Bluetooth

Por Laura Prieto

 

Soy madre, ahora de dos, aún me asombro de verme en la cama con dos niños a mi lado, embarazada no sabía que el amor sería tan intenso como con mi hijo mayor, tampoco me esperaba que la lactancia sería igual o más mágica que la primera. El cuerpo tiene memoria, siempre lo supe después de tantos años de yoga, es maravilloso, ahora con mi segunda hija, le leche brotó como un rio, mi hija, como si me conociera de años, a las pocas horas de vida comió el oro líquido y va creciendo rápidamente siendo una bebé de leche de mamá.

 

Muchas veces, en las columnas, he hablado de la tecnología, pero nada es más increíble que el cuerpo humano, antes mucho antes de las maravillas tecnológicas, los humanos ya teníamos el Bluetooth integrado, idea muy correctamente señalada por mi esposo. Me sucedió con mi primer hijo, un día lavando los trastes, sentí la bajada de la leche y segundos después escuché a mi hijo “rechinando” despertando, le platiqué a mi esposo y me dijo “te habla por Bluetooth” y qué mejor manera de explicarlo, el bebé manda la señal, tu cuerpo lo recibe y sientes la bajada de la leche, es la alineación perfecta. Con mi niña he escuchado más a mi cuerpo y creído más en el Bluetooth, apenas siento la bajada de la leche inmediatamente observo a mi hija, y si, efectivamente empieza a moverse, “rechinar”, comerse la mano, despertar, pide de comer. No necesito el reloj a la mano, ella y mi cuerpo están conectados y saben el tiempo exacto de cada toma, es una conexión inigualable.

 

Y estoy segura de que esto y muchas cosas más, inimaginables, el cuerpo puede lograr, el instinto, la intuición, los presentimientos, son herramientas que a las madres se nos han dado, escucha a tu cuerpo. No estás sola.

Laura Prieto

Nací en Saltillo, Coahuila hace 32 años. La vida me llevó a aprender a tatuar, complementé mi aprendizaje estudiando artes gráficas y haciendo toda cosa creativa que llegara a mí. Ahora soy madre, esposa, llevo 14 años en el mundo del tatuaje y sigo feliz y encantada de trabajar en lo que estoy.

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