El mito de “la sobredosis de tinta”

Si escuchas este mito de boca de tu tatuador, quizá llegó el momento de buscar a otro.

Por Laura Prieto

 

El mundo del tatuaje está lleno de hechos y suposiciones, es un proceso que en ocasiones genera cierto misticismo. Lamentablemente este oficio, aprendido de manera teórica- empírica, sin estudio o maestro, se llena fácilmente de mitos y desinformación para los clientes. Este año he escuchado un mito al que no le había tomado tanta importancia, pero en las últimas dos semanas lo escuché tres veces, así que creo que ya va tomando fuerza, y eso es terrible, me refiero al de la sobredosis de tinta.

Un cliente quería un Buda, del hombro al codo, con flores y acabado de piedra, me pregunta si se lograba en una sesión a lo que respondo que sí. Durante el tatuaje platicó que fue a dos estudios más, donde le negaron el trabajo en una sesión, argumentando que lo máximo de tiempo que la podían tatuar era por dos horas, porque si no, corría el riesgo de sufrir una sobredosis de tinta. Me dio risa y le contesté que mi sesión más larga tatuando había sido de diez horas y mi cliente sigue vivo, sano y cuerdo.

En otra ocasión, a una clienta le hice un tatuaje en el dedo, en columnas anteriores les hablé delas probabilidades que en el área de manos y pies estos diseños se borren. Así que, después de un mes, le retoqué una pequeña parte del tatuaje que se había desvanecido, la clienta me preguntó si estaba segura de poder retocar que, si no era peligroso, le contesté que probablemente solo dolería más, pero de ahí no pasaba. Ella tenía en la muñeca una libélula (que yo no hice) y me comentó que había perdido todo el color cuando se le cayó la costra. Cuando regresó con su tatuador pidiendo el retoque, éste le contestó que estaba desaconsejado retocar ya que le podía causar sobredosis de tinta, lo cual ella no cuestionó, confió en la palabra de su tatuador y se resignó a llevar un tatuaje despintado.

Por último, pero la más sorprendente, hubo quien ¡presenció una sobredosis de tinta! Yo estaba tatuando una máscara Azteca y la acompañante de mi cliente no paró de ponerlo nervioso en todo momento, diciendo que le dolería mucho y dudaba que aguantaría el tatuaje. Pasaron aproximadamente dos horas y el cliente seguía igual, tranquilo y aguantando sin contratiempos. La chica, sorprendida, habló acerca de una ocasión en la que acompañó a otro amigo a tatuarse y vio como el amigo tatuado empezó a marearse, se le bajo la presión y sudaba frío. El tatuador les dijo que debían continuar el tatuaje en otra ocasión porque el pobre hombre estaba sufriendo una sobredosis de tinta y era muy peligroso seguir tatuándolo. Le pregunté a la chica qué les había dicho el tatuador que le podía pasar si lo seguían tatuando y se limitó a contestar sobredosis de tinta.

Y es aquí cuando me pregunto ¿por qué son así? ¿por qué le mienten a la gente?, o de verdad esos tatuadores ¿creen en la sobredosis de tinta?

La mayoría de los tatuadores tenemos gigantescos tatuajes que no tardaron una hora o dos en hacerse. Entonces, no entiendo porque algunos dicen que no debes tatuarte más de dos horas. No me queda nada claro este mito, solo puedo concluir que tal vez hay quien no le gusta trabajar en un diseño más de dos horas o quien no quiere retocar sus tatuajes despintados o quizá también existe quien no sabe distinguir una bajada súbita de presión sanguínea. Me da risa y me molesta a la vez, es un término tan descabellado, pero en México es común que la gente mienta para no hacer las cosas bien. Nos desinforman para conformarnos con un mal servicio.

La sobredosis de tinta no existe, es un mito, desconozco si solo pase en Saltillo o ya se haya diseminado. Existen muchos nuevos estudios de tatuajes, las cosas ya no se hacen a la vieja usanza (uno tenía un maestro y durabas años de aprendiz, respaldado por tu maestro, en mi caso, Ramón Pérez, “el Tigre”, con quien aprendías el porqué de cada cosa). Nuevamente las redes sociales, el acceso a información falsa que se viraliza y la facilidad de poder comprar todo por internet, hace que cualquiera tenga acceso a un equipo para tatuar y empiece a trabajar sin las herramientas de información necesarias.

No se dejen engañar, si escuchan el término sobredosis de tinta, es totalmente falso, si el tatuador les menciona ese mito, sería buena idea buscar a otro tatuador.

Laura Prieto

Nací en Saltillo, Coahuila hace 32 años. La vida me llevó a aprender a tatuar, complementé mi aprendizaje estudiando artes gráficas y haciendo toda cosa creativa que llegara a mí. Ahora soy madre, esposa, llevo 14 años en el mundo del tatuaje y sigo feliz y encantada de trabajar en lo que estoy.

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