CREE EN TU REALIDAD Y EXPANDE TU CONCIENCIA

Por María Hernández

En este mundo lleno de opiniones, expectativas y estándares que nos llegan desde cada rincón, es fácil sentirse atrapada en realidades ajenas. Las redes sociales, las comparaciones y las creencias heredadas pueden convertirse en un mapa que seguimos sin cuestionar, olvidando que cada una de nosotras tiene el poder de dibujar su propio camino. Pero, para vivir una vida plena y auténtica, es fundamental creer con todas nuestras fuerzas en nuestra propia realidad.

La clave para construir una realidad propia está en reconocer lo que verdaderamente deseas. La mayoría de las veces, nuestras aspiraciones se ven influenciadas por lo que “deberíamos” querer: un trabajo “seguro”, un cuerpo “perfecto”, una vida que se vea bien desde fuera. Pero, ¿qué pasa si decides escuchar a tu esencia? Esa voz interna que te susurra sueños locos y pasiones que quizá has ignorado por miedo a ser juzgada. Escuchar esa voz requiere valentía, pero también honestidad. Pregúntate: ¿estás viviendo para complacer las expectativas de los demás o para honrar lo que realmente te llena el alma? La grandeza no está en alcanzar lo que otros consideran éxito, sino en tener el coraje de diseñar una vida que resuene contigo.

Expandir tu conciencia significa cuestionar las creencias que has aceptado como verdades absolutas. Tal vez te han dicho que no eres lo suficientemente capaz, fuerte o merecedora de grandes cosas. Pero esas ideas no son tuyas; son reflejos de las limitaciones de otras personas. Al observarlas con una mente abierta, te darás cuenta de que puedes elegir qué creer. Practica el arte de la introspección. Dedica tiempo a meditar, escribir o simplemente reflexionar sobre tus pensamientos y emociones. A medida que lo hagas, descubrirás que muchas de las barreras que te detienen no son reales; son historias que te has contado y que puedes reescribir.

La importancia de redefinir el éxito es otro paso clave en este camino. Para muchas mujeres, el concepto de éxito ha estado definido por estándares externos: alcanzar metas financieras, tener una familia “perfecta” o ser vistas como ejemplos a seguir en sus comunidades. Pero el éxito no tiene una fórmula universal; es profundamente personal. Redefinirlo implica desafiar las narrativas que nos han impuesto y establecer nuestras propias métricas de felicidad y realización.

Esto no significa que debas renunciar a metas ambiciosas, sino que esas metas deben estar alineadas con lo que te hace sentir viva. Quizá para ti, el éxito sea dedicarte a una pasión creativa, construir relaciones significativas o simplemente tener tiempo para disfrutar del presente. Sea lo que sea, permítete abrazar esa definición sin culpa ni vergüenza.

Una de las formas más poderosas de creer en tu realidad es rodearte de personas y experiencias que alimenten tu crecimiento. Busca comunidades donde puedas ser tú misma, sin máscaras ni pretensiones. Conecta con mujeres que compartan tus valores y aspiraciones, pero que también te desafíen a pensar más grande. Recuerda que la energía que te rodea influye en tu percepción de lo que es posible.

Además, cultiva hábitos que nutran tu mente y espíritu. Leer libros inspiradores, escuchar podcasts motivacionales o incluso practicar afirmaciones positivas pueden ser herramientas valiosas para fortalecer tu fe en ti misma. Cuando eliges rodearte de inspiración, creas un ambiente propicio para que tu propia realidad florezca. La inspiración no siempre llega de grandes eventos; a menudo se encuentra en pequeños gestos cotidianos que te recuerdan lo valiosa y capaz que eres.

Construir tu realidad con intención es una declaración de amor propio. No permitas que la realidad de alguien más se convierta en la tuya por inercia. Toma las riendas de tu vida con intención. Define qué es lo que realmente quieres y trabaja para construirlo. Habrá momentos de duda, claro, pero cada paso que des hacia una vida que te haga sentir viva valdrá la pena. Recuerda: creer en tu realidad no es egoísmo, es una declaración de amor propio. Al hacerlo, no sólo transformas tu vida, sino que también das permiso a otras mujeres para hacer lo mismo.

La construcción de una realidad propia no es un proceso lineal ni exento de desafíos. Habrá días en los que te sientas insegura o en los que las expectativas externas parezcan demasiado abrumadoras. Sin embargo, cada pequeño avance cuenta. Al final del día, lo que importa no es la velocidad con la que avances, sino la intención y el compromiso que pongas en el camino.

A menudo pensamos en la grandeza como algo que sólo se alcanza con grandes gestos o logros impresionantes. Pero la verdad es que la grandeza se encuentra en los detalles de la vida cotidiana. Está en elegir cuidar de ti misma, en dar un paso fuera de tu zona de confort o en dedicar tiempo a aquello que realmente amas. Estos actos, aunque parezcan pequeños, son los que construyen una realidad llena de significado y propósito.

Cuando comienzas a prestar atención a estos detalles, te das cuenta de que la vida no se trata de alcanzar un destino final, sino de disfrutar del viaje. Cada día es una oportunidad para reafirmar tu compromiso contigo misma y con la realidad que estás creando. Permítete celebrar tus logros, por pequeños que parezcan, y usa esas victorias como combustible para seguir avanzando.

Hoy te invito a que te preguntes: ¿Qué realidad quiero crear? Y, lo más importante, ¿qué estoy dispuesta a dejar atrás para abrazarla? La respuesta no llegará de inmediato, pero el simple hecho de reflexionar sobre estas preguntas te acercará un paso más a una vida auténtica y significativa. Cree en tu realidad, expande tu conciencia y observa cómo el mundo que te rodea comienza a transformarse en algo que realmente resuena contigo.

El camino hacia una realidad propia no siempre será fácil, pero será, sin duda, uno de los viajes más gratificantes que puedas emprender. Tómalo con amor, paciencia y valentía. La vida que deseas está esperando a que tomes la decisión de creer con todas tus fuerzas en lo que eres capaz de lograr. Cuando te comprometes con esta visión, comienzas a inspirar a quienes te rodean, dejando una huella de empoderamiento y transformación. Recuerda: cada paso que das hacia tu grandeza abre un camino para que otras también encuentren la suya. Así es como, juntas, transformamos el mundo.

Maria Hernandez Escalera

María ama las ventas y el Marketing Digital y es Cofundadora de Domiina Group. En su taller online Reto28 trabaja con mamás emprendedoras para acelerar sus ventas explotando el poder de las Redes Sociales. Visita www.reto28.com.mx para descubrir cómo Reto28 te puede ayudar a impulsar tus ventas en menos de 30 días sin invertir en publicidad.

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