El orden de mi desorden

Ordena tu casa, ordena tu vida.

Por Champaca Treviño

Imagina abrir un cajón, tu escritorio, la alacena, una bodega, tu closet, simplemente tu bolsa o la cajuela de tu auto y ver espacios limpios y acomodados, ¡qué tremenda sensación de paz! Recordemos que la limpieza y el orden dan calidad de vida.

Hace tiempo se hicieron muy famosas las 5S japonesas, las cuales indican palabras que inician con la palabra S: Seiri, Seiton, Seiso, SeiketsuShitsuke, que significan: Clasificación y Descarte, Organización, Limpieza, Higiene y Disciplina.

Estas 5S han tenido un gran éxito al aplicarlas en empresas, espacios de trabajo, almacenes y bodegas. ¿Por qué no aplicarlas a la vida personal? Son grandes los beneficios que podemos lograr en productividad, paz, armonía y hasta en mejora de las relaciones personales.

Al aplicarlas se produce un efecto mágico en tu persona, en tu familia, en tu trabajo, hasta en tu matrimonio. Imagina que las podemos tener hasta en las aplicaciones del celular. ¿Cuántas veces hemos visto la cantidad de imágenes, archivos y aplicaciones desordenadas en nuestro teléfono? El desorden cansa, abruma, no te permite pensar o desarrollar mejoras. Estas 5s son tan importantes para nuestro bienestar que deberíamos empezar a aplicarlas en este momento.

No me considero la persona más ordenada del mundo. Si me conoces, por supuesto que mil y un veces podrás ver mi carro, mi casa, la bolsa o los archivos de mi computadora en desorden, también tengo una familia, hijos y un trabajo que conllevan la necesidad de la constancia del orden. Sin embargo, tengo la firme convicción de ir mejorando cada día, he vivido y sentido los beneficios de hacerlo y, por qué no mencionarlo, también las afectaciones del desorden.

En promedio cada 3 a 4 meses me gusta aplicar este método en mi casa en cada recámara, en cada espacio y es una lucha constante, contra mis miedos, contra el sentido de acumular, de no desprenderte o de no saber qué hacer con las cosas.

Existen tantos lugares en donde podemos donar lo que no utilicemos o hacer la famosa venta de garaje, es más hay una página nueva en Facebook en donde se propone el cambalache de artículos, lo que tu decidas hacer es bueno, aquí lo verdaderamente importante es dejar de pensar en el tiempo en que no lo hemos hecho y poner manos a la obra.

Hay un libro del que se han escuchado amplias recomendaciones: Marie Kondo, La Magia del Orden, el cual confieso aún no he leído, pero es mi siguiente objetivo. La autora, ha escrito cuatro libros sobre el arte de organizar y lleva vendidos casi cuatro millones de copias en 33 países, creo que vale la pena tomarnos el tiempo y aprender de su magia.

El secreto del éxito del método que Marie utiliza es empezar a organizar tirando todo aquello que no necesitas o no te hace feliz, hacerlo por categorías no por lugares, iniciando de lo más sencillo, lo que para ti no representa tanto valor, pueden ser revistas, zapatos, que para mí sería el área de las herramientas de mi esposo para ella la ropa, y así hasta llegar a lo sentimental, fotografías, regalos y recuerdos.

Por supuesto que en mi casa se espantan cada que menciono, ¡es momento de ordenar! Mi esposo me dice, “Champaca, no quiero ni ver lo que estás sacando, siento que estás tirando mis cosas.” Solo observa el ir y venir de bolsas negras. Muchas veces me pregunto ¿de dónde sale todo esto?, si hay veces que siento que me falta espacio en la casa, ¿en dónde lo tenía todo guardado?, hace solo 3 o 4 meses que reacomodé los espacios y ya tengo todo un contenedor lleno de cosas por reacomodar.

Es un aprendizaje diario, de comprar lo necesario, de saber qué es lo que tienes para no realizar compras innecesarias o, como dijo una amiga mía, primero revisa tu espacio, analiza qué te gustaría poner y luego compras, sin embargo, en muchas ocasiones, compraba y luego decidía qué haría con ello.

En las últimas ocasiones que he visitado a mi familia en Piedras Negras, mi mamá, que sabe de mi emoción por las compras, me dijo, “hija, veo pocas bolsas”, yo creo que hasta ella se asombró de cómo ha ido disminuyendo la locura de cosas por acomodar. Ahora he aprendido a comprar, a acomodar, a ordenar, es como un proyecto personal.

Es tan sencillo caer en el desorden. Un recibo que dejamos en la mesa de la cocina a un lado del juguete que hay que subir a acomodar, seguido por la pluma y cuaderno que se utilizó para anotar las compras de la semana, acompañado por el regalo que vamos a entregar en la piñata y poco a poco sin darnos cuenta se va formando una montaña de cosas fuera de lugar.

Necesitamos aprender a dejar los apegos, ese papel, pluma, blusa, pantalón, zapatos, adorno que tenemos por herencia del abuelo, tía, suegros o amigos y que no usamos. Para poder ordenar, lo primero que necesitamos es aprender a desprendernos.

Decídete, deja un lado los miedos, di adiós al pasado, recuerda que menos es más y empieza a disfrutar los beneficios que tendrás al aplicar el orden en tu vida.

Champaca Treviño

Esposa, madre y empresaria, busco equilibrar mi vida en diversos roles personales y empresariales. He apoyado en el desarrollo humano de líderes y emprendedores para mejorar su calidad de vida enfocándome en las actitudes y valores para equilibrar la productividad personal y empresarial. Conferencista y tallerista de directivos, gerentes, operativos, mujeres líderes y jóvenes emprendedores. Algunos de mis artículos han sido publicados en otros medios.

DEJA UN COMENTARIO

LECTURAS RELACIONADAS