VIDA, MUERTE, VIDA.

Por Karla Sotelo

Reflexionando acerca del día de muertos que acaba de pasar, en mi mente ronda la idea de que a lo largo de nuestra vida pasamos por pequeñas muertes propias, a las que les sigue un duelo y un renacer. Se nos muere una relación, un hábito, la curiosidad, el amor propio, las ganas. 

Sin embargo, igual que el nacer o morir, son un paso, doloroso sin duda, pero hay un nuevo comienzo. Está en ese túnel de luz del que tanto hablan, que si somos valientes y caminamos hacia el, nos aguarda con paz y con una nueva vida, nuevecita de paquete, donde podemos darnos el lujo de volver a experimentar, aprender y amar.

Cada pérdida se convierte en ganancia, el chiste es verlo desde esa perspectiva y después de que hayamos dejado sentir el dolor, soltarlo y caminar a la luz que nos espera para abrazarnos, aceptando y agradeciendo esas muertes interiores, teniendo delante la oportunidad de volver a vivir.

Pienso en todas esas muertes que he tenido, las honro, las dejo descansar en paz, les pongo su altar y chopeo un pan de muerto a su salud.

Pan de muerto

INGREDIENTES:

500 g de harina para pan (cisne de oro)

10 g de sal 

4 huevos

150 gr de mantequilla a temperatura ambiente 

80 g de azúcar mascabado

la ralladura de una naranja

70 ml de leche tibia

1/8 de taza de te de azahar y anís.

Rinde para 8 piezas chicas.

PROCEDIMIENTO:

1. mezclar poquita leche de la que medimos con la levadura deshacer los grumos y dejar reposar 10 min.

2. poner la mezcla de leche y levadura en el fondo de un bowl, añadir harina, azúcar y sal y amasamos.

3. Añadimos los huevos uno por uno y seguimos amasando.

4. se añade la leche restante, el te ya tibio, y la ralladura de naranja, seguimos amasando.

5. añadimos la mantequilla en cuadritos uno por uno y seguimos amasando. 

6. Cuando tengamos una masa homogénea, un poco más tersa, aunque un poquito pegajosa aún, la hacemos una bola y dejamos reposar tapado con papel film por una hora y media aprox. O hasta que doble su tamaño, esto dependerá de la temperatura ambiente.

7. Después de que haya fermentado dividimos en 8 dejando masa para los huesitos.

8. Boleamos cada pedazo barnizamos con huevo cada bolita. Hacemos los huesitos haciendo una tirita y la rodamos con tres dedos separados, hacemos 2 por cada pieza.

9. Colocamos los huesitos encontrados sobre las bolitas y volvemos a barnizar con huevo.

10. Dejamos reposar hasta que doblen su tamaño.

11. Horneamos a 180 grados c. Por 25 min o hasta que estén doradas.

12. Dejamos enfriar en unas rejillas.

13. Cuando estén ya frías derretimos mantequilla y las barnizamos para después meterlas en un bowl con azúcar para “empanizarlas”

14. Las disfrutamos con un chocolatito caliente y honramos nuestras muertes y nuestros muertos.

noviembre 8, 2019

Karla Sotelo

Hola soy Karla, hija, mamá de dos, compañera de uno. Me inspira el arte, el café, la lluvia, la ilustración de cuentos, los colores neutros, la madera, el barro, los suéteres calientitos, la risa, hago fotos y pan.

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