Por Laura Prieto
Ya casi es San Valentín, día de los amigos y enamorados, muchos estudios de tatuajes, (incluido el mío) ofrecen promociones al tatuarte con tu pareja. En lo personal ayudo a celebrar amor y amistad, mis promociones incluyen a parejas, mamás e hijas, hermanos, mejores amigas, tatuarte cosas que amas o a quienes amas como a tu mascota, tus pasiones, todo, todo lo que celebre el amor y la amistad, no me limito a parejas.
Hay una popular creencia entre el gremio del tatuaje que dice que tatuarte el nombre de tu pareja es de mala suerte y si, tengo muchas historias de nombres cubiertos porque la pareja terminó. La primera fue hace 16 años, la primera vez que tatué un nombre, fue a un chico, al que llamaremos José, era un joven en sus veintes que se quería hacer el nombre de su novia, la llamaremos Daniela, quien vivía en Monterrey, no se veían muy seguido, tenían 3 meses juntos y en aquellos tiempos chateaban vía MSN y Daniela le mandó una foto de su hombro con el nombre José tatuado, le dio la sorpresa de que su unión era tan intensa que se había hecho su nombre en la piel, el motivado muchachito hizo lo mismo, igual, en el hombro, lo traté de disuadir, le pregunté si estaba seguro y estaba segurísimo, en su próxima vuelta a Monterrey quería ir tatuado, y entonces pues se lo hice: “Daniela”. Cabe mencionar que en aquellos tiempos las tipografías eran más gruesas y se usaba hacer las letras grandes y llamativas, así que le plasmé un nombre de casi 15 centímetros y se fue muy feliz a planear la visita a Daniela. Tres días después regresó, se quería tapar el tatuaje, resulta que Daniela no se había tatuado de verdad, se había puesto un tatuaje de henna, error de comunicación y engaño de la damisela, porque aún sabiendo que el chico se iba a tatuar de verdad no aclaró que era tatuaje temporal, el chico estaba tan enojado que terminó con ella, por razones obvias y quería cubrir su gran error de manera inmediata, lamentablemente no es muy recomendable tatuar sobre un tatuaje en proceso de cicatrización, y lo mandé a su casa a esperar 15 días para que la piel sanara, puntual regresó y era tal su molestia que quiso un simple cuadro negro “para que se me quite lo tontito” (usaremos esta palabra más amigable), y así fue como cubrió el rastro de Daniela.
¿Son los nombres de mala suerte? No, simplemente la naturaleza humana es complicada. Un tatuaje dura mucho más que cualquier relación, el tatuaje se va con nosotros a la tumba, y en el transcurso del tiempo, muchísimas cosas pueden pasar. Así que piénsalo dos veces antes de tatuarte con tu ser amado, mejor celebra tu amor, con alguna imagen que los haga identificarse, algún recuerdo, canción, claves de amor que ames mas allá de tu pareja, gustos en común, que puedas llevar con orgullo pase lo que pase.
No estás sola.
