LA GUERRA ROJA

El día de hoy es la primera vez que nos enfrentaremos con armas diferentes, armas de nuevo desconocidas para mi.

Por Karla López

Aún no me he recuperado de nuestras batallas anteriores y hoy debo estar lista para luchar. Mi mente está débil, pero recuerdo que he podido soportar 12 enfrentamientos anteriores y que 4 más deberían ser nada.

Llegué con miedo, nerviosa y muy cansada, pero a la vez feliz de saber que había llegado mi refuerzo. Ese que desde kilómetros de distancia me apoyaba, feliz de que estaría la luchando junto a mi este primer encuentro. Lista para darlo todo me entregaron mis armas nuevas. Son muy diferentes, son más fuertes, ese color rojo impone, es totalmente impactante. Al instante mi cuerpo siente su efecto, así puedo darme cuenta que sufres, porque haz desaparecido, eres casi imperceptible, pero te conozco sé que aunque estás agonizando te aferras a tu propósito.

Por fin terminó y debo decirte que no fue fácil. Jamás había sentido estragos durante las batallas anteriores. Esta vez mi cuerpo dañado tuvo que soportar durante horas todos los malestares. Tuve que llorar en mi interior tratando de no mostrarme débil, mis emociones están expuestas para ti, conoces mis debilidades. Debo regresar a casa como nunca lo había hecho: mal herida, triste y con ganas de abandonarlo todo. Me espera un camino largo, pues me siento tan mal que soportar una hora más se me hace imposible. Mi cuerpo me pide que lo deje descansar y sobre todo que lo deje llorar.

Ha pasado una semana en la que pensé que no tendría estragos, pero la guerra es cruel, durante la siguiente semana debí soportar mucho dolor y para tener que recupérame más dolor. ¿Cómo podré soportar otras tres veces más esto? Mi Ángel de amor está conmigo todo los días, tratando de curar todas mis heridas, me duele verla sufrir, es cuando me pregunto… ¿cómo podrá soportar ella verme tres veces más así? Aún así las dos luchamos por lo que nos hace fuerte: nuestros hijos son ese poder infinito que nos hace levantarnos, así es como me doy cuenta que podré y que ella podrá.

Por fin he decidido dejar ir mi cabello, con mucho dolor le agradecí y me despedí de él. Me di cuenta que no tenerlo también me daría poder, que me liberaría de una carga. Todo fue mas fácil al tener el apoyo del amor de mi vida, el dejó ir también su cabello. Después fue mi turno, fue difícil, pero al final me sentí hermosa y así como mi cabello nacerá de nuevo, así renaceré yo, saludable, brillante y más fuerte.

karla lopez

Mamá, esposa, mercadóloga, ama de casa y mujer guerrera en su lucha contra el cáncer de mama.

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