Por Dennis Charles
La música, en especial la clásica, no sólo es arte. Sus efectos van más allá de lo artístico; no sólo es capaz de despertar emociones, también nos lleva a incrementar nuestras conexiones neuronales.
En febrero del 2021, un estudio neurológico publicado en la revista científica European Journal of Neurology, argumentó sobre los beneficios cognitivos al escuchar la Sonata para dos pianos K. 448 de Mozart. Aunque esta investigación fue realizada con personas que presentan cuadros epilépticos, se pudo observar que esta sonata permite incrementar las redes neuronales implicadas en la resolución de tareas espaciotemporales complejas como las matemáticas, el ajedrez, entre otras. También se encontró que la exposición a esta sonata permite el aumento de la liberación de dopamina, lo que permite mejorar las funciones ejecutivas, la cognición y la atención y ayuda a preservar y asociar mejor los recuerdos.
Y no solamente esta sonata tiene grandes efectos en nuestra estructura cerebral. La música tiene una base matemática que ayuda al desarrollo del pensamiento lógico, es decir, el aprendizaje musical activa las mismas estructuras cerebrales que si implican en el aprendizaje de las matemáticas. Yo lo pude comprobar con mi hija, ella presentaba mucha dificultad para la comprensión de elementos matemáticos simples y después de dos años estando en clases de piano y canto, ahora ella tiene una habilidad sorprendente para hacer cálculos mentales.
La música es tan maravillosa porque une a las personas, y es que la comunidad científica también ha demostrado que crea una fuerte cohesión social, nos une con el resto del grupo y hace más fácil las acciones colectivas. Dentro de estas investigaciones, los científicos han logrado observar como la música sincroniza la actividad cerebral de las personas que tienen el mismo afín por cierto tipo de música.
La actividad musical refuerza los patrones de activación neural inherentes a tareas cognitivas como la abstracción y aprendizaje verbal, es decir, nos permite desarrollar habilidades de memoria, atención sostenida, coordinación sensorio-motora y visualización espacial-temporal, lo cuál es la base para el aprendizaje de la lectoescritura.
La música también libera endorfinas, lo que permite la la producción de efectos físicos tales como la vasodilatación, el calentamiento local de la piel y una reducción en la presión arterial. Libera endocannabinoides lo que nos permite modificar la sensación de dolor e incrementa la relajación; pero también libera óxido nítrico con lo que podemos aprender mejor y poner más atención. ¡Es sorprendente!
Otros datos maravillosos y científicamente comprobados sobre el efecto de la música:
- Hacer ejercicio con música incrementa el 20% del rendimiento físico.
- La música activa al hipocampo y se libera oxitocina. Cantar juntos incrementa el apego, reduce el estrés e incrementa el vínculo social.
- Se genera un estado neuroquímico particular, que cambia la conducta fomenta la alegría y disminuye el cansancio.
Como puedes ver, la música tiene mucho beneficio a nivel cognitivo, cualquier tipo de música, pero sobre todo la clásica, nos ayuda a incrementar nuestras habilidades emocionales, conductuales e intelectuales; pero la sonata para 2 pianos tiene un poder extraordinario que hasta ha logrado reducir cuadros epilépticos de las personas que fueron sujetas a esta investigación científica.
Te invito a que abras tu Spotify y escuches esta maravillosa y bella Sonata para 2 pianos K.448:
*Aquí puedes encontrar más información sobre el estudio científico realizado con la sontata para 2 pianos K.448:
Štillová, K., Kiska, T., Koriťáková, E., Strýček, O., Mekyska, J., Chrastina, J., & Rektor, I. (2021). Mozart effect in epilepsy: Why is Mozart better than Haydn? Acoustic qualities‐based analysis of stereoelectroencephalography. European Journal of Neurology, 28(5), 1463-1469.
