Si lees para encontrar herramientas para avanzar profesionalmente, para ser mejor madre o padre, para estar más saludable, para sumergirte en un drama o un thriller… debes disfrutarlo.
Por Marisa Chapa
Existen muchos factores que nos impiden leer cuanto quisiéramos. El horario de trabajo se extiende, en casa hay pendientes que atender, naturalmente no puedo descuidar el ejercicio, y al final del día, solo tengo cabeza para retomar la serie a la que le pongo atención en lapsos de 8 minutos pues también es mi momento de responder todos los mensajes atrasados.
Hoy te voy a contar sobre algunos tips para que vuelvas a sumergirte en el placer de leer, de manera fácil y no obligada, por gusto y por interés.
Tips y microhábitos
- Tienes un libro que comenzaste pero no te ha atrapado, ya vas casi a la mitad y te has estancado por semanas o meses ahí. Mi sugerencia es déjalo. Tu tiempo es muy valioso para dedicarlo a libros que no disfrutas. Puede deberse a varias razones: no es tu género, no es tu estilo o simplemente no te gusta. En algún momento de nuestra educación nos dijeron que si comienzas un libro hay que terminarlo, que no puedes empezar y mucho menos comprar otro hasta terminar el que tienes. No le encuentro sentido (y creo que tú tampoco) a dedicar el poco tiempo para leer a algo que no te causa emoción o interés. Abandonar un libro que no te gusta no está mal ni debe generarte culpa, regálalo o dónalo, pero no lo tienes que terminar.
- No has encontrado tu momento, ni tu lugar ideal para leer. Para esto te recomiendo que siembres libros por tu casa, por tu oficina, en tu mochila o en tu bolsa. Sembrar libros es útil para encontrar los momentos ideales para leer. Dejas uno en la mesita de noche, otro en el sillón de tu sala, uno más en tu bolsa, echas la “Kindle” en la mochila de tu compu. Sembrar libros es un microhábito, literalmente dejarlos sembrados para cuando estás en ese lugar, los retomes y sigas tu lectura. Sembrar libros te antoja ese momento, te recuerda que puedes leer en lugar de “scrollear” y te ayuda a aprovechar los momentos disponibles.

- Lee las partes del libro que te interesan, primero, o solamente. No todos los libros están escritos para leerse de principio a fin (como las novelas o los cuentos). ¿Quién te va a decir cómo leer un libro? Hazlo como tú quieras. Por ejemplo, puedes empezar por revisar el sumario, generalmente los temas están ordenados para su mejor comprensión, sin embargo, cuando ya tienes algunas nociones sobre el tema del libro, puedes saltarte los capítulos menos interesantes para aprovechar los que más te importan.
En el libro “La generación ansiosa” de Jonathan Haidt, por ejemplo, los temas que me interesaban mucho eran el número 2: “Qué necesitan hacer los niños en la infancia” y la tercera parte: “La Gran Reconfiguración”. Comencé con eso y después regresé y como lo he encontrado bastante interesante me lo estoy leyendo todo. Pero igual puedes dejarlo ahí si ya obtuviste lo que necesitabas. Aquí te comparto una reseña buena de ese libro.

- Platica con alguien sobre el libro que estás leyendo. Acudir a un club de lectura presencial y de manera regular a veces es complicado, sobretodo considerando las horas pico de tráfico entre otros factores. Afortunadamente ya existen clubs virtuales muy accesibles. Y no solo en un club de lectura puedes platicar de libros. Intercambia libros con algún compañero del trabajo, con una amiga y cuando se reúnan charlen sobre sus ideas, lo que más les ha apasionado de esa lectura. En tu departamento de trabajo puedes proponer una dinámica de rotación de libros, donde cada quien aporta uno y al finalizar el ciclo los han leído todos. Para mí ha sido una práctica genial la de rotar libros con amigas.
Desconéctate para leer
Leer debe ser placentero, interesante, debe motivarte. Si lees para encontrar herramientas para mejorar profesionalmente, para ser mejor madre o padre, para estar más saludable, para disfrutar un drama o un thriller… debes disfrutarlo.
Date permiso de apagar el celular por 20 minutos al día, deja que el mundo TE ESPERE, sal de la vorágine diaria y transpórtate. Leer ampliará tu vocabulario, te dará más agilidad mental, reducirá tu estrés y es mil veces más recomendable que “scrollear” de un reel a otro.
¡Me encantaría saber qué libro VAS A DEJAR DE LEER para dar paso a lecturas más enriquecedoras en tu vida! ¡cuéntame!