Somos afortunados

Definitivamente, ser diferente, es maravilloso.

Por Lorena González

Un día, una persona, me dijo así de repente:  “Qué bueno que tu hija nació así” y como es lógico cuando a uno le tocan a un hijo, me ofendí profundamente. Para mi, meterse con un niño es lo más bajo que alguien puede hacer. Se me vinieron en ese momento a la mente los días de lucha y sufrimiento que habíamos vivido, uno por uno. Aquellos días que vivimos entre las 4 paredes de la habitación de un hospital, en la sala de terapias, en consultorios de especialistas, en citas con genetistas. Las largas horas navegando en internet buscando respuestas. Vi las caras de todos esos niños o compañeros de terapia con los que algunas veces hemos caminado de la mano, esas lágrimas de otras madres como yo, contenidas por tener a tu hija en brazos y convertirlas en fuerza para ella. Mi cabeza y mi corazón no pudieron entender en ese momento que alguien le deseara eso a una persona. Pero hoy cuando recuerdo ese episodio de nuestras vidas, pienso que no debería de haberme ofendido así.

¿Qué bueno que mi hija nació asi? Si, qué bueno, porque así la amo.

Qué bueno que está viva, qué bueno que la he podido disfrutar casi 5 años, cuando pensaba que sólo viviría 2.

Qué bueno que ser su madre me ha convertido en mejor persona.

Qué bueno que la puedo tener en mis brazos y abrazarla mucho más que a cualquier otro hijo que no se deja porque crecen, son inquietos y quieren explorar el mundo.

Qué bueno que me eligió para ser su madre, porque ser mamá de una niña genéticamente rara, de las cuales hay solo muy pocas, me hace sentir con mucha responsabilidad y muy especial.

Qué bueno que nos eligió porque cuando nos liberamos empezamos a gozarla.

Qué bueno ser testigo de que toda persona que está cerca de ella saca la mejor versión de sí mismo.

Qué bueno que podemos ver milagros diariamente.

Qué bueno que es una fuente inagotable de amor.

Qué bueno que nos hace valorar el tiempo y los días.

Qué bueno que cambió nuestra vida y somos más empaticos con el sufrimiento ajeno.

Qué bueno que es única porque así es hermosa.

Qué bueno que aceptamos las peculiaridades porque definitivamente ser raro es maravilloso

Lorena Gonzalez

Mamá de Elisabetta, Massimo y Luca, Licenciada en Derecho, Guía Montessori y presidenta de Imagira A.C. Me.encanta aprender de otras mujeres y de gente que me inspire a ser mejor, me apasiona servir a la gente.

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