, sin embargo he comprendido que se puede hacer desde el amor y en paz, pues poco a poco he aprendido a ponerme en primer lugar y entender que esos actos no reflejan egoísmo si no fortalecimiento de autoestima y amor propio. Sigo aprendiendo a poner límites y a decir desde el amor y la compasión, por mi y para mí, un rotundo y definitivo no. Incluso.con agradecimiento.

¿Cuántas veces nos quedamos ahí, por querer pertenecer? ¿Cuántas veces nos quedamos ahí, por querer agradar? ¿Cuántas veces nos quedamos ahí, para no estar solos? ¿Cuántas veces nos quedamos ahí, por el que dirán? Esclavizandonos a algo o a alguien que no nos suma! Poniendo en riesgo nuestra estabilidad emocional.

Ojo no estoy diciendo que es fácil, no pasa de un día para otro. No te levantas un día y tiras todo lo que ya no te sirve, es un proceso que en su mayoría, duele, que es para valientes y no todo mundo está dispuesto a vivir. Lo cual es respetable. Tampoco estoy diciendo que soy súper valiente y que me las sé de todas todas. Simplemente comparto desde mi experiencia y perspectiva por si lo que escribo le resuena a alguien.

Está bien moverse de lugar! Está bien cambiar de frecuencia! Todos los días es una nueva oportunidad para hacerlo diferente, para crecer y evolucionar. Cada quien tiene su propio ritmo y está bien no estar en el mismo “track”. Hoy tal vez mi estación favorita está llena de “pop” y la tuya de un poco de “salsa” no está bien ni mal, solo estamos en distinto ritmo y frecuencia, lo que nos hace no coincidir sin faltarnos al respeto.

Las diferencias a veces nos unen y otras tantas nos separan. Sin embargo dar espacio no es abandonar. No es rechazo, es alineación. En la búsqueda del equilibrio, la energía nos guía hacia entornos y personas que nutren nuestro crecimiento. No luches contra ello. Agradece lo vivido, honra el aprendizaje y permite que esa energía haga su trabajo. El amor verdadero – el que está en alta sintonía – nunca se pierde, solo se transforma.

Nos leemos pronto! MM