Cajeta o ate de membrillo

Seguimos con nuestro fruto de temporada: El Membrillo.

Por Ivonne Orozco  

Es originario de España, las herencias virreinales que nos enriquecieron la mesa. Los ates o la cajeta de membrillo es un modo de conservación para poder disfrutar de los frutos pasando las temporadas. Es importante no consumir ningún fruto a destiempo ya que colaboramos a que frutos sean procesados con gases y sustancias químicas. La naturaleza nos da los tiempos justos.

Es un kilo del fruto por u kilo de azúcar. O bien, hay personas que les gusta menos azucarado y prefieren ponerle 1 kilo de fruta por 800 grms. de azúcar. Lo correcto es uno por uno. Entonces tú decides qué cantidad deseas hacer.

  1. El membrillo se descorazona se pela y se muele en un molino casero o si gustas ir al molino, quedará excelente, no debes molerlo en la licuadora y menos ponerle agua.
  2. En un cazo de cobre o en una olla de grueso calibre se mezclan el azúcar y el fruto, se menea, de preferencia, con una cuchara de palo.
  3. Se pone al principio a fuego alto y poco a poco conforme va a hervir se baja la flama.                    El lento cocimiento es el secreto.
  4. La mezcla empezará a “escupir” con el calor y debes de seguir meneando y cuidar que ni una gota de este potaje caiga en tu rostro porque está muy caliente
  5. Verás el fondo del cazo y el color de la mezcla irá cambiando
  6. Aproximadamente la elaboración puede durar 3 horas por cada 5 kilos de ate.
  7. Puedes vaciar en moldes pasteleros o refractarios con alta resistencia al calor. En los moldes, debes poner un poco de aceite en aerosol. Se vacía la mezcla caliente, no esperes que enfríe porque empezará a cuajar.
  8. Ya en sus moldes, los dejas que enfríen a temperatura ambiente

Tip: Por cada 5 kilos de membrillo puedes agregar un kilo de guayaba pelada y sin semillas, perfectamente molida, y tendrás ate de guayaba.

Disfruta de esta temporada que nos regala la sierra de Arteaga. Si tienes tips de tu abuelita o tu mamá sobre esta receta, cuéntanos para enriquecer más nuestro conocimiento. La naturaleza es el regalo más preciado de la vida para nuestra propia vida y salud, no alteremos el sistema y sigamos las temporadas.

Ivonne Orozco

Nací en la Ciudad de México, de raíces Oaxaqueñas por parte de mi madre. Tengo una carrera trunca en leyes y he escrito por años fábulas y textos de cocina. Soy fiel lectora de la historia de México, tengo 30 años en la cocina y 44 años de edad.

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