No soy la persona que tú crees ver

Solo podemos ver lo que nosotros somos.

Por Dona Wiseman

Hay personas que nos atraen. Personas que se nos hacen agradables, atractivos, deseables. Hay personas a quienes ni siquiera nos queremos acercar. Esto tiene más que ver con nosotros mismos que con la otra persona.

Particularmente cuando nos enamoramos, o a veces simplemente cuando conocemos a alguien, lo que vemos no es a la persona. Siempre formamos una idea sobre la persona a quien estamos viendo. Decimos que es alguien agradable, loca, mamón, enojón, simpática, profesional, exitosa, atractiva, exigente, seca, disgustada, cariñosa, amable, etc. De hecho, es muy difícil que logremos ver a otra persona. Toma mucho tiempo y esfuerzo y un largo camino de crecimiento persona poder ver a otro (caray, si podernos ver a nosotras mismas es difícil). Entonces, ¿qué hacemos? Poner atención en el autoconocimiento, ya que lo que vemos en los demás es a nosotros mismos. Proyección en su forma más simple. Vuelvo un poco al tema de que solo podemos ver lo que nosotros somos.

Al enamorarme, yo estoy viendo al otro y adjudicándole características que yo deseo que él tenga. Entro en un espacio de idealización. Es un ejercicio de formación de expectativas para luego enfrentarnos a que la persona no es como yo pensé. Lo más común es que llegue un momento en que acusemos al otro de “no ser él de antes” o de “no ser lo que esperábamos”. ¡Claro! La otra persona no es lo que veo yo, sino que es quien es, y yo no he hecho el trabajo personal suficiente para poderlo aceptar tal cual es. Quizá (o más bien seguramente) no he hecho tampoco suficiente trabajo personal para aceptarme a mí misma tal cual soy.

Se dice por allí que estamos irresistiblemente atraídas por quien va a traernos los problemas que necesitamos para nuestra propia evolución. Sí. Estamos frente al otro aprendiendo a conocernos a nosotras mismas. Y así en toda situación. Nuestra manera de vivir las experiencias nos habla de quienes somos. Vivir todo y observarnos en torno a situaciones, darnos cuenta, mirar de cerca nuestras reacciones, darnos cuenta quienes somos en cada momento (incluso ante otro) nos llevará a un autoconocimiento más completo y a ser personas que nos conocemos y nos vemos y por ende podremos ver al otro y aceptarlo. Así no pediremos “peras al olmo”.

Dona Wiseman

Psicoterapeuta, poeta, traductora y actriz. Maestra de inglés por casualidad del destino. Poeta como resultado del proceso personal que libera al ser. Madre de 4, abuela de 5. La vida sigue.

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