5 Consejos para sobrevivir la llegada del nuevo hermanito

Cuando nace un hermanito nuevo, todo cambia.

Por Elena Hernández

La llegada del hermanito es siempre chocante en muchos sentidos para toda la familia. Cada uno lo siente y lo vive en forma distinta, pero algo es seguro y es, que a todos afecta. La alegría no está en duda, pero los tiempos, el acople en los roles, las desveladas, el “guardar silencio” porque el bebé está dormido, mamá cansada y ocupada constantemente con el nuevo hermanito mientras los otros tratan de llamar la atención, se hacen pipi, se meten en tu cama a media noche, hacen berrinches, lloran por todo, el papá de mal humor, las visitas que no cesan, son solo algunas de las cosas que nos cuesta trabajo asimilar. Es por ello que, en base a mi experiencia, te comparto 5 consejos que te pueden servir para sobrevivir a la llegada de tu nuevo bebé.

  1. Permítete la ayuda. A veces nos cuesta trabajo pedir ayuda, “dejarnos querer”, sentimos que somos expertas y que podemos hacer todo y créem: no podemos hacerlo todo. Debemos reconocer nuestras limitaciones, sobre todo después del parto en que tenemos que guardar reposo para recuperarnos. Es importante comunicar nuestras necesidades para que la familia y amigos que tenemos alrededor, que nos aman y están dispuestos, puedan apoyarnos.
  2. Cuida a tu pareja. Muéstrale tu cariño, desde una sonrisa, una palabra de afecto, una caricia, un mensaje, una llamada, pregúntale si durmió bien, aunque lo hayas escuchado roncar toda la noche mientras la pasaste en vela amamantando a tu bebe. Él debe sentir que no te ha perdido, que estás ahí, mucho más ocupada que antes, pero eso no significa que no tiene tu atención y tu alegría.
  3. Consiéntete. No te descuides, exige también tu espacio y tus tiempos para darte un baño largo, depilarte, ponerte tus cremas, hacerte manicure, leer un libro o ver tu serie favorita, aunque sea por 10 minutos. Come rico, prepárate un postre, escucha música. No te olvides de ti, tu cutis, tu cabello, tus uñas, tu cuerpo, tu espíritu, tu mente, tu ser. Recuerda que eres el pilar que sostiene tu hogar. Si eres feliz, si te sientes bien, lo irradias y todos lo notan, se contagian y en consecuencia todo se aligera.
  4. Deja que tus hijos mayores se expresen. Déjalos ser, que demuestren su frustración, sensibilidad o incluso su irritabilidad. Escúchalos, apapáchalos, permíteles un poco ese desborde de emociones. Debemos estar conscientes de que son sentimientos pasajeros y no son intencionales, y que al paso de algunas semanas volverán a ser ellos mismos. Inclúyelos en algunas tareas sencillas como guardar la ropa del bebé o que te alcancen las toallitas húmedas o el pañal. Hazlos participar, no los relegues.

Y, por último, y más importante:

  1. Paciencia. Paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia, paciencia.

Ten la seguridad de que aquel caos es solo momentáneo y en un abrir y cerrar de ojos todo estará nuevamente acomodado. Y no volverá, serán solo recuerdos, así que, aunque resulte difícil y muchas veces no sepamos cómo, hay que disfrutarlo porque esa montaña rusa que ahora vives, algún día la estarás añorando.

Elena Hernandez

Nací un soleado día de abril, hace casi 36 años, la mayor de una familia que parece común pero no lo es tanto, llena de personajes interesantes como seguro cada familia tiene los suyos. Arquitecta de profesión, madre de corazón y soñadora por convicción. Hoy dejo la puerta entreabierta para que te asomes un poco a mi mundo, mis vivencias, mis alegrías, mis penas, y descubras conmigo este pedacito de mí antes de que se esfume con el viento.

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