¿ARREPENTIMIENTO O SATISFACCIÓN?

Por Dona Wiseman

¿Qué se hace cuando has hecho lo que te dio la gana en un momento dado y te sale el tiro por la culata?  Una opción es el arrepentimiento:  El arrepentimiento es el pesar que una persona siente por algo que ha hecho, dicho o dejado de hacer. Quien se arrepiente cambia de opinión o deja de ser consecuente con un determinado compromiso.  Cambiar de parecer es válido, y también es válido desear no haberse uno metido en cierta situación, a pesar de que la realidad es que…bueno…

También podemos (o tal vez tendremos que) lidiar con los efectos de lo que hemos hecho, aplicando el precepto de la libertad:  La libertad es un concepto abstracto de difícil definición; en principio, está vinculada a la facultad que posee todo ser vivo para llevar a cabo una acción de acuerdo con su propia voluntad.  ¡La voluntad! Facultad humana para elegir o rechazar las cosas, tomar decisiones o actuar de determinada manera, albedrío.

En muchas ocasiones he sido “acusada”, aunque a veces parece halago, de hacer lo que me da mi chingada gana en la vida.  Eso para algunas personas es una crítica severa, porque no debía haber hecho tal o cual cosa.  Sé que a mis hijos les he causado más que un rato de pena ajena.  Y he visto las caras de más de una amiga cuando he dicho algo aparentemente fuera de lugar.  (En este rubro no incluyo “mi humilde opinión”, que esa es otra categoría.)  Y…siendo honesta, si dijera lo que realmente estoy pensando, creo que a veces me daría pena a mí misma.  ¿Pero por qué? 

Tenemos muy fijas nuestras creencias de lo que es bueno y/o malo, o hemos comprado las creencias a otros.  Hubo un momento en mi vida, hace muchos años, cuando vi que, en un tema específica, ser “buena” no me estaba dando los resultados esperados.  Ser “mala” fue inmensamente más satisfactorio.  No recomiendo ser “malos”, pero sí recomiendo pasar lo que decidimos hacer por el filtro de las propias necesidades y la propia voluntad. 

Es inevitable que algunas cosas que decidimos y hacemos afecten a otros (para bien y para mal).  Pero a veces solo pone en evidencia algo que ya estaba allí.  Sí, en ocasiones les recordamos a otra que un área de su vida no marcha como ella quisiera.  Sí, nos ha pasado a todas, creo.  Por algún comentario o acción de otra nos hemos dado cuenta de que nuestra realidad no era lo que pensábamos.  Escogemos ciertas palabras, somos inoportunas, y no sabemos qué fibras podemos estar tocando.  Incluiría los momentos en que sinceramente pensamos que estamos ayudando y bueno…no resulta así. 

No sé Uds., pero yo he creído mentiras, y dicho unas cuantas.  He hecho algunas cosas osadas que tal vez no repetiré, y otras que volveré a hacer con gusto.  Soy criticable en ojos de algunas y admirable en ojos de otras, y ambas cosas en otros ojos aún.  El juicio es inevitable.  Tú y yo juzgamos lo que está bien y está mal desde nuestro criterio, desde lo que nos gusta o no, desde lo que es agradable o incómodo.  Somos blancos del juicio propio y del juicio de los demás.  Tal vez podríamos aprender a usar la libertad y la voluntad en nuestras decisiones, plenamente conscientes de que habrá momentos y sucesos de los cuales nos arrepentiremos, y momentos en los que la satisfacción real de nuestras necesidades queda bien servida.

Dona Wiseman

Psicoterapeuta, poeta, traductora y actriz. Maestra de inglés por casualidad del destino. Poeta como resultado del proceso personal que libera al ser. Madre de 4, abuela de 5. La vida sigue.

DEJA UN COMENTARIO

LECTURAS RELACIONADAS