Por Daniella Monárez
Si hubiera aceptado un NO por respuesta, hoy no sería doctora, no hubiera terminado el servicio social y no seguiría dentro de la maestría que realizo.
Si hubiera aceptado un no, no sería tan buena nadando, no tendría carro y jamás sería güera.
Si hubiera aceptado un no, no conocería a Alejandro Sanz en persona, ni tendría el autógrafo de Willy Romero (mi beisbolista favorito).
Si hubiera aceptado algún no, no sería lo que soy ahora. Cada “no” ha contribuido a forjar en mi el carácter, la pasión y las ganas que hoy tengo.
Gracias a que el hubiera no existe, porque de haber aceptado un solo “no” me imagino siendo una persona triste, frustrada e insegura.
También hay situaciones que me han dicho no, por ejemplo cuando no pasé el examen de la especialidad a la primera oportunidad, orillándome a cambiar de plan hasta conseguir la meta.
Si aceptara un “no” por respuesta, talvez no hubiera podido salvar a tantos pacientes cuando muchos pensaban que no sobrevivirían.
Si hubiera aceptado un “no”, Ama mi hija, no existiría, y no tendría la educación que tiene ahora.
Una amiga me describe como la mujer de fuertes convicciones, y como no serlo si nací el día que quise y no el que me programaron, desde pequeña tuve la certeza de ser médico y no he desistido ni un solo día de los 13 años que llevo intentándolo.
Me podrán llamar testaruda o hasta obsesiva pero el tener mis objetivos bien trazados, me ayuda a superar los obstáculos que me encuentro en el camino, como los ”no”.
Ésta misma obstinación es la que me obliga a comprometerme con los demás, a siempre otorgarles un “si” y un voto de confianza. Porque estoy convencida que la frustración tiene la capacidad de convertir a una buena persona en alguien triste y enojada capaz de hacer cualquier cosa negativa.
Las invito a que nos demos un si, nada mas porque si. Por creer en nosotras mismas en primer lugar, en los demás, en nuestra sociedad y nuestro planeta. Démosle un ”si” a todas aquellas personas que se acercan a nosotras para ayudarlas, contribuyamos en su desarrollo. Pero sobre todo, digamos “SI” a quienes nos han dicho “no”.
José Luis Almanza Chanona
Toda la razón, no hay que aceptarlo ni aunque al principio aparezca en nuestra vida como una negativa, como el caso del examen de especialidades médicas. Te leo y admiro. A seguir convirtiendo los “no” en “sí” y a seguir dando lo mejor de cada uno a los demás.