LA EMOCIÓN DE HABITAR

Por Argelia Dávila

“Un impacto emocional arquitectónico está vinculado a una acción, no a un objeto o elemento visual o figurativo. En consecuencia la arquitectura se basa en verbos más que en sustantivos”
-Juhani Pallasmaa

¿Qué son los recuerdos sino imágenes mentales de un suceso que ya pasó? La palabra imagen tiene su origen en la palabra latina imago que se refiere a las representaciones de algo o de alguien por medio de la pintura, la escultura, el dibujo, la fotografía, etcétera. La Real Academia de la Lengua Española la define por su parte como una representación de la realidad a través de elementos imaginarios.

A lo largo de nuestra vida nos llenamos de imágenes, en el último siglo, el sentido de la vista se ha posicionado innegablemente sobre todos los demás sentidos. Para los que tenemos la fortuna de ver, nos es más difícil interactuar con nuestro entorno por medio de los demás sentidos, no generalizo, sin embargo, cuando el sentido de la vista está presente, el tacto, el oído o el gusto quedan somnolientos. Si no, pregúntenle a un ciego ¿Cuál es el sentido con el que aprehende su realidad?

En la arquitectura pasa algo similar. Pensemos en una casa hecha para una persona que carece del sentido de la vista. ¿Cómo tendría que ser? Las esquinas de los muros tendrían que ser redondeadas, los espacios deberían poder diferenciarse con el tacto, el oído o el olfato. Las sensaciones más que las imágenes son el principal elemento y de donde tendríamos que sostener todo nuestra narrativa arquitectónica.

En la actualidad, hacemos casas como se hacen lápices pero no hacemos espacios habitables. Y ¿qué es la habitabilidad? Sabían ustedes ¿que antes de entregar una vivienda, las autoridades la evalúan en este sentido? Y ¿Cuáles son los índices de habitabilidad de una vivienda? La ONU-Habitat afirma que como parte de nuestros derechos humanos, el derecho a una vivienda -que ellos definen como “adecuada”- es reconocido en la normativa internacional de estos derechos, como uno de los elementos que integran el derecho a a un nivel de vida apropiado:

“la vivienda adecuada está reconocida como un derecho en los instrumentos internacionales incluidos en la Declara ción de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. La vivienda adecuada debe proveer más que cuatro paredes y un techo. Se deben cumplir una serie de condiciones particulares antes de considerarse como “vivienda adecuada”. (ONU-Habitat, 2021)

Las características -según el organismo- con que debe cumplir este tipo de vivienda son las siguientes:

  1. Seguridad en la tenencia
  2. Disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructura
  3. Asequibilidad
  4. Habitabilidad
  5. Accesibilidad
  6. Ubicación
  7. Adecuación cultural

Me enfocaré entonces, para volver a la idea anterior, en el punto cuatro, la habitabilidad: “son las condiciones que garantizan la seguridad física de los habitantes y les proporciona un espacio habitable suficiente, así como protección contra el frío, la humedad, el calor, la lluvia, el viento u otros riesgos para la salud y peligros estructurales” (idem).

Pero ¿qué es habitar? El autor Juhani Pallasma publicó un maravilloso ensayo en 2019 sobre este verbo en la arquitectura, más allá de las características antes mencionadas, la cuestión del habitar está circunscrita a las imágenes, sensaciones y emociones. A los recuerdos y memorias que se construyen dentro de una vivienda o dentro de cualquier espacio, ya sean buenos o malos.

Es por esto, que más que construir cubos donde almacenar personas y cosas, el arquitecto o el constructor así como el desarrollador o la autoridad, debemos enfocarnos en que las familias o las personas, vivan y habiten en espacios donde -en propias palabras del autor- las emociones que se derivan de la forma y del espacio surgen a partir de confrontaciones directas entre el hombre y éste, entre la mente y la materia. (Pallasma, 2019) o como diría Heidegger: “Habitar como meta del construir”.

Hoy es día del padre y no puedo evitar pensar en el patrimonio, la herencia de nuestros padres, el pasado y la memoria. La evocación, el arraigo, la apropiación, la identidad, la tradición o la cultura. Conceptos que más allá de esto, son expresiones de nuestro interior, disparadores de nuestras emociones. Creadores y contenedores de nuestros recuerdos, así como los espacios que habitamos y sentimos.

¡Feliz día del Padre!

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Pie de foto: Vivienda en la calle de Juárez en el Centro de Saltillo Coahuila. Fuente: Argelia Dávila. 29 de Marzo de 2021.

Referencias:

Heidegger, M. (1951). Construir, habitar, pensar. Recuperado de: https://www.fadu.edu.uy/estetica-diseno-ii/files/2013/05/Heidegger-Construir-Habitar-Pensar1.pdf 18 de junio de 2021.

ONU-Habitat México. (2021). Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos. Elementos de una vivienda adecuada. Recuperado de: https://www.onuhabitat.org.mx/index.php/elementos-de-una-vivienda-adecuada

18 de junio de 2021.

Pallasmaa, J. (2019) Habitar. Editorial Gustavo Gili. Barcelona España.

Argelia Dávila

Soy arquitecta, mamá, maestra y siempre alumna, me encanta la fotografía, me maravillan los espacios, la luz y el lenguaje, lo que hay en ellos, lo tangible pero sobre todo lo intangible. Tejedora de ideas.

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