Por Champaca Treviño
¿Estás en tu zona de confort, o sientes que algo te falta?
Hay momentos en la vida que sientes que algo no encaja, algo falta, tal vez un sentido a lo que haces en la vida y es donde es importante hacerse la pregunta, ¿qué es para mí una persona exitosa?
Ya sabes: cuál es tu vocación, misión, sentido, pasión en la vida, cuando verdaderamente lo conocemos y lo encontramos, tenemos ese bienestar que sentíamos perdido y llegará el éxito a corto y largo plazo.
Potencializar tus capacidades y habilidades naturales, a eso, Ken Robinson le llama encontrar El elemento. Y como dice él: “descubrir tu pasión ¡lo cambia todo!”. Excelente libro que me permito recomendar ampliamente.
Recuerdo cuando era pequeña, llamémosle golpes de suerte, oportunidades en la vida o como haya sido. Hubo un lapso de tiempo en que en cualquier concurso o actividad matemática que se presentaba, yo ganaba, un primero, segundo o tercer lugar. Las actividades escolares y culturales enfocadas a la memorización y a los números se me facilitaban.
Y ahí fue donde escuché por primera vez: “Hija, eres muy buena para los números serás una excelente contadora” y me convencí de ello. Pasó el tiempo y llegué a estudiar mi carrera profesional de Contador Público, misma que sufrí, batallé, sudé hasta la última gota para poder pasar las materias. ¿La disfruté? Realmente no, al contrario, la sufrí, me gradué y el papá de una gran amiga me dio la oportunidad de trabajar en su despacho. Agradezco haber vivido ese momento porque gracias a ello, fue cuando empecé al fin a abrir los ojos y decir ¡esto no es lo mío! No lo disfruto, no soy feliz, no me gusta, ¡no soy contadora!
Pasó el tiempo y por azares del destino conocí la consultoría, me contrataron en una empresa y me aventuré a conocer del tema. Desconocido totalmente por mí en ese momento, algo completamente diferente a mis estudios. Me di cuenta de cómo disfrutaba visitar y conocer empresas, poder aportar un granito de arena para su desarrollo, pararme enfrente de un público a hablar de un tema en particular. Fue algo que me producía una sensación de bienestar, de felicidad que no cambio por nada, ¡encontré mi elemento! Es verdaderamente mi pasión, en donde encuentro cómo aprender cada día algo diferente y aplicarlo en mi vida personal.
Hace tiempo encontré este libro, espero puedan darse la oportunidad de leerlo, es como un regalo para nosotras mismas, para abrir los ojos ante nuestros hijos, pareja y amigos y poder tal vez ser un vínculo que los ayude a encontrar El Elemento.
Al leerlo reafirmé la importancia de poder detenerse, preguntarse ¿para qué hago esto?, ¿realmente lo disfruto?, ¿cuál es el sentido de mi trabajo?, de mi vida, ¿lo disfruto?
Pero ¿qué es El Elemento?
El Elemento es el punto de encuentro entre las aptitudes naturales y las inclinaciones personales. Cuando haces lo que te gusta y al hacerlo puedes sentirte tú misma, el tiempo que pasas en ello hace que te sientas viva, llena de alegría. Experimentas quién eres realmente y qué debes hacer con tu vida.
Capacidad, vocación, actitud y oportunidad se entrelazan para explorar tus capacidades al máximo y esto te permite pensar de forma diferente, como dicen, fuera de la caja.
Para encontrar tu elemento, dicen que es necesario romper paradigmas, analizarte, saber qué te hace feliz, tratar de recordar cuando eras pequeña, qué te gustaba hacer, en qué disfrutabas pasar el tiempo, como dicen, eso en lo que te sientes como pez en el agua en tu día a día.
Mi madre me platicó que yo desde pequeña no perdía oportunidad para contar una historia, realizar una adivinanza, algo, lo que fuera, que me permitiera estar hablando con los que estaban a mi alrededor de un tema. Qué grandioso hubiera sido que visualizarán esas habilidades que había en mí y poder desarrollarlas al máximo, sin embargo, nunca es tarde.
Elimina ese pensamiento de que tú no tienes talentos, puntos fuertes o habilidades naturales. Por supuesto que las tienes, no hay límites, recuerda que los limites están en tu mente.
El libro nos habla también de ir mas allá de la imaginación, esto supone pensar de forma creativa, todos somos creativos, todos podemos aprender a serlo, y lo puedes aplicar en tu trabajo, en la vida, en las relaciones interpersonales, en todo.
Lo básico es encontrar ese medio que te permita expresarte de forma única.
Robinson, en su libro menciona que cuando estas en la zona de equilibrio, vives el momento, haces lo que amas, te entregas a ello y das lo máximo de ti, SIN ESFUERZO, como si te fundieras con lo que realmente eres en esencia y todo fluye.
Ojo, aunque encuentres tu elemento no significa que siempre vas a estar en esa zona de equilibrio, siempre habrá tareas con las que no fluyas o simplemente no sea un buen día, no se trata de tener un mundo color de rosa, ya que no existe.
En todo momento date el tiempo de aprender qué actividades te hacen sentir pesada y te quitan energía y cuáles al contrario te dan esa energía, son claros indicadores.
No hay fórmulas para encontrar El Elemento. Es algo muy personal que depende de un análisis muy profundo.
En el libro, el autor recomienda hacerse 4 preguntas:
- Si pudieras dedicar tu vida a hacer cualquier cosa, sin impedimentos económicos, físicos o sociales ¿qué harías?
- ¿En qué tipo de tareas sueles involucrarte sin necesidad de hacerlo, es decir, por puro placer?
- ¿Cuáles son tus áreas de interés, las que absorben tu tiempo sin darte cuenta?
- ¿Qué habilidades tienes o que los demás creen que tienes?
Encontrar tu tribu, ¿a qué se refiere el autor con este concepto? A localizar a esas personas y lugares en donde puedas compartir libremente tus opiniones, sentir una conexión que te permita tener inspiración, sentir entusiasmo y crear sinergias.
Y ¿qué pensaran los demás? Encontrar tu Elemento, puede suponer en muchos casos, todo un desafío a nivel personal y social, ser fiel a ti misma, afrontar tus miedos, que pueden ser muchos o pocos y no limitarte por el temor de la desaprobación de los demás. Tal vez te has dedicado toda tu vida a ser contadora y tu pasión está en el baile, no quiere decir que dejes a tu familia, tu trabajo, tus amistades para dedicarte por completo a ello, lo puedes hacer como un hobbie también.
Hay momentos en que todo, tu pareja, tu madre, padre, amigos, todos creen saber qué es lo mejor para ti, sin embargo, eso solo lo sabes tú y realmente no vale la pena abandonar tus sueños, tu pasión por obligación o por complacer.
Encontrar El Elemento no es un golpe de suerte, no es como la historia de algún artista que lo encontraron en la calle y se dio cuenta de sus habilidades, las potencializó y fue muy feliz y famoso. Es cuestión de actitud ante la vida, de estar atenta a ti misma, a crear tus propias oportunidades, transformar la realidad de tu vida.
¿Demasiado tarde? Hay gente que a sus 30, 40, 50, 60`s o más se sienten atrapadas, deseando algo mejor para sus vidas y, sin embargo, ya no hacen nada, porque o es demasiado temprano, demasiado difícil o demasiado tarde.
Por supuesto que, de acuerdo a tu momento de vida, físico, emocional y económico, habrá sueños que ya no podrán realizarse, más eso no significa que muchos otros no puedan llegar a alcanzarse aún y cuando no hayas encontrado el cómo.
No te preocupes por ello, ese cómo va a llegar en algún momento de tu vida, de una u otra forma, siempre tendremos a nuestro alcance oportunidades para evolucionar.
Encontrar el Elemento es fundamental para tener una vida equilibrada y puede ayudarte a entender quién eres en realidad, médico, arquitecta, contadora, escritora, ingeniera, diseñadora, pintora y muchas más, vivir tu pasión sin frustraciones, que verdaderamente te identifiques con tu trabajo, el objetivo es que tu vida deje de ser una rutina, que te sientas plena, autorealizada.
Hay una parte del libro que me encanta y es donde Robinson menciona la importancia de dejar de estandarizar a las personas como una fábrica de profesionistas, es decir, hay que dejar que cada persona descubra sus propios talentos y pasiones, no son más importantes las matemáticas que el arte o viceversa, esto dependerá de cada persona.
Estimulemos la imaginación, la motivación de nuestros hijos, colaboradores, pareja, amigos y de una misma.
¿Qué te recomiendo?
Que encuentres tu verdadera identidad, no renuncies a lo que eres por lo que se supone debemos ser. Eres una mujer única e irrepetible, con pasiones, habilidades y talentos, descúbrelos, encuentra tu elemento y vive con pasión.
