¿Qué es realmente seguro? Y es que en realidad no tenemos nada seguro en la vida. Ni un trabajo, ni una relación incluso ni la vida!
Por Mabel Morales
A lo largo de mi vida he tenido (como todos) muchos cierres de ciclo y por lo tanto muchos nuevos comienzos. Empezar de cero crea incertidumbre y si somos sinceros esto nos provoca algo de miedo y ansiedad por el futuro. Como muchas de quienes me leen, hace algún tiempo decidí y elegí llevar un ritmo de vida diferente. Uno que me permitiera estar más alineada con mis sueños.
Antes de tomar la decisión de salir de mi zona de confort me cuestioné mucho. Puse en una balanza los pros y los contras de dejar lo que tenía “seguro”. La palabra está entre comillas porque llegué a hacerme la pregunta que dio respuesta natural a lo que mi alma realmente quería hacer. ¿Qué es realmente seguro? Y es que en realidad no tenemos nada seguro en la vida. Ni un trabajo, ni una relación incluso ¡ni la vida! Creo que lo único seguro que tenemos es que estamos de paso y que tarde o temprano nuestro espíritu dejará el cuerpo que habita y ya no estaremos más por aquí. Entonces si vida solo es una, ¿por qué tendría que conformarme en hacer o estar donde ya no soy feliz?
No te conformes
Decidí arriesgarme, como lo hacemos cada vez que amanece. Y aquí estoy, escribiendo una columna, haciendo contenido y recibiendo a mis pacientes con toda la intención de acompañarlos en sus procesos. Haciendo alianzas con profesionales para ponernos al servicio y fortalecer a nuestra amada comunidad. Me llena tanto el corazón!
Por lo general, damos por hecho el despertar y seguimos la agenda del día. Ojo, no estoy diciendo que sea malo tener un plan. Mi punto es, con que nivel de consciencia estamos viviendo. ¿ Vivimos o sobrevivimos? Si reflexionamos, en realidad cada día es un nuevo comienzo, en cada segundo del mismo podemos ver o no un sin fin de posibilidades, se trata de estar presentes y enfocados para reconocerlas y aprovecharlas.
Toda decisión y toda elección tiene su resultados o consecuencias y hay que hacernos responsables de eso. Tomar las riendas y darles dirección. La base es tener objetivos claros y a tu propio ritmo empezar a caminar. No les voy a negar que hay momentos en los que me da terror, me pongo en duda y muy vulnerable con respecto a si voy por el buen camino, normal como todo ser humano. Respiro y vuelvo a mi centro. Gracias a Dios hoy tengo las herramientas y hasta las personas que me hacen recordar quien soy. Ángeles terrenales que me motivan a seguir adelante con mi proyecto y me dicen que todo estará bien.
Abrazar desde el amor esos momentos felices que nos hicieron sonreír y aprender de esos momentos que nos hicieron crecer y ser mas fuertes; pues la combinación de todos ellos están contribuyendo en la construcción de nuestra mejor versión.
La edad es un número, creo que no define quien eres. Hay jóvenes muy maduros para su edad y algunos “chavorucos” que siguen sin saber que es lo que quieren. Sin juicio, tengo la certeza de que a cada quien le llega su momento cuando está listo para hacerse cargo. Tengo ejemplos de éxito muy próximos de que nunca es tarde para cumplir tus sueños. El más reciente, mi señor padre que por circunstancias de la vida no pudo terminar su preparatoria y el pasado mes de mayo a sus 72 años, logró obtener su certificado. Después de enfrentarse a un montón de obstáculos y retos, él se propuso ese objetivo y con enfoque, disciplina y trabajo, lo hizo posible!
Cada historia tiene un final, pero en la vida cada final es un nuevo comienzo. Los límites están en la cabeza. Cuando quieres de corazón, puedes. Mi palabra para ti el día de hoy es ATRÉVETE! Ve por lo que quieres, ve por tus sueños con todo y miedo! Cree y confía en ti! Nunca es tarde, tú puedes!
¡Nos leemos pronto!
MM
Sígueme: