Por Martha Sierra
Entre risas, me preguntó si también existía algún ritual legal para proteger su negocio.
La conversación me recordó que, a inicios de este año, en mi columna de NES compartí una guía práctica para revisar y mantener en orden el expediente legal de un negocio, y así evitar conflictos con proveedores, acreedores, autoridades y, por supuesto, con los clientes.
Ahí menciono solo los puntos generales; pueden consultar la lista completa en esa columna disponible en la revista en línea www.nes-mag.com y, sobre todo, recuerden buscar asesoría con su abogada de confianza o con especialistas en cada área cuando sea necesario.
Contratos:
- Derechos laborales.
- Propiedad intelectual
- Cumplimiento fiscal
- Permisos y licencias
Ahí menciono solo los puntos generales; pueden consultar la lista completa en esa columna disponible en la revista en línea www.nes-mag.com y, sobre todo, recuerden buscar asesoría con su abogada de confianza o con especialistas en cada área cuando sea necesario.
Acta Constitutiva. Define la estructura de la empre-sa, la distribución de utilidades, responsabilidades de las socias y reglas para la toma de decisiones.
Contrato de arrendamiento. Esencial si rentas oficina, local o bodega. Establece plazo, monto, uso del espacio y obligaciones de cada parte.
Contratos con colaboradores. Aportan claridad sobre el tipo de relación (laboral o civil) y las obligaciones que asume cada persona.
Contrato de confidencialidad. Protege la información sensible, propiedad intelectual y secretos comercia-les, y evita su uso indebido.
Contrato de licencia de uso de marca. Requiere que tu marca esté previamente registrada. Formaliza el permiso de uso, especifica exclusividad, territorio y plazo, y asegura la titularidad. Si tú usas la marca de
alguien más, delimita cómo y para qué puedes emplearla.
Sin extenderme más, ojalá esta lista te sirva como una revisión rápida. A veces es necesario acudir a una consultoría especializada o a abogadas expertas en temas concretos. Recuerda: más vale prevenir que lamentar. Proteger tu patrimonio también es una forma de protegerte a ti.
Como siempre, te dejo mi correo para un consejo, una asesoría o esa “preguntita” que no te deja dormir.
¡Felices fiestas!