LO QUE CREO ME LIMITA

Por Mónica Sosas

Te ha pasado por la mente justo cuando tienes una idea o un sueño o un plan lo siguiente:

¡No soy lo suficientemente bueno para “x” cosa!, ¡No me creo capaz de lograr lo que logra “fulanito”!

Pues te tengo noticias, ¡Tantararán!… Te están hablando tus creencias limitantes, ¡Te las presento!

Comencemos, pero te pido tengas tu mente abierta porque no soy experta en el tema, ni tampoco es que haya descubierto el hilo negro de esto, pero me gusta (¡Me encanta!) abrir la caja de Pandora.

Investigué un poco para poder comprender algo que nos pasa a TODOS y mas seguido de lo que quisiéramos ya que nuestro subconsciente casi casi controla nuestra vida.

Definamos las creencias limitantes:

Las creencias limitantes son esos pensamientos construidos a través de la experiencia, que hacen interpretar la realidad de una manera que limita tu desarrollo potencial, e impide que alcances aquello que deseas.

En resumen, la creencia limitante es una premonición negativa para eso que pretendes hacer, es una condición de la cual la mayor parte del tiempo no somos conscientes y que nos controlan.

Las aprendemos de muchas formas, una de las principales es en la infancia tomamos todo lo que nos es puesto en nuestro entorno y esto nos condiciona nuestra forma de pensar.

Hay una cosa que digo seguido y es que si alguien me hubiera dicho que podía haber soñado-y realizado el vivir en cualquier parte del mundo yo me la hubiera creído y estoy 99.99% segura que no estaría viviendo aquí. Esto no quiere decir que estoy profundamente arrepentida pero mis limites me hicieron ver que solo podía salir a 2 horas de mi ciudad natal, ser un profesional y vivir de eso forever and ever.

He aquí el poder de las palabras y si tienes la oportunidad de paternar, usemos bien lo que enseñamos, hoy se que no hay límites para soñar y lograr de acuerdo con tus valores y lo que estás dispuesto a enfrentar por lograrlo.

La infancia no es nuestra única etapa donde aprendemos estas creencias, en nuestra vida adulta seguimos acumulando esos stoppers de acuerdo con nuestras experiencias.

Pero ahora no nos vamos a tirar para que nos levanten, hay que tomar cartas en el asunto con estos condicionamientos así que les voy a compartir algunas cosas que estoy replicando para poder convivir con mis creencias, ya que vencerlas aun es un punto al cual no he llegado, pero las vamos a conquistar poco a poco.

  • Identifícalas. ¿Creían que sería fácil? ¡Aquí nos encantan los retos!

Escribe una lista de todo aquello que te frena a tomar una decisión, regularmente las creencias están en forma de pensamiento persistente y muy pocas veces en voz alta.

Te dejo algunas de las más comunes a ver si algo te resuena:

Para tener dinero hay que sacrificar mucho.

No tengo suficiente dinero para disfrutar la vida.

El amor duele, así que hay que sufrir.

No tengo suficiente talento para conseguir el puesto al que anhelo.

  • Evalúa las creencias. Ahora que tienes la lista, pondera y define que de todas ellas son verdaderas y definitivas. Identifica si vienen del miedo a no haberlo hecho nunca o de alguna experiencia pasada.
  • Rompe patrones. Vas a tener que ser la oveja negra, las creencias están asociadas a tu manada, tu familia así que seguramente ahora que sabes cuales son y estás dispuesto a modificarlas te vas a enfrentar a todo tipo de opiniones e ir en contra de la corriente.
  • Desaprende. Nada de eso es tuyo, fue una voz externa que alguna vez te dijo que no se podía, ahora te toca hacer la tarea de desaprender y reaprender.
  • Reformular y convertir en creencias potenciadoras, y esto es. cuando ya las tenemos identificadas, podemos cambiarlas por positivas escribiéndola en tiempo presente, aprendimos a caminar, hablar, etc. al repetir la acción así que vamos a programar las nuevas creencias de la misma forma.

Te dejo un ejemplo sencillo:

Limitante: “No soy lo suficientemente bueno para hablar inglés”

Potenciadora: “Tengo la capacidad necesaria de aprender lo que me proponga”

Darte cuenta de que puedes elegir lo que crees y sobre eso construir tu propia vida y vivirla decidiendo es una gran responsabilidad y un trabajo diario.

La mente es muy poderosa, utilízala a tu favor.

Monica Sosa

Nací y crecí feliz en Parras, Coahuila. Tuve que cambiar de ciudad por una mejor oferta académica y poder desarrollarme profesionalmente a la ciudad de Saltillo, Coahuila, donde actualmente vivo. Soy Ingeniero Industrial y de Sistemas, soy emprendedora y me apasiona escribir y compartir lo que la vida, el amor y la maternidad me han enseñado, mi vocación favorita es ser mamá de Camila.

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