DIABETES TIPO 1 Y EL REGRESO A CLASES

Por Jacinta Monteverde

Se acerca el regreso a clases, la mayoría de los niños y los padres se organizan para tener todo listo: útiles escolares, uniformes, mochila, lonchera y etiquetas. Pero para aquellas familias con hijos con diabetes tipo 1 el regreso a clases es diferente. Los niños que viven con esta condición tienen que preparase de otra manera, lo cual es nuestro caso.

Anteriormente he escrito tratando de describir de qué trata esta condición tan distinta a la diabetes tipo 2 que generalmente vemos en adultos. Brevemente repito la explicación: la diabetes tipo 1, o DT1 es una condición autoinmune, no se conoce exactamente su causa solo que el páncreas deja de producir insulina debido a que el propio cuerpo ha exterminado las células betas que la producen. Por esa razón deben inyectarse insulina cada vez que van a comen algún alimento y así tratar de controlar sus niveles de azúcar en la sangre.

Pero no solo los alimentos afectan estos niveles, sino también factores emocionales, hormonales, ambientales y emocionales. Es entonces donde entra el verdadero reto, pues el cuerpo es impredecible en muchísimos aspectos y cada persona que vive con DT1 puede reaccionar diferente día con día. Son muchas decisiones y acciones que hay que tomar en todo momento: monitorear glucosa, contar carbohidratos de las comidas, inyectar insulina, tratar hipoglucemias, estar pendientes de hipoglucemia, corregirlas, tomar en cuenta actividades físicas, educar a tu hijo o hija en todos estos temas, atender la salud emocional, guiarlos a que sean independientes y respecto a la escuela, informar y educar al personal docente, entre muchas otras cosas. 

Realmente es más complejo de lo que se puede escuchar. Generalmente las mamas de los niños con diabetes 1 nos volvemos expertas en el tema, y a pesar de que todos los días surgen situaciones distintas nos da tranquilidad saber que, mientras están cerca de nosotros, es más probable tomar decisiones oportunas y a tiempo. 

Aprender a soltar

Ahora imagina que tu hijo, sin importar la edad, estará lejos de casa por más de 8 horas y que en cualquier momento podría tener también una hipoglucemia, es decir, una baja severa de glucosa, lo cual si no se atiende a tiempo lleva a desmayos y convulsiones. Si, la verdad puede llegar a ser muy angustiante por lo que la que la comunicación  y capacitación del tema entre la escuela y los maestros que están en contacto con el niño es vital, y eso no nos hace madres controladoras ni sobreprotectoras. 

En  nuestros caso llevamos ya 10 años con esto, y antes de cada ciclo escolar tengo juntas con maestros y directores, les explico el tema y sobre todo los riesgos y la manera correcta de reaccionar. Yo de alguna manera ya lo hago de manera automática pero al momento de tratar de transmitir esta información todo comienza a revolverse en mi cabeza.

¿Cómo explicar que hay alrededor de 50 factores que influyen en los niveles de azúcar en la sangre de una persona con DT1 y las decisiones dependen de otros 20 factores? Cada año reviso lo que voy a exponer y lo adapto a la edad y la experiencia que llevamos, trato de ser lo más breve y concreta, pero no hay manera sencilla de ponerlo. En una ocasión con toda esa intención terminé escribiendo 10 cuartillas. 

Por otro lado, es importante que además de todo lo que un niño lleva al colegio respecto a los temas académicos, siempre lleven consigo todo lo necesario para su tratamiento: insulina, un glucómetro, tiras reactivas, lancetas, agujas, productos con azúcar en caso de hipoglucemias, desinfectantes específicos para prevenir infecciones, lectores o celular en caso de llevar un monitor de glucosa continuo y alguna tarjeta o mica donde se lleve información y teléfonos de su doctor y padres en caso de alguna emergencia. 

Gracias

El regreso a clases puede ser abrumador, también en el aspecto emocional, pues además de tener la atención en sus clases, los niños con DT1 deben estar conscientes de sus síntomas, y estar tomando a la vez muchas otras decisiones en torno a su salud. En nuestro colegio tenemos la suerte de tener el apoyo de sus maestros y la enfermera. Pero no siempre es así con otros niños, en donde las escuelas no muestran interés por aprender sobre el tema, o no los dejan llevar lo necesario para tratar la condición, y el estrés y la angustia de los padres es todavía mayor. Y por último el tema de bullying o factores de inclusión. Los comentarios de otros de compañeros que resultan hirientes, el no incluirlos o asilarlos de actividades por falta de conocimiento e incluso por parte de los mismos profesores. 

En fin, nos queda mucho por hacer para seguir informando, preparando a las escuelas sobre esta condición tan inusual, y seguir preparando a nuestros hijos para que cada vez sean más independientes. Aunque sinceramente como papas jamás terminaremos de preocuparnos y estar pendientes de que puedan llevar una vida lo más normal posible. 

Empezamos un nuevo ciclo escolar, nuevos retos, nuevos aparatos pegados a su cuerpo que parecen extraños y ajenos pero son parte de ella. Confiamos en las nuevas tecnologías, confiamos en el colegio, en la experiencia que llevamos y en que día a día tengamos la sabiduría para guiar a nuestros hijos con esta condición a que tenga la seguridad que jamás es un impedimento para estudiar y cumplir sus sueños. Agradezco a todo el equipo docente y seguiré trabajando por aquellos en donde todavía hay mucho por hacer para que respeten sus derechos, porque se que no es fácil regresar con esta mochila extra llena de emociones y cuidados a este nuevo ciclo.

Jacinta Monteverde

Mamá, ama de casa y psicoterapeuta con especialidad en audioterapia. Dedicada, en gran parte, a la consulta privada y comunitaria. Actualmente en proceso de formar una asociación para niños con diabetes.

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