Hasta hace unas décadas el papel de la mujer en la sociedad era mantenerse invisible, en el anonimato, incluso en algunas culturas del mundo aún permanecen prácticas en las que se les prohíbe siquiera mostrar el rostro en público.
Por Jessica Rosales
En México hasta hace algunos años era impensable considerar a una mujer manejando un taxi, una unidad de transporte urbano o despachando en una gasolinera por ser actividades propias del hombre. Tampoco se les visualizaba en puestos directivos o de gerencia, porque en la cultura machista su lugar era atender exclusivamente las tareas del hogar.
Las cosas han cambiado. Aunque paulatinamente, hemos logrado ocupar espacios que nos permiten desarrollar y mostrar nuestras capacidades al mismo nivel que el hombre.
Desafortunadamente aún existen personas que piensan que cuando una mujer denuncia y confronta alguna situación es liosa y/o problemática.
Hace unos días experimenté una anécdota desagradable en donde una persona del servicio público me hacía un reclamo sin justificación. La forma en que lo hizo fue grosera y prepotente pero abonaba la personalidad de un joven al que nadie le contradecía bajo ninguna circunstancia, mucho menos una mujer.
Mi reacción fue primero dialogar sobre el tema, pero su reacción fue de burla. Otra mujer trató de razonar con él y recibió el mismo trato, cuando un hombre dialogó con esta persona no cambió de opinión pero detuvo la agresión.
Le vino el respaldo de otro hombre que me dijo al oído por ser mujer debes aguantar lo que te digan. Aparentemente se trataba de una broma pero la dignidad de cualquier persona no debe tratarse de una burla.
Ese día entendí que hacernos visibles significa que el reto de enfrentar esta cultura machista será mayor, pero no debemos renunciar a lo que por derecho nos corresponde, a los espacios y la posibilidad de alzar nuestra voz.
Que nadie decida cómo, cuándo, ni dónde. Que nadie te diga que no puedes si tú quieres. Hazte visible, muéstrate como quieras, cuando quieras y apodérate de los espacios con tus capacidades.
Que no te preocupe lo que piensen de ti por ejercer un derecho. Hazte visible en la casa, en la calle, en el trabajo y muéstrales a todos tus habilidades y tus ganas de salir adelante.