ELSA BURGOS

Me voy a volver loca. Respira profundo no eres la única. //// Yo estaba segura de que algún día llegaría el momento en donde dejaría a mi hijo olvidado en alguna de sus actividades o en la tienda de supermercado. Aún no quiero cantar victoria.

Éste realmente no es el problema… El problema es pensar que soy la única que siente, que poco a poco y cada vez más, pierde lentamente la razón, el sentido del tiempo y del espacio.

¿Qué día es hoy? ¿Qué hora es? ¿A donde toca ir? Todo ésto acompañado de un “¡Apúrense que vamos tarde!” Siempre vamos tarde, siempre corriendo.

Es un mundo diferente al que mi mamá (la que en silencio disfruta un poco de lo mucho que me está sucediendo) me crió a mí y a mis hermanos. “Así te quería ver” me lo dice mientras esboza una pequeña sonrisa con un dejo de satisfacción/venganza.

Pero insisto, no es igual, nosotros éramos niños que salían a jugar un par de horas al parque y regresábamos sin supervisión y VIVOS.

Nosotros (los que pasamos ya de 30) cruzábamos calles para ir a buscar a nuestros amigos de la cuadra, andábamos en avalanchas, jugábamos al aire libre, íbamos a la tienda de la esquina ¡cargando envases de vidrio! Trepábamos árboles y regresábamos con las rodillas peladas a la casa.

Tomábamos agua de la llave y no teníamos idea de lo que significaba el gluten free, los alimentos orgánicos, ni los conservadores. La hiperactividad se quitaba con un chanclazo y los maestros eran la máxima autoridad en las escuelas.

Nuestras obligaciones eran sencillas y nuestras mamás no vivían en una extenuante competencia por ganar el premio a la madre del año.

Ahora, cada festival de primavera, pareciera un desfile de alta costura y los festejos de cumpleaños se preparan con el presupuesto y la anticipación de una boda. De los demás eventos mejor ni hablamos. ¡Qué estrés!

Yo me acuerdo que mi mamá me daba unas invitaciones garabateadas por ella en cartoncillos que ya vendían hechos y si había producción, se buscaba un mago o un payaso y eso era suficiente. La “meriendita”, el pastel, un par de globos y la bolsita de dulces. Nadie criticaba nada. Todo se realizaba bajo el mismo esquema.

Yo me pregunto: ¿En qué momento nos volvimos TAN complicadas?

Hoy por hoy, los niños tienen al menos 2 actividades extracurriculares cada uno, además de un colegio que los llena de tareas y horarios extendidos. Mamá ya no es mamá, ahora es un chofer malhumorado.

Las actividades poco a poco nos van ahogando entre cientos de mensajes de decenas de grupos de WhatsApp, en donde uno, lo único que pide, es que se escriba lo esencial y nadie cumpla años, porque de ser así, los mensajes se multiplicarán.

¿Soy yo la única que jamás entiende nada? ¿Soy la única que felicité a la mamá de Juanito sin tener idea de quién es?

Si además de ésto, le sumamos qué mamá trabaja, el caos comienza a desbordar. Y LA CULPA A CRECER. Cada noche antes de dormir, se hace en silencio la misma actividad mental:

“Mañana es martes de uniforme de gala para mi hija, ¿el saco está en la lavandería? ¿Dónde quedaron los zapatos? ¿Estarán boleados?” Tengo que ir a cerciorarme pero, mi cuerpo está tan cansado que no quiero pararme de la cama. “¿Y el niño? Le toca deportes y no se donde habrá dejado los tenis. ¿Firme las calificaciones? ¿Terminaron la tarea? ¿Cuántos hijos tengo?¿QUIEN SOY?”

Y así entre pregunta y pregunta, con un poco de remordimiento de conciencia y la convicción de que el día de mañana será más sencillo y lo haremos mejor, llega Morfeo y se apodera completa y absolutamente de nuestras angustias. Estamos exhaustas. Y si alguien pide de cenar a deshoras podría desatar un demonio contenido.

Yo hoy por hoy podría venir a decir que todo me es muy sencillo, que tengo tiempo para mí y mis amigas, que leo montones de libros, que me hago el manicure y pedicura una vez a la semana, y que todo los días ando arreglada y con el pelo ordenado. Yo podría mentir.

Yo podría aparentar que soy una mujer práctica, la perfecta esposa y madre qué tiene todo bajo control. Podría entrar en esta falacia utópica de competencia por la perfección. PERO NO LO SOY.

Las redes sociales nos han engañado, nos han vuelto aspiracionales y a veces, nos llenan de frustración. ¿Por qué ella puede y yo no? No, ella tampoco puede. Sólo que aceptarlo sería fallarse, fallarle al resto de mujeres ALFA y no ser digna de pertenecer.

Cuando veo a otra mujer apurada, cargando una maleta deportiva, su bolsa, a otro hijo y una hielera en dónde lleva la comida del día para el equipo de fútbol, entiendo, respiro y suspiro. No soy la única. NO ESTOY SOLA.

Y en ese momento me gustaría pedir una tregua. Más ayuda, más entendimiento, más compasión, menos crítica, menos competencia. MENOS PRESION Y EXPECTATIVA.

Cuando me hacen la pregunta: “¿Cómo haz logrado combinar tu faceta de mamá, esposa y empresaria?” Casi me da un ataque de risa nerviosa… Mi respuesta más sincera sería: “No tengo idea, ¿acaso parece que lo estoy logrando?”

Pero lo que sí me queda claro es que tengo las prioridades muy claras. ME DOY TIEMPO PARA MI Y ME AMO Y ME PERDONO. Porque no soy perfecta, pero yo soy amiga hasta donde soy esposa, esposa hasta donde soy madre y madre, hasta donde se terminan las estrellas.

Alejandra Peart

Arquitecta y Licenciada en Letras Españolas con Maestría en Creación Literaria. Fundadora y Directora Editorial de Editorial Atemporia. Escribí el poemario En estas horas (Ed. Minimalia, 2004). Actualmente soy Directora de Contenido de la revista NES No Estás Sola, promotora cultural, editora, poeta, diseñadora editorial, feliz mamá de Rodri y esposa de Jorge. This is me.

6 Comments

  1. Responder

    Vicky Galindo

    mayo 16, 2018

    Tipazaaa de mujer!! Y encima de todo darte el tiempo de alegrarle el dia a tus seguidoras… Dios siga bendiciendo tu vida Elsa. ?

  2. Responder

    Nubia Mendoza

    mayo 16, 2018

    Me encanto la nota de Elsa Burgos

  3. Responder

    Bertha Gzz

    mayo 17, 2018

    Elsa: simplemente fenomenal tu escrito. Soy Bertha Gzz que estuvimos juntas en las comedias de la UdeM. Un gran abrazo.

  4. Responder

    Rosa alcantara

    mayo 18, 2018

    Muy cierto todo! Hoy en día no paramos , la ventaja de vivir en mexico y que no se menciona aqui es la súper ayuda doméstica que está al pie del cañón para hacerlo posible.

  5. Responder

    Maria Castillo

    mayo 18, 2018

    De lo mejor que he leído ! me siento identificada ,

  6. Responder

    sarai elizondo

    mayo 19, 2018

    Que barbara!!! Sin duda un completo resumen de lo que una MAMA vive hoy en dia!!! Yo aveces me tengo dias en los que me pongo a pensar después de ver INSTAGRAM… quiero esto, me falta esto otro, y luego veo a mis hijos y mi esposo y me doy cuenta todo lo que tengo y me rio de lo tonta que fui al desear cosas vanales que no llenarían mi vida como la llenan ellos….

    Una hermosa reflexión para acordarnos que un niño con una caja de carton se divierten horas en vez de con el juguete carísimo que a ls minutos termina botado en el piso…Si ellos son tan simples por que nosotras tan complicadas ????

    Saludos hermosa!!

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