Por Iyáli Alcaraz Q.
Hola soy Iyáli Alcaraz y soy una gorda en pausa, pero ¿a qué me refiero con esto? Pues bueno decidí crear este concepto por allá del 2017 cuando me empecé a definir como la persona que toda la vida ha vivido “a dieta” pausando la gordura “según yo” hasta que la dejó y ¡voilá! gorda otra vez. ¿Te suena?
A lo largo de mi vida he hecho 286 dietas, entre ellas la de la zona, la del Dr. Atkins, hoy llamada keto, la de los asteriscos, la de sopa de repollo un día y al otro plátano, dieta mediterránea, dash y oooobviamente el terror de todos los nutriólogos clínicos, la de los bariatras noventeros y don´t get me wrong pero el desayunar pan tostado, media toronja y por la tarde un huevo duro y oler un chocolate no es y nunca será una dieta funcional en la que podamos apoyarnos para iniciar un estilo saludable de vida. Esa dieta, como todas las dietas de moda, terminarán sin servir y volverás al famosísimo “rebote”.
Bueno no quiero generalizar con los médicos bariátricos (no me linchen) de seguro hay uno por ahí bueno que no te recete medicamentos que terminarán por lastimar tu tiroides, “suprimiendo” tu hambre y dando una dieta que se ha demostrado científicamente que no es posible sostenerla a largo plazo.
Entonces ¿todos estamos destinados a un peso? Si y no, lo que quiero llegar a explicar es que existe un peso habitual donde fluctuamos la mayor parte de nuestras vidas… le llamaremos set point. Se trata de cuando estamos en una dieta loca suprimiendo grupos de alimentos o “matándonos de hambre” nuestro cuerpo va a tratar de querer regresar a su set point… Esto significa que el peso perdido en teoría regresará hasta en un 80% de este ya que “el cuerpo se está auto protegiendo ante la hambruna”. Solo que en este caso ni hay hambruna y solo tenemos obesidad.
Cuando estamos en periodos de dieta aumenta nuestro estrés, alterando nuestro eje regulador de hambre, saciedad y apetito. ¿Cómo? Aumentando éste y bajando los niveles de saciedad. Osea tengo más hambre y no sé por qué entre muchos cambios hormonales que suceden donde obviamente te vuelves tu peor enemigo jajaja (okey exageré pero si te sientes fatal).
Y luego te ves subiendo de peso en unos meses o años cuando suspendiste tu dieta loca. Peor aún porque ya tu cuerpo se acostumbró a comer pocas calorías y probablemente eran hasta de mala calidad y todo ahora si por añadidura te subirá de peso. ¿Qué? ¿Todavía más? ¡Yep! Ese es el efecto pausa quintándose lo que el gringo le llama “unpause”
El cuerpo de una persona no solo tiene un set point en la vida, puede tener diferentes de acuerdo a la etapa de la vida que se encuentra y más importante al ambiente donde éste se desarrolle (edad, hormonas, lugar de nacimiento, economía, historia familiar, enfermedades, entorno obesogénico y una gran gran lista de etcéteras) .
Hoy, ¿qué hace Iyáli? Para no estresarse tanto sobre la pausa, bueno después de un largo camino recorrido de ciencia, frustración, prohibición, que seguramente entiendes perfectamente, trato de ya no clavarme tanto con el número en la báscula, trato de ser sana, hacer ejercicio, crecer y preservar masa muscular, tomar mis vitaminas, mis hormonas de acuerdo a mi condición, tomar agua, bajarle al alcohol, al café también si es que eso sucede algún día, comer la mayor cantidad de plantas posibles al día, muchos colores variados en frutas y verduras, dejar de contar calorías, comer fibra, proteínas magras, no utilizar casi aceite más que el de oliva en mi ensalada como aderezo, cocinar, enamorarme de la comida y hacer creaciones sanas, comer bichos buenos pero sobre todo dejar de escuchar a la gente opinar sobre mi cuerpo.
Y es algo que trabajo también en mis pacientes día con día, tomar la nutrición como lo que hoy es: una ciencia demasiado estudiada pero sobre todo demasiado comprobable, nutrición basada en la evidencia, mucha empatía y nada más.
En fin, ser gordo en pausa es complicado pero creo que es muy entendible. El hoy comer de manera intuitiva, oyendo a tu cuerpo, saber qué nos cae mal y qué ya no se nos antoja, qué nos hace daño, dedicarnos tiempo a nosotros, hablarnos mejor cada día, usar el espejo para su real función, el decidir que hoy me queda apretado ese pantalón y mejor uso otro, o que el que tengo ahí guardado por años probablemente nunca me vaya a quedar ya y comprar algo con lo que hoy me sienta a gusto y mañana volver a tomar esa decisión u otra dependiendo cómo amenecí. Yo sé que cuesta y si cuesta muchísimo cambiar hábitos pero cuesta más luchar en contra de nosotros y mucho más cuando alguna enfermedad nos obliga a cambiar. Así que si hoy al terminar de leer esto hiciste click primero te mando un abrazo y segundo, bienvenido seas a esta, tú comunidad, gordo en pausa.
Daniela montes
Me identifiqué yo ahorita tengo varios kilos de más y estuve a dieta muchos años 😅
Gracias por el mensaje 🙏🏻
Clara
Excelente texto. Qué importante es tener información basada en evidencia. Y sobre todo esa parte dónde hablas de que no se habla del cuerpo de las personas. Me gusta mucho tu columna.
Mayte Cepeda
En décadas pasadas no había gente gorda! Porque no había tanta variedad de alimentos procesados, endulzados al extremo y con mucho químico, ahí está la clave, comer como.antes!!