Comunicación efectiva para principiantes

Por Angélica Rodríguez Silva

Llegamos a este mundo y no pasa más de un año cuando ya comenzamos a emitir nuestras primeras palabras. Se ha compartido la teoría de que si comparamos el número de palabras promedio dichas al día de hombres y mujeres, somos nosotras las que hablamos más, con una notaría diferencia que puede llegar a ser hasta el doble. Independientemente de la veracidad de esta hipótesis el hablar más no nos da una ventaja como comunicadoras. 

No es lo mismo hablar que comunicar, así como tampoco lo es oír que escuchar. En ocasiones no acertamos en la forma de transmitir mensajes. El tema de la comunicación nos concierne a todos por el simple hecho de que podemos hablar. Muchos problemas en cualquier tipo de relación interpersonal son derivados de una mala comunicación. 

Si tu mensaje no está siendo captado adecuadamente por el receptor puede ser porque no lo estas transmitiendo de la manera correcta. Somos nosotros mismos quienes complicamos este sencillo proceso. La clave del éxito y la solución a malos entendidos y discusiones es tener una comunicación efectiva. 

Comunicarse de forma efectiva es una habilidad que puedes adquirir, practicar y perfeccionar. Tal como lo dice la definición de la palabra efectivo; “Que produce el efecto esperado”, cuando la comunicación es efectiva significa que el mensaje se envió y recibió tal como lo esperabas. 

¿Cuáles serían los beneficios de esta práctica? La respuesta es: todo. Y por el contrario, no encuentro un solo inconveniente. Cuando descubres qué es y cómo se logra la efectividad te das cuenta de que a lo largo de tu vida has podido evitar un sinfín de discusiones y podrás notar como tus relaciones (de todo tipo) se dan con mayor fluidez y logras obtener fácilmente lo que deseas. 

Una de las características principales de este tipo de comunicación es que es de fácil comprensión. Entre más sencilla es la comunicación con mayor facilidad será recibido el mensaje correctamente.

Comunicación efectiva en 6 pasos

  1. Primeramente, para trasmitir un mensaje tienes que tenerlo claro. Claridad en tus ideas y pensamientos, ¿qué es exactamente lo que quieres decirle a la otra persona? Esto te ayudará a definir el mensaje. 
  2. Se breve y claro. Evita las excusas, los mensajes ocultos o en acertijo y las historias largas e innecesarias. ¿Te ha pasado que tu pareja no leyó tu mente o no captó lo que realmente querías?… Puedes decir tal cual lo que sientes, quieres o piensas, nadie te lo impide, simplemente hazlo, no esperes a que la otra persona lo adivine. 
  3. Pedir algo y decir que NO son las cosas que nos parecen más difíciles de decir. Basta una sola palabra para expresar una negativa. Y si requieres pedir un favor, un permiso, un aumento, hazlo siguiendo los dos pasos anteriores. 
  4. Elimina: la ira, el miedo, la culpa y la vergüenza. Estos son factores que afectan el mensaje y la forma en la que lo dices, llegando a distorsionar lo que realmente querías expresar.
  5. Escucha activa y efectiva; el otro lado de la moneda pero de ninguna forma lo contrario. Si te das la oportunidad de escuchar detenidamente y entender el mensaje de la otra persona su comunicación será efectiva aun cuando no compartan la misma opinión. 
  6. La forma en la que se dice el mensaje es casi igual de importante que el mensaje mismo. Se dice que la comunicación no verbal tiene un alto impacto en nosotros y es lo primero que recibimos del otro. La forma es la entonación y velocidad de la voz, el tipo de vocabulario utilizado y el estado de ánimo con que se transmita el mensaje (enojo, tristeza, frustración, etcétera). 

Para mi Miguel Ángel Ruiz en su libro “Los cuatro acuerdos” no pudo ser más acertado. En temas de comunicación; ser impecable con tus palabras, implica ser claro y decir exactamente lo que quieres decir. No hacer suposiciones; sería el escuchar siempre a la otra persona antes de hablar; no tomar nada personal, la asertividad permite a cualquier persona expresar cómodamente sus sentimientos o ejercer los derechos personales sin negar los derechos a los otros. Y por último: haz siempre lo mejor; encuentra siempre la forma óptima para expresar tu mensaje. La comunicación efectiva implica una comunicación asertiva que a su vez requiere de inteligencia emocional. Conocerte y saber qué es lo que quieres, tener claridad en tus pensamientos, dejar de lado el miedo a expresarse y a levantar la voz y siempre dar el valor que merecen tus palabras. Está en ti y depende de ti.

Angelica Rodriguez

Licenciada en Mercadotecnia, emprendedora, soñadora y creativa. Feminista en progreso. Creadora de la marca y libro planeador de bodas To be Bride. Veintinueve años de experiencia en la vida y sumando. Escribo con el objetivo de inspirar, ayudar y documentar.

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