Por Daniela Montes
Cuando una mujer elige ser madre, en la mayoría de las ocasiones su rol no sólo se queda en el de maternar sino en trabajar dentro y fuera de casa, en atender al o los pequeños que entran a la familia y en cumplir el rol social de tener todo bajo “control”.
Pero ¿qué pasa cuando la comida no está lista, la junta se alarga, el niño o niña tienen un reporte en la escuela o la academia? Pues fácil, toda la responsabilidad recae en la mamá, tenga pareja o no socialmente la responsabilidad siempre se atribuye a la madre. Al padre se le “agradece por ayudar”, olvidando que es responsabilidad compartida el cuidado de los hijos y el mantenimiento del hogar.
Y esto cuando hablamos que esta maternidad es compartida con la pareja. ¿Qué pasa si es una maternidad elegida en soltería? La responsabilidad se vuelve aún más en la mujer, pero no sólo eso también los cuestionamientos, los juicios y los reproches. Vivimos en una sociedad que muchas veces juzga más de lo que apoya y eso es algo con lo que las mujeres cargan día con día.
Las redes de apoyo son vitales en la crianza de cualquier niño, y en el acompañamiento de las familias que están en el proceso de formar a individuos dentro de la sociedad. Existe un estudio sobre que para criar a un niño se necesitan alrededor de 27 personas que ayuden en su desarrollo, entre familia y escuela. Pero qué pasa con aquellas mujeres cuya red de apoyo es casi nula. Pues la crianza se vuelve algo muy pesado de caminar y los temas de salud mental que pueden derivar son muchísimos.
Comencemos definiendo las redes de apoyo como las personas en nuestra vida o entorno social que nos ayudan a alcanzar nuestras metas en diferentes niveles. Dentro de éstas pueden estar familiares, amigos o miembros de la comunidad que pueden brindarnos diferentes tipos de apoyo. Como en la parte emocional brindando afecto, acompañamiento, escucha y reconocimiento. Los instrumentales que nos ayudan a movernos, con las labores del hogar, cuidado de los niños, compras, etc. Las materiales que son aquellas donde se brinda apoyo económico, alojamiento, alimentos, ropa, etc. Tú ¿qué redes de apoyo tienes? ¿Qué tipo de red proporcionas a tus personas cercanas?
Hay mujeres que necesitan empatía, acompañamiento y reconocimiento, por eso estas líneas van dedicadas para todas aquellas que van ejerciendo su maternidad a la par de uno o más roles. Especialmente para las que no cuentan con una pareja y dan su máximo esfuerzo día a día.
Recuerda que no estás sola y lo más importante: pedir ayuda está bien y es necesario. No tienes que pasar tu maternidad sin ayuda. Hagamos comunidad, seamos acompañantes y mejoremos nuestra sociedad para evitar lo que este proverbio africano anticipa: “El niño que no es abrazado por su tribu, cuando sea adulto, quemará la aldea para sentir su calor”.