LOS ANIMALES QUE NOS ACOMPAÑAN

Por Dona Wiseman

Hace un par de días a mi hijo le picó un alacrán.  El resultado del veneno fue un estado de bienestar.  Podríamos especular muchas cosas.  Quizás el animal no descargó su veneno, o no era de los alacranes muy venenosos.  Y puede ser que así sea.  Yo prefiero contemplar cómo los animales (nuestros animales totémicos, animales de poder, animales guía) nos acompañan para ayudarnos a cruzar por situaciones que de otra manera podrían ser más difíciles o tal vez imposibles.

Hace muchos años que trabajo con animales totémicos.  Lo comencé por accidente y por curiosidad.  Husmeando en una librería, de esas de libros usados, en La Isla del Padre en Texas, me topé con una caja, aún envuelto en su empaque original. El título era algo así como “Spirit Animals” o “Totem Animals”, ya no recuerdo.  En la caja había un libro y un juego de cartas.  El libro hablaba sobre el significado de los animales totémicos y la ayuda que nos podía aportar conocerlos y trabajar con ellos.  En ese tiempo yo ya leía runas celtas y tarot, y bueno, ¡eran cartas!  Compré la caja con su contenido y en la noche, en la primera oportunidad que tuve, me eché un clavado en un primer intento de saber qué tenía entre manos. 

Trabajé con esas cartas y las instrucciones de ese libro y comencé a entender cómo los animales aparecían en mi vida y qué características tenían.  Fui entendiendo que los animales que se aparecen en nuestras vidas, particularmente los totémicos, nos muestran recursos que nos son propios pero que no hemos usado eficientemente en la vida.  Nos abren el camino a opciones que existen, pero que no hemos aprendido a usar de manera eficaz (o que hasta negamos).  

No se trata de saber cuál es mi animal favorito, o como cuál animal quisiera ser.  Se trata de atender la presencia de los animales entorno a nosotros.  El animal totémico se encuentra por medio de una visualización (meditación guiada). Los animales que aparecen en sueños o bien por allí a cada rato o sorpresivamente en la vida vienen también a acompañarnos y a darnos algo de su energía.

Hace días cuando fui a montar había un búho posado en una rama.  Tranquilo.  Observándonos observarlo.  Con frecuencia me topo con halcones y coyotes.  He soñado cocodrilos y camellos.  Mientras leía en mi terraza se paró sobre el libro una mantis.  Con frecuencia duerme en mi recámara una lagartija. Mi jardín está poblado por arañas de varias especies.  Cuando aparece un animal consulto su medicina y su energía para ver qué me dice en ese momento específico de mi vida.  Cuando el alacrán le picó a mi hijo le envié la información sobre la energía del alacrán. Mi hijo se sorprendió.  Creo que empezó a dar crédito a “las locuras de su mamá”, a la magia y al poder de los animales y las plantas.  

En el trabajo con animales totémicos me he sorprendido de los animales que aparecen para algunas personas.  Piraña y anguila han sido de mis favoritos.  Entre las personas con las que he trabajado hay ardillas, venados, lobos, conejos, elefantes, osos, zorros, gacelas, búhos, y muchos otros. Mi animal totémico es caballo. Tengo el gran privilegio de tener una relación cercana con mi animal totémico.  Cada día me acompaña a crecer y a saber cuáles son mis fortalezas.  Los animales cohabitan el mundo con nosotros.  Es una relación de colaboración y compañerismo. Obsérvalos.  Míralos realmente.  A veces están para guiarnos.

Dona Wiseman

Psicoterapeuta, poeta, traductora y actriz. Maestra de inglés por casualidad del destino. Poeta como resultado del proceso personal que libera al ser. Madre de 4, abuela de 5. La vida sigue.

DEJA UN COMENTARIO

LECTURAS RELACIONADAS