Ser libre

“La libertad no necesita alas, lo que necesita es echar raíces.”
-Octavio Paz

Por Liliana Mendoza

Desde que soy mamá de Diego y, en base a las experiencias que viví durante su espera, me he puesto a cuestionar y analizar aspectos de la vida que influyen de forma sustancial en la mía y por ende en la de mi hijo. En esta ocasión quiero hablar de la libertad.

Libertad es la oportunidad de pensar y decidir sin la interferencia de nadie. No significa hacer algo que no cumpla con las normas, usos o leyes. No podemos hablar de libertad sin una responsabilidad moral; y por la parte moral me refiero a las consecuencias de nuestros propios actos de acuerdo a las leyes o costumbres o propia filosofía personal.

Como bien sabemos, nosotros somos consecuencias de nuestras acciones, entonces podríamos decir que, al ser libres, tendríamos que ser responsables de nuestras decisiones de libertad, buenas o malas.

No basta solo con observar la acción, sino también se necesita analizar lo que llevó a la persona a realizar determinada acción y si fue su propósito, si sabía las causas y consecuencias de sus actos.

En lo personal, libertad no son las acciones irresponsables que se escudan en ser libres, para mí eso no ser libre, es solamente una excusa para no hacer frente a los actos.

Ser moralmente responsable y libre es cuidar el bienestar de las personas ante diferentes actos y que esto no repercuta negativamente sobre las personas que se encuentran a nuestro alrededor y las que no lo están.

Uno de mis propósitos como ser humano es siempre, o la mayoría de las veces, tener la libertad de decidir, pensar y sentir. A la fecha puedo decir que, en lo sustantivo, he sido libre de elegir, pensar y actuar y como ser libre he vivido las consecuencias, muchas veces buenas y otras no tanto, sin embargo las he asumido y he aprendido.

Para “mi Diego” quiero lo mismo, quiero que sea un hombre libre de pensamiento, de expresarse, obviamente este proceso de adquirir su libertad involucra el derecho a ser informado, de saber qué pasa al ejercer esa libertad. Es importante que comprenda las consecuencias de sus propios actos y que aprenda a discernir entre lo que tiene y que no tiene que hacer.

Hablar de la libertad es muy complejo, es como hablar de la verdad absoluta: ¿Cuándo verdaderamente seremos libres? ¿Cuál es la verdad absoluta? Creo que jamás sabremos la respuesta común, ya que es algo personal. Creo que es algo que tenemos que ir construyendo y modificando en base a las experiencias.

Para mi, ser libre radica en el hecho de que mis pensamientos y acciones me generen cierta tranquilidad. ¿Cuál es tu concepto de ser libre?

Liliana Mendoza

Mamá de Diego, Maestría en Administración de Instituciones Educativas, trabajo en el sector público, me apasiona leer y aprender sobre mujeres. Ahora aprendo a ser mamá.

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