Qué es el Baby Led Weaning BLW y cómo implementarlo

alimentacion complementaria BLW

La Alimentación Complementaria Guiada por el Bebé o Baby Led Weaning BLW, es una forma de ayudar a nuestros pequeños a la hora de comer alimentos sólidos integrándolos gradualmente a nuestra propia dieta.

 

Por Kim Dewey

Empezar a incluir alimentos a nuestros bebés siempre es un momento de emoción, un milestone importante, ¡nuestro bebe crece! y con ellos vienen dudas y confusión entre tanta información y opiniones alrededor. Recuerdo cuando empecé a leer y buscar información acerca de la ablactación, que se refiere a la introducción de alimentos sólidos a los bebés, generalmente a partir de los 6 meses, me encontré con miles de mitos y reglas, y ninguna me hacía sentido. Entonces gracias a nuestra partera conocí el Baby-Led Weaning (BLW) que se traduce como alimentación complementaria guiada por el bebé. Desde el principio me hizo click, me pareció lógico y natural el integrar a nuestra hija a nuestra dieta familiar a su propio ritmo, en forma de juego, sin preparaciones especiales (si con algunas modificaciones como reduciendo la cantidad de sal, por ejemplo) pero sin papillas, sin revolturas extrañas, sin que fuera algo impuesto. ¡Fue la mejor decisión! Acá comparto un poco de nuestra experiencia y lo que fuimos aprendiendo juntos:

Algunas notas antes de seguir:

  • No soy experta en el tema, soy una mamá investigadora y un poco rebelde que le gusta compartir experiencias.
  • Siempre consulta con tu pediatra antes de iniciar a dar alimentos a tu bebé, si tu bebé está bajo de peso, es prematuro, si hay historia de alergias en la familia o si tienes cualquier inquietud o duda.
  • No todo es blanco o negro. Hay muchas mamás hacen un mix entre papillas y BLW, o prueban una forma y cambian después. Anímate a experimentar y probar.

Entonces, ¿qué es el BLW?

Baby-Led Weaning (BLW) es una forma de introducir alimentos al bebé libre de papillas, ósea, se introducen alimentos variados que el bebé pueda agarrar y llevarse a la boca. No se preparan papillas, la idea es aliarse con la inquietud natural del bebé por explorar y permitirle que conozca sus alimentos, los explore, los sienta y los pruebe.

Y ¿no se ahoga o atraganta?

Esta es la mayor preocupación de muchas mamás. Primero, solo vamos a ofrecer alimentos en pedazos grandes, que el bebé pueda tomar con toda la mano entera para llevarse a la boca, nunca pedazos pequeños, ni duros (nunca uvas enteras o nueces, por ejemplo, pero si una media manzana, una zanahoria medio hervida, un pedazo de aguacate, un “arbolito” de brócoli hervido.) Es posible que el bebé tenga arcadas, como un reflejo natural, que es parte de su desarrollo y de aprender a masticar y tragar. Además, “Hay indicios que hacen pensar que si los bebés controlan lo que se llevan a la boca tienen menos riesgo de atragantarse que cuando son alimentados con una cuchara. Esto se debe a que los bebés no son capaces de mover intencionadamente la comida hacia la garganta hasta después de haber desarrollado la habilidad de masticar.” (Guía práctica de introducción de sólidos dirigida por el bebé © Gill Rapley, 2008) En resumen es bastante sentido común. Y como recomendación general: si tenemos niños pequeños en casa siempre es aconsejable hacer un curso de primeros auxilios infantiles.

Para toma en cuenta:

  • Una señal que tu bebé está listo para introducir alimentos es que se pueda sentar solito manteniendo su espalda en vertical, que pueda sostener solo su cabecita y que muestre interés por la comida.
  • Siempre supervisa a tu bebé. Nunca lo dejes comiendo solo.

Los grandes NOs

  • Nunca des uvas enteras a bebés ni a niños menores de 4 años, siempre córtalas por la mitad a lo largo.
  • No dar miel de abeja antes de los 12 meses de edad.
  • No dar frutos secos como nueces, almendras o cacahuates (inclúyelos en forma de lechadas vegetales o cremas)
  • No agregues sal ni azúcar refinada a sus alimentos.
  • Evita los jugos de frutas, ya sea comerciales o caseros.

Ahora sí, aquí vamos:

Si te late explorar el BLW con tu bebé, lo principal es que tú te sientas cómoda, y que sepas que el objetivo de este tipo de alimentación entre los 6 meses y los 12 meses no es nutricional. No se trata de que se acabe el plato. La leche materna a demanda continúa siendo su principal fuente de alimentación. Los alimentos gradualmente van a complementando su alimentación, es un proceso. Ya te darás cuenta que quizá por varios meses todo sea nada más que una embarrasón y tu bebé terminé comiendo nada o casi nada. Para tu bebé es un juego, ¡está descubriendo un mundo nuevo! Y no está de más decir que no es lo más limpio ni “controlable” es más bien un soltar, disfrutar y divertirse juntos.

Con el BLW el bebé aprende a:

  • Tomar el alimento con sus manos y sentir su forma y textura
  • Llevarse a la boca su alimento, estimula la motricidad fina
  • Distinguir sabores, colores y texturas, básico para que aprenda qué es lo que está comiendo ¿zanahoria?, ¿betabel?, ¿mango?,
  • A masticar (¡aunque no tenga dientes!), de hecho, con el BLW el bebé primero aprende a masticar y después a tragar, a diferencia de la papilla que hace lo contrario.
  • A elegir y comer lo que le gusta. No es que tenga una bandeja de opciones, pero, sí empiezan a distinguir y elegir.
  • Integrarse a los alimentos y sabores de la dieta familiar

Nuestra experiencia:

Con nuestra hija empezamos a introducir alimentos a los seis meses de edad, pero fue hasta casi el año que empezó a comer más o menos en forma. Tomando en cuenta que seguíamos con lactancia materna a demanda durante todo ese tiempo. Fueron meses y meses de mucho mugrerito, de comer solo en pañal, de terminar cubierta de mango o frijoles. Aquí van mis tips y experiencia:

  • Iniciamos a los 6 meses con verdura al vapor: zanahoria, brócoli, calabacita, betabel (suave que no lastime sus encías, pero firme que pueda agarrar pedazos grandes sin que se deshagan) y fruta: mango, aguacate, plátano.
  • Procuramos alimentos orgánicos, locales y de temporada.
  • No usamos plato. Todo directo a su mesita.
  • Cuando algún alimento no le gustaba, nunca la forcé para que comiera o probara. Pero sí le volvía a ofrecer unos días después lo mismos y ver qué pasa.
  • A los bebés les encanta imitar así que todos a comer con las manos!
  • Sí, mucha comida va a salir volando, puedes poner un plástico o toalla abajo de la silla de tu bebé. Yo la verdad nunca usé nada, era recoger y trapear después de cada comida.
  • Realmente lo que Sari comía los primeros meses era muy poco, más bien se la pasaba chupando, mordisqueando, apachurrando y saboreando.
  • Es un caos, a veces más, a veces menos, pero casi siempre lista para cambio de ropa total después de comer. Los días calurosos era comer directamente en pañal.
  • Hay días que “comía” super bien, otros no quería nada y estaba bien.
  • Algunos alimentos como el cebollín, (si es grande cortando un poco la cabecita y con rabo para que lo agarre) y el nopal (cocido al vapor) los usaba de mordedera y se entretenía un buen rato con ellos.
  • Procuramos comer juntos, así integrándola a la rutina familiar.

A partir del año, la forma que fuimos sumando alimentos fue bastante intuitiva, básicamente fuimos de a poquito probando, observando y aprendiendo con sentido común. En la familia no hay temas de alergias de alimentos, Sara siempre mantuvo buen peso y buena salud, y su principal fuente de alimento siguió siendo la leche materna hasta los dos años, así que me sentí con plena confianza de dejar que ella me guiara.

Empezamos a incluir más leguminosas, cereales, un poco de pan y hasta crema de cacahuate. De hecho, mucho de los alimentos que antes se creía alergénicos y que no debían darse a bebés, ahora descubren que introducirlos temprano ayuda a que el bebé no desarrolle ese tipo de alergia. Nuestra alimentación es vegetariana, sencilla, la mayor parte orgánica y local, sólo han sido pequeño cambios, como por ejemplo explorar cocinar con más especies y condimentos para usar menos sal, lo que está esta bueno para todos. Al final la transición fue natural, rápidamente Sara ya estaba comiendo lo mismo que nosotros.

Fue una gran experiencia, super divertida, me acuerdo que una vez comiendo en casa del abuelo, me dijo que estaba criando una niña salvaje, al verla comer con las manos y hacer un batidero sin restricción alguna. Lo tomé como un cumplido. Sara ya tiene tres años y come de todo, prueba de todo, come con tenedor y cuchara perfectamente.  Lo volvería hacer seguro.

Kim Dewey

Mamá, yoguini, diseñadora y viajera de corazón. Criando despacio. Lo que me inspira: mi familia, la naturaleza, la magia de lo cotidiano.

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