Meditar no es lo difícil

Por MAYTE CEPEDA

¿Cuántas veces hemos pensado que, si hiciéramos unos cuantos cambios o adoptáramos hábitos distintos, nuestra vida sería menos caótica y tendríamos más tranquilidad para poder actuar y tomar mejores decisiones? Pero a la vez, ¿la desidia nos gana y no hacemos nada al respecto?

A grandes rasgos, meditar es una práctica en la que se emplea el control de la mente y la activación de la conciencia para lograr ciertos fines, generalmente se busca mejorar algún aspecto de salud física, mental o emocional.

Me atrevo a asegurar que todos hemos tenido un familiar, amigo o conocido “curioso” (en mi caso creo que soy yo misma ups) que nos ha hablado de los beneficios de meditar y ponernos en estado zen,  nos ha invitado más de una vez a probar la meditación con una clase, plática, taller o lo que sea para que probar esa maravilla que tenemos todos al alcance de nuestra mano y, de plano, inventamos más de un pretexto para no hacerlo, porque preferimos seguir en una errónea zona de confort.

Como todo en la vida, si comienzas con un hábito al que le has sacado la vuelta por la razón que sea, siempre será difícil empezar. La mente es muy canija y con tal de boicotear tus planes puede hacer que realmente creas que ese nuevo hábito no es para ti, te hará daño, no es lo tuyo y así, buscar mantenerte quieto sin hacer cambios. Pero ya una vez que pasan los días y lo vas repitiendo una y otra vez, a ese hábito se le quitó lo difícil y se convirtió en eso mismo, en una práctica cotidiana personal sin mayor problema.

La constancia en la meditación no es más difícil que asumir un nuevo hábito. Y esto te lo digo, pues para meditar no necesitas caer en las trampas de la mercadotecnia y comprar el tapete, el incienso, el cojín, la vela, los audífonos especiales para silenciar todo y las no se qué tantas más cosas que no son más que accesorios innecesarios y no son realmente importantes. Basta con que tengas la voluntad de hacerlo y dedicarle unos diez minutos para empezar (ya después buscarás darle más minutos cuando te piques y te guste).

Hay una variedad impresionante de maneras de meditar. Las hay guiadas, con música, sin música, con un enfoque específico, como puede ser el trabajar alguna parte de tu ser, tratar una enfermedad, mejorar el descanso, trabajar en la depresión o ansiedad por citar algunos ejemplos. También las hay aquellas que emplean sonidos o mantras específicos para trabajar a profundidad el sistema nervioso central y equilibrar centros energéticos.

Hace un par de semanas hice una meditación guiada con un maestro a distancia. Dentro de las frases que empleó para ayudarnos a entrar en ese estado, recuerdo que dijo “meditar no es más que estar a gusto contigo mismo”, entre otras frases. Sin embargo, esta me resonó tantísimo, ya que independientemente de la técnica, método o práctica que intentemos, el fin mismo es el estar bien y es tan básico y simple como eso. Si estás bien contigo mismo, lo demás sabes que viene por consecuencia.

Con todo esto que nos ha sucedido como humanidad, creo que la meditación es una herramienta super valiosa para buscar estar bien. Hoy en día necesitamos más orden en nuestros pensamientos y emociones. Hoy, tal vez sea mejor idea escuchar en lugar de opinar. Hoy, tal vez el planeta nos necesita más ecuánimes y menos escandalosos. Hoy, tal vez abonamos más a mejorar la energía colectiva si antes nos escuchamos y conocemos a nosotros mismos. Hoy, el cambio podemos comenzarlo adentro y luego mirar hacia afuera. Namasté!

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agosto 17, 2021

Mayte Cepeda

Yogini ~ abogada ambientalista ~ mamá ~ esposa ~ hija ~ hermana ~ enamorada de la naturaleza, la vida, la familia, los libros y la música ?

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