SER BONITA

Por Liliana Mendoza

Cuando somos niños la gente generalmente te dice que eres bonito (todos los niños lo son), en mi caso no lo creía; cuando eso pasaba me paraba frente al espejo y me escudriñaba y buscaba formas de verme mejor, sin darme cuenta de que en verdad estaba buscando formas de ser yo y sentirme bien conmigo.

Con el paso de los años, me volví muy dependiente de como los otros me percibían, si alguien me halagaba y me daba atención, me sentía confiada, pero si no recibía eso o me criticaban algo, regresaba a mi amado espejo y buscaba las razones de porque no era aceptada.

Dicen que lo que eres por dentro se muestra en lo exterior, yo me di cuenta de eso hasta después de ser mamá.

Entendí que lo que no me gustaba de mí no tenía que ver con mi apariencia física. Era algo más, algo relacionado conmigo que lo reflejaba al exterior haciéndome sentir no atractiva, insegura.

En ese momento sabía que tenía que hacer un par de cosas, la primera era dejar de escudriñarme frente al espejo y la segunda era echar un vistazo adentro de mí.

Me ayudé por medio de terapias, yoga y meditación (aparte del trabajo personal), con el paso del tiempo empecé a reconocer que mi “inconformidad” conmigo era más bien porque no sabía ser yo; entonces eso me hacía sentir insegura. Me proyectaba según con quien interactuaba, sin saber dar mi verdadero yo.

Al descubrir eso empezó mi camino a la autenticidad y a descubrir mi belleza.

Poco a poco he ido aprendiendo a conocerme, a descubrir las cosas que me hacen feliz. Empecé a ser cada vez más auténtica desde la raíz. Claro, no todo es perfección y a veces caigo en mis inseguridades, y también está bien, lo importante es saber identificar esos “picos” y no desviarnos del camino.

La sensación de sentirte cómoda contigo y dejar de depender en cierto grado de lo que te digan los demás es maravillosa y liberadora.

Por primera vez en mi vida (después de 35 años) me empecé a sentir bien y bonita, y ¿sabes que es lo mejor? Yo lo notaba, lo veía en mi amado espejo, en mi casa lo notaban en mi lenguaje corporal, con más seguridad.

A continuación, te hago algunas recomendaciones que sigo poniendo en práctica, porque recuerda, esto es una tarea permanente, siempre habrá situaciones o momentos en que no nos aceptemos, o que nos sintamos inseguros, es totalmente normal.

Honra a tu cuerpo. Es creo lo más importante, celebrar tu cuerpo, asi como está, con estrías, con sus “imperfecciones” (¿según quién?). Da gracias cada día por lo que hace y hónralo cuidándolo, disfrutando tu baño, lavándote los dientes, tomando mucha agua, entre muchas otras formas de procurarlo.

Haz una lista de cosas que crees que necesitas cuidar de ti para sentirte sana. Es más fácil sentirse bien con uno cuando haces de esta lista tu prioridad.

Mantén una mente sana y positiva. Aparte de llevar una vida saludable, hacer ejercicio, existen actividades que ayudan a la mente, en lo personal me encanta leer, tejer, escribir y practicar yoga, me mantiene la mente ocupada de cosas positivas. Piensa ¿qué actividad te hace sentir bien sobre la forma en que vives tu vida? Hacer lo que amas es un paso primordial en este camino de amarte.

Mantén tu espíritu feliz y sano. Sin paz interior, no podremos lograr mucho en este camino, regala a tu alma 5 minutos diarios (claro si puedes más, mejor), para estar en el momento. También procura rodearte de cosas sin complicaciones y simples, como ver una película divertida de vez en cuando. La risa es una inyección al espíritu. Nos ayuda a ver al mundo con unos ojos diferentes y nos llena de esperanza y posibilidades.

Por último, recuerda siempre encontrar tu autenticidad, encontrarte a ti mismo, lo que sea que eso signifique para ti, te ayudará a sentirte bonita, cuando descubras quien eres y seas fiel a esto, automáticamente te sentirás única y atractiva para TI.

La belleza no es algo que dependa de la aprobación de los demás, es algo que tú defines y creas. La única persona que verdaderamente te puede decir eres bonita es la que puede hacerte así: TU.

septiembre 13, 2018
septiembre 13, 2018

Liliana Mendoza

Mamá de Diego, Maestría en Administración de Instituciones Educativas, trabajo en el sector público, me apasiona leer y aprender sobre mujeres. Ahora aprendo a ser mamá.

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