Y le dije, hazlo tú mismo…

Por Alex Campos

 

“Hazlo tú mismo” es la poderosa frase con la que me quedé intrigada luego de la primera junta escolar del colegio de mis niños.

“Mamá ¿me sirves agua?”, “mamá ¿me pones el sweater?”, “¿me prendes la TV?”, “mamá ¿me recoges lo que se me cayó?”, tantas peticiones y una sola frase que les brindará herramientas para toda la vida.

Y es que, si algo nos define a las mamás es “ser consentidoras”, se nos da el apapacho, queremos que la vida de nuestros pequeños sea lo más fácil para ellos y cada mimo es una muestra de nuestro amor incansable.

Pero, la vida real no es sencilla, tendrán que enfrentar obstáculos, buscar soluciones y aprender a hacer cosas, por eso he comenzado a decirles “hazlo tú mismo”.

He pensado que esta frase podría proveerles herramientas muy útiles, desarrollarán la necesidad de intentar hacer cosas nuevas, sentirse seguros y capaces pues ya son “grandes”.

“Hazlo tú misma”, le dije hace unos días a mi hija mayor, cuando me pidió que le quitara el sweater. “Hazlo tú mismo”, cuando mi hijo me pidió que lo subiera a la cama y ¿sabes que? ¡Lo hicieron! Ahora ya es parte de su lista “cosas que puedo hacer”.

Mi hija mayor se siente emocionada cada que le digo que puede hacer cosas de “niños grandes”, el pequeño se aplaude sólo cuando logra una difícil hazaña y de pronto, ¡tápate dieron algo nuevo!

Me alegra haberlo entendido a buen tiempo, pues de verdad deseo que mis pequeños no crezcan creyendo que la vida es o debe ser fácil, sin complicaciones, que todo se consigue con pedirlo.

Deseo con todo el corazón que sean autosuficientes, que se sientan fuertes y capaces, que sepan que mamá confía en ellos, pues si mamá no los cree capaces, ¿quién lo hará?

Entiendo que el amor por los hijos es inmenso e incondicional pero ese tipo de amor puede empoderarnos o arruinarnos.

Sobreproteger no siempre define al amor perfecto, sobreprotegerlos puede dañarlos antes de experimentar aquello que llamamos “LA VIDA”.

Tengo el presentimiento de que esta frase, también los hará convivir un poco con la responsabilidad, con la consciencia, con la empatía y además, entenderán por experiencia propia que mami no puede hacer más de una cosa a la vez y trabajarán con su ingenio para poder hacer lo que se ponen en mente .

Antes se creía que “una buena madre” era aquella que se desvivía en cuidados por sus hijos, aquella que se dejaba en último plano con tal de hacer todo por ellos.

Hoy, como madres, vamos descubriendo que hay que educarlos para que ellos puedan valerse por si mismos, ser independientes y fuertes, porque esto los construye, los edifica y los prepara para no tener miedo a intentarlo, a equivocarse y volver a intentarlo hasta dominar.

Dejemos que, lo que puedan, lo hagan ellos mismos, criemos niños activos, capaces, audaces y con sed de independencia.  Así, el día de mañana, cuando salgan de casa a probar suerte, podremos estar tranquilas de que saben que los grandes logros son a través de muchos intentos.

“Hazlo tú mismo”, la frase con la que podemos comenzar a abonarle a el mundo, nuestro mundo y el de nuestros chiquitos. ¿Comenzamos?

septiembre 15, 2017

Alex Campos

Lic. en Comunicación por la Universidad Del Valle de México. Conductora en diferentes facetas, actualmente presentadora de noticias. Apasionada de la escritura y enamorada del arte de ser mamá. Mamá de Samantha, José Antonio y Rafael.

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