Los mensajeros de tu vida

En cualquier lugar, en todo momento, siempre están ahí, son personas como tú o como yo que se cruzan en nuestras vidas de forma repentina y pasajera dejándonos una señal, una huella, un mensaje justo cuando más lo necesitamos.

Por Lorena Salas

Quién ha tenido la fortuna de toparse con algún extraño y cruzar palabras e incluso entablar una profunda conversación, sabrá perfectamente a qué me refiero cuando desde lo más alto, llámese Universo, destino, la Gran Alma, Dios, nos manda en el momento preciso ese recordatorio del por qué estamos aquí, para qué venimos y qué propósito tenemos en la vida.

No sé si sea mi personalidad, mi esencia o ese magnetismo que sin querer en donde sea que me encuentre, al cabo de unos segundos ya estoy intercambiando un par de frases, palabras, anécdotas, en fin, ¿será que tengo un mensaje en la frente que dice algo así como “háblame”? ¿será que tengo muy desarrollada mi empatía? O ¿será que yo soy la mensajera que viene a este mundo por alguna razón?

¿Alguna vez te has hecho esta última pregunta? ¿De qué forma puedes impactar en la vida de los demás a través de los mensajes que mandas con tus acciones? Ahora que he redescubierto mi espiritualidad, esa parte que aún tenía por profundizar, mi percepción se ha agudizado, y con esto no quiero decir que oiga voces ni nada por el estilo, sino que llegan a mi vida acontecimientos que me conectan con historias que me dejan un gran aprendizaje.

Cómo olvidar esa plática entrañable con esa señora que ni recuerdo su nombre, pero sí puedo revivir cada detalle de su historia de vida como cuando me contó que al quedar viuda tuvo que empezar de cero a trabajar para sacar a sus tres hijas adelante. “Me voy tranquilo de este mundo porque sé que mis hijas estarán en buenas manos y porque sé que tu puedes con esto y más”, esas fueron las últimas palabras que le dijo su esposo al morir, ambas casi al borde de soltar algunas lágrimas de una forma u otra nos conectamos, ella recordando, abriéndose conmigo, y yo llevándome un aprendizaje de por vida.

Nunca sabemos lo que el poder de un “buenos días” o un gesto cálido nos pueda conducir a recibir ese mensaje que tanto necesitamos o qué tanta falta le hace a la otra persona un simple saludo o conversación para darle trascendencia a su vida. La próxima vez que te encuentres con un extraño, recuerda que nada es casualidad y maravíllate de todo cuanto pueda pasar.

agosto 16, 2018

Lorena Salas

Periodista de profesión y madre de dos, combino también mi pasión por el mundo de la belleza conectándome con cada historia que escucho al hacer lo que me gusta. Amo plasmar por escrito todo aquello que me inspira logrando así proyectar desde lo más profundo de mi alma.

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