EDUCAR PARA LA PAZ

Por Vero Barreda y Blanca Garza / EMCOPAZ

Uno cuando ve las noticias y lee los periódicos no puede dejar de preguntarse ¿por qué? ¿cómo puede ser que el ser humano llegue a ser tan inhumano y tan cruel? ¿cómo se gesta ese odio? ¿cuánto rencor debe acumular alguien para comportarse de esa manera?

Nosotras sólo vemos una solución para cambiar las cosas: la educación. Y es que ante la impotencia debemos pensar que el cambio, como tantas veces, comienza, afortunadamente en cada familia.

Eduquemos a nuestros hijos en el respeto y en el valor de la diferencia, agradezcamos todos los días que existe la diversidad.

Enseñémosles a ver lo bueno de los otros, por muy distinto que sea, porque seguro que podrá enseñarnos cosas que nos enriquezcan.

Insistámosles en que no todas ni todos tenemos que pensar o sentir igual, tener el mismo color de piel o hablar la misma lengua… en la diversidad está la riqueza.

Preocupémonos no sólo de que nuestras hijas y nuestros hijos no sufran acoso, sino también de que no sean ellos los que se lo hagan sufrir a otros.

Eduquémosles para que ayuden al de al lado, para que cooperen más y compitan menos, para que sean solidarios y comprometidos.

Enseñémosles a ser empáticos, para que no miren a otro lado cuando alguien sufra.

Aquí te dejamos algunas ideas para llevar a cabo con tus niños y niñas e incentivarlos a formar en ellos un espíritu solidario con los demás:

  1. Es un buen momento para donar aquellos juguetes, ropa o libros que están en buenas condiciones pero que ya no usan, de esa manera otro niño podrá disfrutar de ellos. Es importante que el niño empiece a ser consciente de que no todos los niños tienen lo que necesitan. Que sea él mismo quien elija los juguetes, los cuentos o la ropa que va a donar hará que no le cueste tanto desprenderse de esas cosas.
  2. También podemos cocinar algo con nuestros hijos y llevarlo a un comedor público con ellos, para la gente que lo necesita.
  3. Reciclar los tapones de los envases que utilicemos en casa. No cuesta nada tener una bolsa en casa con los tapones de los envases que vamos a tirar. Cada vez son más los padres que necesitan juntar toneladas de tapones para ayudar a su hijo. Es importante contarle la historia al niño para que conozca la realidad de otros niños y recordarle cada vez que metamos un tapón en la bolsa estaremos haciendo algo importante por alguien que lo necesita.
  4. Colaborar en la operación kilo para los bancos de alimentos, ya sea dando comida o bien colaborando como voluntarios para clasificar y repartir la comida entre los más necesitados. Si vamos con el niño al supermercado podemos explicarle la iniciativa y hacer que sea el niño quien coja los alimentos que vamos a donar y se los dé a los voluntarios.

Son solo algunos ejemplos de algunas iniciativas que nos han parecido interesantes para hacer con los niños, pero hay muchas más en las que podemos colaborar a nivel local. En cada ciudad o en cada pueblo existen organizaciones, asociaciones, etc. a las que poder ayudar. Y no siempre tiene que ser con dinero, puede ser también con nuestro tiempo y colaboración.

Es importante que compartamos la historia que hay detrás de nuestra acción con el niño, que sepa por qué hacemos eso y cuál es el objetivo… eso le motivará y le hará sentirse parte de algo importante.

Enseñarle con nuestro ejemplo diario. De nada sirve hacer una acción puntual en una fecha determinada si el resto del año ignoramos los problemas de la persona que tenemos al lado. Nuestra actitud, nuestro sentir, nuestra manera de estar en el mundo será lo que le quedará al niño.

Es importante hablar con el niño sobre lo que pasa en el mundo, cualquier excusa es buena para hacerlo y que empiecen a ser conscientes de otras realidades (las noticias, un problema de algún familiar, amigo o vecino, etc.).

Implicar siempre al niño en la medida de lo posible. Que no sean meros espectadores sino hacer que se sientan partícipes del proceso, de la donación, del regalo, etc.… y hacer que descubran la satisfacción que supone el poder ayudar a otra persona.

No podemos cambiar el mundo, pero sí nuestra pequeña comunidad, y si todos lo hacemos, esa comunidad será TAN GRANDE que el mundo empezará a ser, al fin, un lugar más habitable.

Alejandra Peart

Arquitecta y Licenciada en Letras Españolas con Maestría en Creación Literaria. Fundadora y Directora Editorial de Editorial Atemporia. Escribí el poemario En estas horas (Ed. Minimalia, 2004). Actualmente soy Directora de Contenido de la revista NES No Estás Sola, promotora cultural, editora, poeta, diseñadora editorial, feliz mamá de Rodri y esposa de Jorge. This is me.

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